Galería del crimen | Capítulo 22
Por el honor de nuestra vecina
Cádiz/En estos días de crisis social en la Bahía debido a la conflictiva negociación del convenio del sector del Metal, ha vuelto a ponerse sobre la mesa el eterno problema que tiene Cádiz para asentar una industria potente, sostenida y sostenible, con un empleo duradero que dé riqueza al conjunto de la ciudadanía.
Esta situación, en todo caso, no es nueva. La crisis de la industria en la Bahía de Cádiz es ya casi eterna pues se inició con toda dureza hace casi 45 años cuando en 1977, con la democracia recién recuperada, se anunció la primera reconversión en el Astillero de Cádiz, la gran joya de la economía no solo gaditana sino también regional. Y desde entonces se ha ido repitiendo de forma casi constante, agravada por crisis paralelas como la financiera, la inmobiliaria o la provocada por la pandemia de coronavirus.
En todo este tiempo, en la que para muchos es una de las provincias más ricas y con mayor potencial de España, ningún dirigente político, ni de aquí ni de los gobiernos regional y nacional, ha sido capaz de encontrar la fórmula para evitar o revertir esta decadencia, mientras la ciudadanía ha ido viendo como fracasaban planes de desarrollo regados con millones y millones de pesetas, primero, y de euros, después.
Pero tampoco es correcto limitar esta crisis a este periodo de nuestra historia. La apuesta industrial de la provincia, y especialmente la de la Bahía, ha chocado desde hace más de un siglo con una estructura de nuestra economía (agrícola y pesquera, sin apenas inversores de la tierra) que ha hecho inviable la creación de un tejido productivo con el ADN gaditano solvente y duradero. Cabe recordar aquí el plan que se elaboró en 1947, hace ya 75 años, cuando se anunciaron actuaciones en materia de infraestructuras y de desarrollo económico que o no salieron adelante o se fueron dilatando en el tiempo reduciendo con ello su importancia. Y todo mientras que las provincias vecinas sí crecían con mayor decisión.
Diario de Cádiz ha planteado a economistas, sindicalistas y veteranos políticos, conocedores muy directos de nuestra historia más reciente, una serie de preguntas con el objetivo de saber por qué estamos en esta situación y cuál es la salida que podemos tener. Y estas son las reflexiones de José de Mier, José Ruiz Navarro, Lola Rodríguez, José Antonio Barroso y Federico Linares a estas tres preguntas: 1: ¿Por qué se ha llegado a esta situación en la Bahía de Cádiz? 2: ¿Cuál puede ser la solución? Y 3: ¿Ha sido responsabilidad de la sociedad gaditana haber llegado a esta situación?
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