Cádiz da la talla con el 'Oasis of the Seas' el gigante de los cruceros
Navantia devuelve su esplendor al crucero en diez días tras repara los daños que sufrió en un accidente en Bahamas
Navantia Cádiz afianza su posicionamiento en el sector de la reparación de cruceros al culminar con éxito la varada del Oasis of the Seas, uno de los mayores cruceros del mundo, que hace apenas un mes sufrió graves daños en un accidente en un astillero de Bahamas.
El buque, propiedad de Royal Caribbean, retoma hoy su programación de cruceros desde Barcelona gracias a que la factoría gaditana ha estado a la altura del reto que le planteó el armador de limitar al máximo su estancia en el dique seco. En total, la compañía estima que la avería del Oasis of the Seas supondrá un impacto en sus cuentas de 52,4 millones de dólares –46,8 millones de euros–, según comunicó esta semana en la presentación de sus resultados trimestrales.
El accidente ocurrió el pasado 2 de abril en un astillero de Freeport (Bahamas) del que Royal Caribbean posee el 40%. El Oasis of the Seas reposaba sin pasajeros en un dique seco flotante donde se le había desmontado uno de sus azipod, una hélice unida a un bloque que puede rotar 360 grados y que facilita las maniobras del barco. El dique se hundió parcialmente y dos grúas portuarias impactaron contra la popa, provocando ocho heridos e importantes daños en balcones a ambos lados del buque y en las cubiertas superiores, así como en un teatro al aire libre.
La naviera se vio obligada a cancelar tres viajes programados para el mes de abril y reembolsar a sus clientes. Un equipo de Navantia se desplazó a Bahamas para evaluar los daños y si el buque estaba en condiciones de afrontar la travesía del Atlántico.
Finalmente, el crucero llegó a Cádiz el pasado 17 de abril sin el azipod que estaba siendo reparado en Bahamas. Su llegada coincidió prácticamente con la salida del Carnival Sunrise de la factoría.
Inmediatamente, el astillero gaditano se puso manos a la obra para preparar la cama del dique seco sobre la que reposaría el crucero. Esta labor llevó otros cuatro días hasta que el Oasis of the Seas pudo entrar en reparación, una maniobra dificultada por la avería del azipod. Con 361 metros de eslora y 41 de manga, sus dimensiones apuran al máximo la capacidad del dique cuatro del astillero de Navantia Cádiz. Apenas había diez metros de distancia entre el lateral del buque y la pared
Reparaciones realizadas
Entre los trabajos realizados en Cádiz, destaca la reparación del sistema de propulsión azipod que no se pudo culminar en Bahamas. Además, se ha tenido que reconstruir la estructura de la cubierta 16 así como los balcones de popa dañados tanto en babor como estribor por el golpe de las grúas. También se ha arreglado la grada del Aquatheater, el teatro al aire libre del buque, que sufrió desperfectos de entidad en el percance, así como la cubierta cinco y la cubierta de amarre, donde se han hecho labores de reparación de acero.
En la piscina de popa ha sido necesario reparar la estructura del vaso, el mamparo interior y la cámara de bombas, donde se han repuesto los cables dañados y se ha aprovechado la ocasión para mejorar su disposición. La línea de tirolina de babor ha sido renovada, y se han construido y montado nuevas plataformas de salto. Además, se han modificado las defensas de costado para facilitar el acceso del práctico. Por último, se han pintado ambos costados del buque por encima de la línea de flotación.
Cádiz se afianza en cruceros
La elección de Cádiz como astillero de reparación no es fruto del azar. Desde su introducción en el sector de la reparación de cruceros con la reforma del Prinsesse Ragnild en 1991, el astillero gaditano ha acumulado un gran prestigio en este negocio, uno de los que tiene mejores perspectivas dentro de la construcción naval. Precisammente, Royal Caribbean reservó hace un año un hueco en Navantia para ejecutar una gran reforma al Oasis of the Seas el próximo mes de septiembre.
En esa remodelación, que se prolongará durante un mes, se prevé renovar el interior del buque con nuevas atracciones en la línea de las introducidas por la naviera en el Symphony of the Seas, su hermano de clase y que entró en servicio el año pasado. Además, la factoría gaditana tiene una gran experiencia en la reparación de azipods. No en vano, ya se encargó de renovar estos elementos de propulsión en otro buque de la clase Oasis, el Allure of the SeasAllure of the Seas, en una gran varada ejecutada en la primavera de 2015.
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