Cádiz es la segunda capital andaluza con el IBI más caro, según la OCU

Un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en las ocho capitales andaluzas advierte de significativas diferencias en los tipos impositivos del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Así, para una vivienda urbana con una base liquidable de 80.000 euros, sin bonificaciones, el importe del recibo del IBI varía entre los 360 euros en Málaga (con un tipo del 0,451%) y los 624 euros en Huelva (0,78%). Para el resto de las capitales las diferencias también son altas: 388 euros en Almería (0,485%), 419 euros de Córdoba (0,5236%), 520 euros en Jaén (0,65%), 522 euros en Granada (0,653%), 541 euros en Sevilla (0,6758%) y 592 euros en Cádiz (0,74%).

El estudio también arroja grandes diferencias entre municipios españoles. Para este mismo caso tipo, el recibo oscilaría entre los 147 euros de San Sebastián y los 774 de Lérida.

No es la única diferencia. Según la OCU, las bonificaciones sobre el Impuesto de Bienes Inmuebles también pueden ser muy distintas según el municipio.

Bonificación por vivienda de protección oficial. La ley contempla tres años de reducción del 50% del IBI. Pero mientras que Córdoba, Cádiz, Málaga y Granada admiten 5, 3, 3 y 2 años más de bonificación respectivamente, el resto de las capitales no contemplan ninguna ampliación de este beneficio.

Bonificación por familia numerosa. Puede traducirse en una reducción de hasta el 90% del recibo, tal y como sucede en la mayoría de las ciudades. Sin embargo, en Málaga el máximo aplicable es del 50%.

Bonificación por instalación de energía solar. Suele implicar una reducción del 50% del IBI en la vivienda habitual durante varios años (a veces también en segundas residencias), pero de nuevo, en Málaga, es menor: del 15%.

Bonificación por domiciliación bancaria. Puede traducirse en un descuento de hasta el 5% del recibo, tal y como sucede en Granada y Sevilla; y del 2% en Cádiz. Pero no se contempla en el resto de las capitales.

5 medidas para reducir el IBI

El IBI se calcula aplicando al valor catastral del inmueble, un tipo impositivo que varía según el lugar donde se encuentre y si se trata de un inmueble urbano o rústico. Sobre el resultado, según el municipio y las circunstancias, se pueden aplicar o no algunas bonificaciones.

¿Es posible reducirlo? Algo se puede hacer como por ejemplo:

1. Verifica que los datos catastrales del inmueble son correctos; puedes consultarlos en la sede electrónica del Catastro. Puede ocurrir que contengan algún error, por ejemplo, una superficie demasiado grande, un año de construcción equivocado, etc. Esos errores pueden hacer que el valor catastral sea más alto de lo debido y por consiguiente, también el IBI.

2. Domicilia el pago del IBI en una cuenta bancaria, ya que los ayuntamientos pueden dar una bonificación de hasta el 5% de la cuota por ello, y también por pagar el impuesto anticipadamente.

3. Comprueba que se aplica la bonificación del 50% obligatoria durante los tres primeros años que sigan a la calificación definitiva si tu vivienda es de protección oficial. Además, asegúrate de que la bonificación se prolonga todo el tiempo que sea posible.

4. Si has instalado en el inmueble sistemas de aprovechamiento térmico o eléctrico de energía solar, infórmate de si tu ayuntamiento es uno de los muchos que aplica una bonificación por ello y de cuáles son los requisitos.

5. Si la tuya es una familia numerosa, también tienes posibilidades de ahorrar, pues hay una bonificación muy extendida y no siempre igual de jugosa, para las familias numerosas. Las condiciones son muy variadas e influyen factores como el número de hijos o la renta familiar.

Para terminar, recuerda que es posible tomar otra medida que no siempre permite ahorrar, pero sí hacer cuadrar las cuentas: fraccionar el pago del IBI.