Cádiz, Tarifa y Rota explotan sus playas antes de la temporada estival
Estos tres ayuntamientos no han esperado al verano para solicitar a la Junta de Andalucía permiso para montar chiringuitos En la provincia funcionarán 116 instalaciones de este tipo
El verano parece estar a la vuelta de la esquina. Las altas temperaturas de los últimos días han dejado en la retina estampas de las playas gaditanas que bien podrían recordar a las del mes julio. La prolongación de las horas de sol y las benevolencias de nuestro clima invitan a gaditanos y visitantes a volver su mirada hacia la costa, una franja litoral que también está en el punto de mira de empresarios y administraciones, conocedores como nadie de que el turismo de sol y playa sigue siendo una baza puntera en la provincia gaditana, donde 17 de los 44 municipios son términos costeros.
Con el objetivo de dar cobertura jurídica y administrativa a la explotación del litoral, la Junta de Andalucía -que se hizo con las competencias de costas hace justo un año- introdujo una novedad que consistía en excluir los chiringuitos de los planes municipales de playas y abrir la veda para la concesión de licencias de ocupación del Dominio Público Marítimo Terrestre por un plazo de diez años prorrogables cinco más.
La medida fue aplaudida por el sector hostelero, que vio atendida una reclamación histórica, lo que les has permitido dotar de mayor seguridad a sus negocios. "El empresario ha tenido la posibilidad de realizar inversiones con un respaldo económico a largo plazo, esto es, con previsiones de amortización, algo que antes era impensables, pues tenía que pedir su licencia año tras año", apunta José Luis Reyes, jefe de departamento de Costas de la Junta de Andalucía.
En la provincia de Cádiz tres han sido los municipios que se han beneficiado de estas concesiones: Tarifa, Cádiz y Rota. Sus correspondientes Ayuntamiento, en calidad de adjudicatarios, solicitaron a la administración autonómica permiso para montar chiringuitos antes de que diese comienzo la temporada de verano propiamente dicha.
En el caso de Tarifa, dos empresas (A tu aire y Bienestar) obtuvieron una resolución favorable en precario en el mes de diciembre. A ellas se sumaron otras diez entidades que también quisieron ejercer su actividad en temporada baja, de las cuales ocho consiguieron el permiso mientras que dos, ubicadas en Los Lances y Valdevaqueros, no pudieron abrir sus negocios por incompatibilidades en aspectos técnicos y medioambientales.
En lo que a Rota se refiere, la Junta registró una única petición el 1 de abril; y en Cádiz capital se han tramitado dos expedientes específicos: la terraza de Santa María del Mar y la que está ubicada en la zona de Tracaplaya, Bebo los Vientos.
Raúl Cueto, el gerente de ésta última, cuenta también con otro chiringuito en la playa de Cortadura (Nahu Beach) que abre exclusivamente durante los meses de verano, por lo que puede ofrecer los dos puntos de vista de una misma realidad.
Este empresario gaditano, también presidente de la asociación de cafés y bares de Horeca, entiende que en las playas de la capital gaditana confluyen una serie de factores medioambientales (mareas, vientos, etcétera) que erosionan sobremanera el terreno, "no haciendo rentable montar un negocio de madera anclado durante todo el año". Ahora bien, cosa distinta es Bebo los Vientos, una terraza de hormigón "que funciona bien siempre y cuando haga sol".
¿A qué conclusión llegamos entonces? Cueto lo tiene claro: "Ni se puede abrir sólo en verano pero tampoco todo el año. Lo ideal es potenciar los chiringuitos durante seis meses, a partir de Semana Santa y hasta octubre". En el punto medio está la virtud, que diría Aristóteles.
En definitiva, en tan sólo un año trece empresas privadas han aprovechado la concesión de ocupación de Dominio Público Marítimo Terrestre que brinda la Junta de Andalucía para desarrollar su actividad hostelera durante un periodo de tiempo más amplio, sin tener que limitarse a los meses de verano. Un número que, según José Luis Reyes, irá en aumento seguro. "Cada vez son más las personas que se acercan hasta la delegación de Medio Ambiente pidiendo información sobre cómo emprender un negocio en la playa", asegura el jefe de departamento de Costas.
"La administración autonómica quiere favorecer a este tipo de instalaciones, pues forman parte de nuestra idiosincracia y, en medio de esta profunda crisis, pueden aportar un plus a la economía gaditana, de ahí que se haya apostado por flexibilizar el sistema", alega. Así pues, tanto la administración otorgante (Junta) como la otorgada (Ayuntamiento) ganarán en lo que agilidad burocrática se refiere. "La gran ventaja es que el año que viene los expedientes ya estarán tramitados, no habrá que emitir más resoluciones, por lo tanto los consistorios sólo tendrán que comunicarnos los chiringuitos que van abrir".
No obstante, Reyes ha querido poner especial énfasis en otro aspecto: "Estamos a demanda del empresario, siempre y cuando éste respete el medio ambiente. Y es que desde la Junta estamos convencidos de que desarrollo económico y protección del entorno no son términos incompatibles". Y concluye: "El perfil del litoral gaditano es un perfil muy virgen y eso hay que cuidarlo, porque es realmente lo que atrae al turista y lo que nos hace únicos".
Los clásicos
En cuanto al número de chiringuitos que se instalarán en las playas gaditanas durante la temporada estival, el número asciende a 116, prácticamente los mismos que el año anterior.
Se distribuyen de la siguiente manera: Sanlúcar, 7; Chipiona, 11; Rota, 10; El Puerto, 9; Cádiz, 9; San Fernando, 4; Chiclana, 21; Conil, 10; Vejer, 3; Barbate, 4; Tarifa, 12; Algeciras, 2; Los Barrios, 1; San Roque, 7; y La Línea, 6. Como ya ocurriera en veranos anteriores, Chiclana y Tarifa siguen estando a la cabeza.
Merece la pena recordar que son los Consistorios los encargados de ordenar el litoral de sus correspondientes municipios de tal manera que compatibilicen la ocupación de los chiringuitos con el resto de servicios que concurren en la playa (kioskos, áreas de juego, duchas, lavapiés...), cubriendo así todas las necesidades de los usuarios.
Es, sin embargo, responsabilidad de la Junta llevar a cabo los protocolos de replanteo a través de los cuales se comprueba que los chiringuitos cumplen con todos los requisitos que exigen las normas. "Deben ser instalaciones de tipología constructiva desmontable -independientemente de que permanezcan abiertos todo el año si así lo estima el empresario en cuestión- y ocupar una superficie máxima de 150 metros cuadrados, donde no se computan aquellos emplazamientos de uso público y gratuito, como son por ejemplo los aseos o las pasarelas de acceso comunes, y sí se incluyen los elementos lucrativos y productivos de la instalación", detalla el responsable de Costas.
En conclusión, la Junta de Andalucía, en una apuesta decidida por dar respuesta al sector hostelero que opera en la costa gaditana, seguirá adoptando todas aquellas medidas que den soluciones efectivas a estos empresarios, "con los que el grado del cumplimiento roza el 80%", asegura Reyes. "De los 116 chiringuitos que han solicitado abrir en las playas de Cádiz, 90 instalaciones cuentan ya con su autorización resuelta favorable; sólo 16 están aún pendientes; y 10 están denegadas a expensas de algún aspecto técnico aún por limar", afirmó el responsable de la Junta de Andalucía.
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