Cádiz, el mayor saldo negativo de España en movilidad laboral

Cádiz y su éxodo laboral

Los gaditanos firmaron durante el pasado año casi 110.000 contratos laborales para trabajar fuera de la provincia l Varón, mayor de 45 años y sin estudios, el perfil más habitual

Presentación de La 11 Mil, en Cádiz, un movimiento de profesionales gaditanos que trabajan fuera
Presentación de La 11 Mil, en Cádiz, un movimiento de profesionales gaditanos que trabajan fuera / Joaquín Hernández 'Kiki'
Fernando Rufo

16 de diciembre 2018 - 19:31

“Desde el año 2001, Cádiz es la provincia que mantiene mayor saldo emisor y en 2017 se ha acentuado”. Esta es una de las frases incluidas en el informe de datos básicos de movilidad publicado por el Ministerio de Trabajo y que hace referencia al movimiento de trabajadores entre las distintas provincias españolas.

Ese análisis es claro: Cádiz fue el año pasado la que tuvo el mayor saldo negativo de las 52 provincias españolas. En total, 68.726 movimientos de gaditanos que fueron a trabajar fuera de Cádiz. Esto quiere decir que la diferencia entre quienes vinieron a la provincia a desempeñar su labor y quienes se marcharon fue la mayor de todas las provincias españolas. Según los datos, a lo largo del pasado año entraron en tierras gaditanas un total de 40.374 contratos. Esto sitúa a la provincia en el número 23 del país. Por contra, se produjeron 109.100 salidas laborales, siendo así Cádiz la séptima de España con mayor cifra. El resultado es el comentado, la provincia con mayor saldo negativo. Esto, además, da como resultado una tasa de movilidad que, en el caso de Cádiz, fue el año pasado del 11%, la sexta más baja de todo el país. Sólo fue peor en cinco provincias: las dos canarias más Badajoz, Pontevedra y Barcelona.

Hay que decir que el informe habla de movimientos laborales, lo que no tiene necesariamente que corresponderse con número de trabajadores. Un mismo trabajador podría suponer más de un movimiento laboral en función de la duración del contrato.

Otra lectura de estos datos se refiere al lugar al que los gaditanos salieron a trabajar el pasado año. Según el informe, la provincia de Sevilla fue la más elegida. En total se produjeron 32.407 movimientos. Le siguió Málaga, con más de 20.000; en tercer lugar, Madrid, con más de 12.000; y después aparecen, ya a cierta distancia, Huelva, Baleares y Barcelona.

El informe de movilidad analiza igualmente la ocupación por sectores de estos contratos laborales. Así, detalla que la industria tiene peso entre los desplazados de Huelva a Cádiz; mientras que la construcción manda entre los desplazados de Cádiz a Málaga y también a Baleares. Por último, el sector servicios es la referencia en los flujos de Granada a Cádiz.

En cuanto a la construcción, señala que los principales destinos han sido Madrid, Málaga, Baleares, Barcelona, Sevilla, Alicante, Valencia, Murcia, Bizkaia y Cádiz. La tasa de movilidad en 2017 ha estado tres puntos por encima de la media habiéndose incrementado. Los desplazamientos, como el conjunto de la actividad, están protagonizados por hombres y tienen una importante presencia los mayores de 45 años. Las principales ocupaciones son albañiles, peones de la construcción, trabajadores de las obras estructurales de construcción y encofradores y operarios de puesta en obra de hormigón, comercio al por mayor y al por menor; reparación de vehículos de motor y motocicletas.

En hostelería, los principales destinos han sido Madrid, Balerares, Barcelona, Málaga, Alicante, Girona, Sevilla, Cádiz, A Coruña, Valencia, Las Palmas, Granada, Murcia, Tarragona, Álava, Huesca, Almería y Toledo. Es la segunda actividad que ha generado un mayor número de desplazamientos y ha experimentado en el último año un incremento superior a la media, aunque su tasa de movilidad está casi cinco puntos por debajo de la media. Se muestra equilibrada en términos de género y con importante presencia de jóvenes. Las ocupaciones que han protagonizado los desplazamientos han sido las de Camareros asalariados, Ayudantes de cocina, Cocineros asalariados y Personal de limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos similares.

Trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores tienen sus principales destinos en Madrid, Barcelona, Baleares, Sevilla, Málaga, Alicante, Valencia, A Coruña, Girona, Bizkaia, Cádiz, Murcia, Granada, Toledo y Álava. Es el segundo grupo en volumen de desplazamientos y uno de los que mayor incremento ha experimentado durante el último año, presenta mayoría de mujeres y más de la mitad de los contratos se ha hecho a menores de 30 años.

Los flujos con mayor presencia de españoles son los que se dan entre Cádiz y Sevilla, entre A Coruña y Pontevedra, entre Ourense y A Coruña y entre León y Asturias. Una elevada proporción de españoles se mueve también en los flujos que van desde Cáceres a Madrid, Badajoz y Salamanca, desde Cádiz a Málaga, Madrid y Baleares, desde Córdoba a Baleares y Cádiz y desde Jaén a Málaga y Toledo.

De manera general, referido a la provincia, el informe detalla que en Andalucía se dieron flujos en ambas direcciones entre Sevilla y las provincias de Cádiz, Córdoba y Huelva, además de los de Cádiz y Sevilla hacia Málaga. Durante el último año, los mayores incrementos en valores absolutos se dieron, entre otros, en los desplazamientos entre Cádiz y Sevilla, y entre Cádiz y Málaga.

En el caso de la provincia, entraron el año pasado 26.736 contratos de hombres, por 13.638 de mujeres. Por contra, salieron 73.506 contratos masculinos, por los 35.594 de mujeres. Por niveles formativos, quienes más salieron el año pasado fueron aquellos con sólo estudios primarios o sin estudios (41.861), seguidos de cerca por quienes tienen educación secundaria (32.484). Con ciclos formativos salieron 15.097 contratos, con educación superior lo hicieron 11.239 y, por último, 8.221 con bachillerato.

Por último, en categorías profesionales, quienes más salieron de la provincia el año pasado fueron trabajadores no cualificados (33.417), seguidos por trabajadores de restauración y vendedores (26.693); y, en tercer lugar, trabajadores de la construcción y artesanos manufactureros.

Este informe también ha sido analizado por la empresa experta en recursos humanos, Randstad. Asegura que por provincias, Cuenca, Toledo, Huesca, Lleida, Guadalajara y La Rioja son las únicas regiones que alcanzan una tasa de movilidad superior al 25%. Mientras que con las menores cifras, por debajdo de los dos dígitos, se sitúan Badajoz, Barcelona, Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.

En el caso de las provincias andaluzas, Almería (17,2%), Córdoba (14,1%) y Jaén (14%) son las que registran las tasas de movilidad más elevadas. Sevilla (13,7%), Huelva (13,6%) y Granada (13,2%) se sitúan en el entorno de la media de Andalucía, mientras que Málaga (12,3%) y Cádiz (11%) son las que cuentan con la tasa más baja.

El análisis llevado a cabo por Randstad diferencia entre dos tipos de regiones o provincias, las receptoras y las emisoras. Las receptoras son aquellas que reciben más profesionales de los que se marchan a trabajar a otra provincia; mientras que las emisoras son aquellas regiones de las que salen más trabajadores de los que entran.

Actualmente, las principales provincias receptoras de empleados son Madrid y Barcelona, con un saldo positivo de 233.810 y 85.920 trabajadores, respectivamente. Le siguen Baleares (56.483), Murcia (45.393) y Álava (24.313). En España hay diecisiete provincias receptoras. En el lado contrario, se sitúan Cádiz y Toledo, con saldos negativos de 68.726 y 43.960 trabajadores, respectivamente. A continuación, se sitúan Alicante (37.897), Sevilla (31.876) y Córdoba (31.198). En el caso de Andalucía, Málaga y Huelva son las únicas provincias receptoras, con 14.324 y 3.259 contratos, respectivamente.

Destinan 16 millones para retener población rural

No es para tanto, vino a ser la respuesta del Gobierno a una pregunta del grupo parlamentario de Ciudadanos realizada a raíz de los datos publicados en este periódico sobre la pérdida de población joven por motivos laborales.

En su respuesta, el Gobierno desgranaba estas cifras: “La población entre 20 y 29 años en la provincia de Cádiz era el pasado 1 de enero de 137.166 habitantes, lo que representa el 11,% de la población total de la provincia. Por tanto, en el año 2017 las migraciones interiores del grupo de edad de 20 a 29 años suponen una reducción del -1% de dicha cohorte de edad”.

Esto, según el Gobierno, es un fenómeno generalizado:“Los flujos migratorios con origen y destino en la provincia de Cádiz en la última década se explican, fundamentalmente, por movimientos vinculados al empleo, hacia provincias con mayor población y, a priori, mayores mercados de trabajo, así como al periodo formativo de las personas”.

La principal preocupación desde Madrid en este aspecto tiene que ver con el ámbito rural y donde se está produciendo un alto índice de despoblación. Esto también está sucediendo en la provincia de Cádiz, pero no de forma tan dramática como en otras provincias. El problema de la provincia es que se produce en los ámbitos urbanos. Aún así, el Gobierno recuerda que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y en el marco del Programa de Fomento de Empleo Agrario y zonas rurales deprimidas (PROFEA), que intenta reducir los desequilibrios regionales de las zonas rurales deprimidas, “se ejecutó en el año 2017 un presupuesto de 222 millones. De este Programa, del que Andalucía es beneficiaria, se destinaron a la provincia de Cádiz un total de 16 millones. Para el presente año, el presupuesto previsto para este Programa es de 225 millones”· A Cádiz se le ha incrementado la dotación en 400.000 euros.

Por lo demás, el Gobierno hace una declaración general de intenciones en la que se propone el Gobierno tiene entre sus objetivos fundamentales afrontar el reto demográfico, desde una perspectiva integral de los fenómenos demográficos así como orientar la garantía de la igualdad de derechos y oportunidades de los habitantes en cualquier territorio. En este contexto, es prioridad del Gobierno poner en marcha todas aquellas medidas que posibiliten “la mejora de la calidad de vida y el desarrollo de oportunidades que posibiliten el mantenimiento de la población en sus ámbitos de vida.

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