Cádiz cierra 2022 con el peor dato de natalidad en 80 años
La mortalidad también baja, lo que reduce el dato negativo del crecimiento vegetativo
Lo que salva a la población en Cádiz
El pasado 2022 no fue un buen año para la natalidad. La provincia cerró este ejercicio con el menor número de nacimientos desde que el INE (Instituto Nacional de Estadística) tiene datos, por lo que se retrocede más de 80 años, hasta 1941.
Según el instituto estadístico, Cádiz concluyó 2022 con un total de 8.687, con un descenso de 217 respecto a 2021, y hasta 1.058 si lo comparamos con 2019, año previo a la pandemia de coronavirus, que trastocó todos los datos de nacimientos y mortalidad en el país.
A pesar del descenso, somos la novena provincia con un mayor número de niños y niñas recién nacidos. Teniendo en cuenta que en cuanto a población total estamos en octavo lugar, en este parámetro en 2022 nos adelantó Baleares, donde se cuantificaron 9.097 nacimientos.
El ránking lo lidera Madrid, con 52.228, y Barcelona, con 41.626. La capital sí tuvo un crecimiento positivo, frente al negativo en 587 pequeños en la capital Condal.
En Andalucía, Sevilla, la provincia más poblada, llegó a los 14.675 nacimientos, un millar menos que un año antes; Málaga, que acumula una década con un espectacular crecimiento de la población, llegó a 12.195, 400 menos que en 2021. Llama también la atención el empuje de Granada, con 7.119 nacimientos, con 36 en positivo.
En 1941, dos años después del final de la Guerra Civil y con el país hundido en una profunda crisis económica y social, en la provincia vivían 600 mil habitantes, la mitad que en la actualidad. A pesar de esta más que notable diferencia, se produjeron 14.429 nacimientos. La cifra fue aumentando a medida que le situación del país mejoraba (la económica) hasta lograr el récord en la década de los años 60 con más de 20.000 nacimientos al año. Tras la punta de 2006, con 14.741 niños, la cifra se ha ido hundiendo poco a poco.
Frente a esta cifra peligrosamente a la baja, la mortalidad cerró 2022 en la provincia con 11.207 fallecidos. Desde hace más de una década la curva es ascendente, especialmente en 2020 y 2021 con la incidencia del coronavirus. El control de la pandemia ha permitido que el pasado año se cerrase, por primera vez, con un descenso de los fallecimientos en un 4,02%, lo que son 486 menos que en los doce meses anteriores.
Es significativa esta cifra porque sitúa a la provincia como la que acumuló en 2022 en mayor descenso en la mortalidad respecto al año anterior.
Aunque Cuenca y Toledo han tenido datos superiores, un 10,10% la primera y un 4,90% la segunda, hay que tener en cuenta que ambas provincia venían de un año especialmente duro en esta zona del país debido a la pandemia. Quitando este efecto, el descenso de la mortalidad estaría por debajo al alcanzado en Cádiz.
En el conjunto del país sólo diez provincias han visto reducir el número de fallecimientos a lo largo del pasado ejercicio. De ellas cinco son andaluzas: Cádiz, Almería, Granada, Huelva y Sevilla.
Los datos de la provincia generan un crecimiento vegetativo negativo de 2.520 habitantes, producto de que se han producido más muertes que nacimientos a lo largo del año. Es la inmigración, especialmente de extranjeros, la que permite seguir incrementando el censo de la población, aunque se detecte en estos últimos ejercicios un aumento más mesurado que la década anterior.
El descenso de la natalidad va en paralelo al aumento de la edad de fallecimiento, lo que genera una población muy mayor en determinadas ciudades (la capital y varios pueblos de la Sierra, especialmente), con lo que ello supone de generación de un gasto extra para su cuidado. A la vez, si hay menos niños (algo que se está extendiendo por la mayor parte de las localidades de la provincia), comienza a repercutir en los centros de enseñanza, donde se ocupan menos plazas y se pone en riesgo la continuidad de algunos colegios.
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