Calcular a mil por hora

Educación Experimento en la ESO

El nuevo método matemático que prescinde de las cuentas y que se ha experimentado en algunos centros de primaria de la provincia arroja sorprendentes resultados en el cálculo mental entre los alumnos

Uno de los alumnos del colegio Andalucía siguiendo el método ABN en la pizarra.
Uno de los alumnos del colegio Andalucía siguiendo el método ABN en la pizarra.
Pedro Ingelmo / Cádiz

05 de julio 2010 - 05:01

En el ordenador del inspector de Educación Jaime Martínez, un veterano del gremio que ha inventado un nuevo método de cálculo bautizado como ABN, hay un vídeo sorprendente. Una profesora se dirige a sus alumnos de ocho años lanzándoles a bocajarro sumas del estilo de 932 + 721. Las respuestas son inmediatas. Es una cascada de resultados. Tú, ahora tú, ahora tú. Jaime Martínez bautiza esta imagen como 'el coro'. Hace sólo unos meses Martínez tenía un vídeo parecido, pero entonces el 'título' era 'los tres tenores y la soprano' porque eran los únicos niños que eran capaces de calcular a esa velocidad. Ahora son todos los que calculan a la velocidad de la luz. Le tengo que preguntar a Jaime si los resultados que están dando son correctos porque a ese ritmo endiablado no puedo seguirlos. "Lo son. La profesora tenía un listado con las soluciones porque ella no podría haber seguido mentalmente la capacidad de cálculo de los niños". Estos niños no son superdotados. Son niños normales de un colegio de un núcleo obrero, el centro Andalucía, en la barriada de La Paz, que como en el colegio Carlos III, en El Mentidero, nunca han hecho cuentas tradicionales. Desde su entrada en primaria han conocido el cálculo a través del sistema ABN. Ante los resultados, el colegio Andalucía decidió en claustro declararse centro ABN. No utilizarían otro método. Ni hablar de cuentas. "¿Y si estos niños tuvieran que ir a otro centro y cambiar este sistema por el de las cuentas?". "Una vez que aprenden este sistema, en cuanto se le explican las cuentas las aprenden al momento, aunque no entienden que se calcule de esa manera tan enrevesada pudiendo calcular de ésta".

Durante el pasado mes de junio, las maestras Concha Sánchez y Apolonia Pinteño midieron a sus chicos con los de dos de los mejores centros de la provincia. Fue la última prueba del curso. Los resultados no dejaban lugar a dudas. Los alumnos ABN obtuvieron mejores resultados en todas y cada una de las pruebas realizadas, con especial diferencia en la resolución de problemas. "No tanto en el resultado, que también, sino en el razonamiento sobre la cuestión planteada". El secreto, según Martínez, que lleva dándole vueltas desde mediados de los 90 a este nuevo método de cálculo que ahora arroja sus frutos, está en que los niños en ningún momento ven números, "sino objetos. Los números significan algo, son útiles y que ellos piensen eso me hace a mí sentirme útil como no me he sentido en toda mi vida", afirma con orgullo este hombre entusiasta que muestra operación tras operación de sus chicos como si en cada una de ellas estuviera la expresión definitiva de un artista. "Cada niño es libre de calcular como desee, lo importante es llegar a una meta, a un resultado correcto y eso permite muchos caminos". Diario de Cádiz ha seguido este experimento desde el pasado mes de febrero, cuando se publicó el reportaje Mueran las cuentas, vivan las matemáticas. "Desde entonces no ha parado de crecer el interés por la aplicación de este sistema. El próximo año tendremos muchos más centros que han visto que los resultados están ahí, que los niños avanzan más rápido, que dominan decimales y divisiones sin que les resulte un engorro. Que se divierten calculando".

Los datos son los siguientes. En un operación como 576 + 352 los chavales de 8 años del ABN consiguen un 70% de acierto total, frente a un 50% de aquellos que se han adiestrado en las cuentas tradicionales. Si se ponen a dividir 628 entre 2, los de ABN logran un 85% de acierto frente a un 29% los otros alumnos. Hay un problema en esta evaluación que llama especialmente la atención. Vamos a plantearlo, recordando que estamos hablando de alumnos de 2º de primaria. "Dos hermanos son tan gemelos que tienen el mismo dinero en la hucha. Entre los dos reúnen 378 euros. ¿Cuánto dinero hay en cada hucha?" El planteamiento no es tan sencillo para niños de esta edad. Hay que dividir entre dos. A esa conclusión llegaron tres de cada cuatro alumnos de los centros ABN, todos centros públicos. Pues bien, entre los niños de los colegios que tuvieron el coraje de hacer la prueba ni uno sólo de los niños comprendió el problema. Jaime Martínez es muy claro: "Son excelentes colegios en los que los chicos tienen un nivel alto y reciben una estupenda enseñanza. Pero no podían saberlo porque su metodología no les permite ir tan rápido como la nuestra".

A finales de curso, Jaime Martínez se ha atrevido con operaciones con decimales. Para ello ha usado planteamientos con euros. "Los niños saben manejar el dinero y los céntimos, por lo que se les hacía muy sencillo. No se trataba de una abstracción, sino algo de uso cotidiano. Curiosamente, en algunos centros donde van chicos de familias muy humildes, encontramos algunas dificultades por la sencilla razón de que eran niños que nunca habían comprado nada".

Los últimos días de curso son gratificantes para los profesores. Las madres hacen fiestas y regalos a los tutores de sus hijos. Los niños dibujan prados con flores y soles y en esos dibujos la maestra es el personaje central. En el último consejo escolar del curso, una madre que representaba a las familias intervino para que constara expresamente su agradecimiento hacia una de las 'maestras ABN'. Reconoció que al principio habían tenido sus dudas sobre el método, que no entendían que sus hijas no hicieran las cuentas de toda la vida, que fueran empleadas como 'cobayas'. Y, apartir de ahí, empezaron las palabras celestiales: "A esta edad las niñas quieren ser bailarinas o modelos, pero nuestras nuiñas dicen que de mayor quieren ser profesoras de matemáticas". Y a la maestra casi se le escapa la lagrimilla. Jaime está convencido den que en días como esos, "ëste es el mejor trabajo del mundo".

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