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"Cádiz no puede ser igual tras el ITI"

FORO DE CÁDIZ. IRENE GARCÍA, PRESIDENTA DE DIPUTACIÓN

La máxima responsable de la institución provincial reclama "diálogo" como herramienta de crecimiento económico Considera que la inversión europea supone una oportunidad histórica

Irene García, en un momento de su intervención, ayer noche en la Casa Pemán.
Pedro Ingelmo Cádiz

11 de diciembre 2015 - 05:01

"Me ha encantado el discurso. Se lo compro todo". Quien hablaba así era Javier Sánchez Rojas, presidente de los empresarios de la provincia y que hace unas semanas en el mismo Foro de Cádiz, organizado por el Grupo Joly, el Casino jerezano y Cajasol, que ayer protagonizó la presidenta de Diputación, la socialista Irene García, apuntó en la misma dirección: diálogo, esfuerzo, creación de empresas con músculo, fin de los localismos, creérnoslo...

En la abarrotada sala de conferencias de la Casa Pemán, García hizo un llamamiento a "reconocer errores pasados, ser autocríticos" y, sobre todo, a "la unión, la lealtad institucional y a trabajar todos juntos". Por eso, a pesar de estar en plena campaña electoral, apenas si deslizó críticas a otras formaciones políticas, a las que invitó a sumarse a un "proyecto de futuro" cuyo único objetivo es sacar a la provincia de un hoyo al que puso cifras: 220.000 desempleados según la EPA, un 37% de paro, diez puntos más que la media andaluza, dieciséis puntos más que la media nacional, siete ciudades de la provincia entre las quince con más paro de España.

Según la presidenta de Diputación son números oscuros que no se explican bien si se hace una fotografía en color: crecimiento de un 10% del turismo con respecto al año anterior, buena posición en industrias estratégicas como la naval y la aeronáutica, dos zonas portuarias, de las cuales una es la primera del país, primera provincia exportadora andaluza, dos grandes parques tecnológicos... "¿Qué es lo que ha pasado, qué es lo que hemos hecho mal?, ¿podemos salir de este letargo?", se preguntó.

La pregunta era importante porque considera que sin conocer los pasos que se dieron mal en el pasado es difícil emprender un nuevo camino que tiene ante sí "una oportunidad histórica". Esa oportunidad tiene tres siglas: ITI. Inversión Territorial Integrada. Este nombre rimbombante tiene tras él fondos europeos contantes y sonantes aportados para proyectos concretos en la provincia, conseguidos con el impulso de la Junta y el apoyo del Gobierno central. Un ejemplo de la palabra que más veces utilizó García en su discurso, seguido con atención por numerosos alcaldes de la provincia: diálogo.

La presidenta de la institución provincial tiene muy claro que esa inversión europea es una palanca para el progreso de Cádiz, un trampolín para hacer crecer las empresas ya existentes y dotarlas de músculo y de crear otras nuevas. "Después del ITI, después del empleo de esos fondos, nada puede ser igual que antes porque si no somos capaces de aprovecharlo para dar este impulso necesario y no perpetuarnos en esta situación insostenible, será el fracaso de todos, de absolutamente todos, de todos los políticos, de la sociedad, del mundo empresarial, sindical... No nos lo podemos permitir".

Y ella sabe que existe desconfianza. Asegura ser también "eso que dicen ahora que es una persona normal. Siempre lo he sido. Vivo en el mismo piso que compré cuando me casé, voy a la misma carnicería y a la misma frutería... y escucho a la gente y sé que la gente desconfía. Pero es el momento de decir que esta vez no va a ser lo mismo proque hemos dejado pasar muchos trenes y éste no lo vamos a dejar pasar".

Detalló, uno por uno, todos los sectores que tienen billete para este tren. En el fondo, son todos. Más impulso aún a la industria aernátuica y naval para anclarla aquí; una mirada a los sectores tradicionales de la agricultura, la pesca y la ganadería, ayudándoles al empleo de la tecnología en unas producciones que dejarán en la provincia el valor añadido; defensa y promoción de actividades diferenciales tan exclusivas como el vino del Marco de Jerez, la marroquinería de Ubrique, las almadrabas o el retinto; descubrir grupos de trabajo que apuesten por energías renovables o competiciones de nuevos deportes emergentes relacionados con el viento y el mar.

Irene García pidió el apoyo de todos, pero hizo una especial mención al papel fundamental que tenía que jugar la Universidad. Se dirigió directamente al rector, Eduardo González Mazo, presente en la conferencia, para pedirle que no permitiera a la Universidad descolgarse. Al igual que el presidente de los empresarios, el rector de la Universidad escucha la misma frecuencia con la que emitía ayer Irene García. El cambio generacional que destacó el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, al presentar a la presidenta de Diputación, que cuenta con sólo 35 años, parece estar detrás de este giro de discurso en el que se arrinconan las batallas entre pueblos y, a ser posible, entre formaciones políticas.

Para García, nada se puede hacer sin ayuda. Su llamamiento a la unidad tiene que ver con que "fuera de la provincia se escuche una sola voz clara y determinada". Un coro desafinado crearía desconfianza. Para conseguir esa sola voz, dijo García, Diputación puede contribuir a través de mecanismos que, a su parecer, o no existían o estaban difuminados. Puso como ejemplo el consejo de alcaldías, que ha arrancado con buena dinámica. Ese consejo debería ser un antídoto contra ese localismo que ha llevado a guerras singulares, todas perdidas. El otro instrumento sería el consejo económico y social. Juntando los acuerdos salidos de esos consejos se podría decir que Cádiz tiene claro el camino que tiene que seguir, un escaparate con una batería de iniciativas que generaría confianza primero en nosotros mismos y, después, entre posibles inversores exteriores que tienen "una imagen deformada de lo que es la provincia, que tiene más que ver con la foto en blanco y negro que con la foto en color".

En su alegato final, García aseguró que "no se trata de ser lo que no somos, tampoco se trata de reinventarnos porque ya estamos inventados. El cambio empieza por uno mismo. La Historia nos dice que Cádiz ha prosperado y ha sido grande cuando ha mirado hacia fuera. Es hora d recobrar esa parte de nuestra Historia y recuperar el tiempo perdido. Hacer lo que siempre hemos sabido hacer y volveremos a hacer. Crear nuevos proyectos y saber ejecutarlos. Nada puede ser igual para la provincia después de los próximos años".

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