Chiclana a caballo, de la pista al corazón
Además de ser un deporte de competición, la hípica se emplea como terapia asistida para fomentar el aprendizaje de los niños con patologías
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Chiclana/La equitación, más allá de ser un deporte, es el arte de montar a caballo. Hoy en día, la hípica ha ido adquiriendo relevancia gracias a las competiciones y las carreras que se celebran tanto a nivel nacional como internacional. De hecho, en Chiclana, este negocio se ha ido fomentando con el paso del tiempo. En un principio tan solo contaba con un único club, la Yeguada La Patiña, sin embargo, en la actualidad han proliferado, encontrándose operativos algunos como el Cortijo La Yeguada, Hípica J.F, El Sotillo, la Asociación Hípica y Terapéutica Santa Ana, el Royal Center Hípica o el Centro Ecuestre Americano.
A lo largo de los últimos años, la hípica ha experimentado una notable trasformación debido a la gran demanda por parte de la población. La industria del caballo tiene un gran impacto económico en España, ya que genera alrededor de 7.000 millones de euros anuales y ofrece cerca de 150.000 puestos de trabajo, según el último estudio realizado por la Real Federación Hípica Española en marzo de 2022.
Dentro de la hípica, el caballo juega un papel fundamental, ya que fomenta actividades económicas relacionadas con el ocio de naturaleza, con la práctica deportiva, con el turismo o incluso con la salud en el caso de la hipoterapia. Asimismo, aporta numerosos beneficios para la conservación y el mantenimiento del entorno natural y social donde está presente.
Igualmente, el caballo es un factor de integración social muy importante que facilita la comunicación, el aprendizaje y la integración de los niños que padecen alguna patología a través de las terapias asistidas. Lo que permite que el alumno pueda trabajar la concentración, el equilibrio y la motricidad, consiguiendo establecer un vinculo y una conexión con el animal.
Los centros hípicos de Chiclana, tanto públicos como privados, no solo ofrecen clases de formación en cualquiera de las tres disciplinas olímpicas, doma vaquera o clásica, salto o concurso completo, sino que también ofrecen rutas a caballo por las costas de la playa de La Barrosa para contemplar los atardeceres entre sus pinares.
Recorriendo los clubs de Chiclana, este medio ha tenido la oportunidad de conocer algunos de estos, además de conversar con sus dueños y trabajadores acerca de lo que supone la industria del caballo en este municipio y la labor que realizan día a día.
Asociación Hípica y Terapéutica Santa Ana
La Asociación Hípica y Terapéutica Santa Ana nace en el año 2014 de la mano de su propietaria, María Mora Aranda. La asociación surge de la petición de algunos padres con niños con parálisis cerebral ante el requerimiento de contar con un centro especializado en terapias, ya que la provincia de Cádiz no dispone de todos los necesarios.
Hoy en día es un centro de ayuda mutua dedicado específicamente a las terapias asistidas con caballos. Son terapeutas ecuestres, aunque sí que existen otros centros de terapias ocupacionales en la zona, pero ellos no se centran en la rehabilitación física.
El mecanismo que emplean para un niño con parálisis no es el mismo que para un niño con autismo. María explica que en el caso de un menor con parálisis cerebral, dado que no mantiene el tronco, aplican la llamada monta gemelar, que consiste en que el usuario va acompañado de un terapeuta, es decir, éste va sujetándolo en todo momento, hace de su columna vertebral. Lo bueno que tiene el caballo es que mueve 180 músculos por minuto y es el único animal que asemeja el paso con el de la persona, por ello, "conseguimos que un niño que nunca ha andado sienta ese impulso nervioso". En el caso del autismo depende del tipo; en términos generales, "si tienen problemas de comunicación y lenguaje, nos centramos en la concentración y motricidad", afirma María. El sistema que emplean es una simple orden en donde la palabra mágica para que el caballo ande es 'paso'.
Los servicios que ofrecen son clases de hípica, las cuales están divididas en dos direcciones, una destinada a la competición y la otra, a la hípica adaptada, y también servicios de adiestramiento y manutención de los caballos. Asimismo, participan en varios campeonatos, como por ejemplo el Sunshine Tour celebrado en Montenmedio, donde debutó María a nivel internacional el pasado fin de semana. Esta asociación consiguió el año pasado organizar, junto con la ayuda de otros clubes, una liga local de salto y doma para fomentar y promover este deporte.
Royal Center Hípica
En el tema más relacionado con las competiciones se encuentra el Royal Center Hípica, situado en el Novo Santi Petri y fundado en el año 2012 bajo la dirección de José María Martínez. Este club cuenta con seis pistas, dentro de las cuales están la de salto y doma, 40 cuadras y un caminador.
En lo que respecta a los servicios, José comenta que el centro dispone de un restaurante, una tienda, una sección destinada al pupilaje y doma vaquera, clases de equitación, rutas por la playa y los pinares y cursos de formación técnico deportivo en hípica. "También realizamos espectáculos ecuestres y organizamos eventos que suelen ser a nivel de campeonatos de Andalucía", recalca.
Asimismo, ofrecen campamentos de verano y visitas de colegios de toda la provincia. Consiguen que los niños pasen unos días fabulosos rodeados de la naturaleza y los caballos.
El centro tiene seguros para caballos. Todos los profesores son técnicos deportivos titulados y están dados de alta por la Seguridad Social. "Tienen todo tipo de seguro en caso de accidente", según cuenta el propietario del complejo.
Tanto José María como algunos alumnos del club compiten a nivel nacional e internacional, de hecho, su hijo, Pablo Martínez Muriel, obtuvo la mejor clasificación española en el Campeonato de Europa. De la misma forma, cuentan con un grupo de competición de salto y con otro de competición de doma.
Algo que destaca en comparación con el resto de los clubes de Chiclana es el hecho de que realizan exámenes de galope, titulación que acredita el nivel de equitación que una persona tiene; además, está reconocido internacionalmente. Para conseguir esta titulación hay que pasar tres exámenes, uno teórico, otro práctico y un último de manejo. Hay galopes para las tres disciplinas olímpicas y el máximo es el galope siete.
Centro Ecuestre Americano
Un centro que acoge caballos provenientes de refugios y albergues es el Centro Ecuestre Americano de Ana Martínez, que lleva abierto desde hace tres años para dar una segunda oportunidad a los animales más desfavorecidos. "Un día nos llegó una noticia a través de las redes sociales de un caballo en mal estado y decidimos recogerlo y ayudarle en su recuperación". Por este motivo, este complejo se centra específicamente en la rehabilitación de los animales a través de la hípica y el contacto con los niños.
Ana comenta que el centro ofrece clases de hípica tanto a nivel básico inicial como intermedio y organiza diferentes rutas a caballo. La primera ruta dura una hora y recorre el Coto de La Isleta, si bien hay paseos más largos por las marismas o las playas de Roche. Por último, hay una ruta más especial basada en la convivencia que permite ver cómo se crían los equinos en el centro.
Asimismo, han trabajado con algunas asociaciones, como Jauja, Upace y Huerta del Rosario. Con ello persiguen que los niños con patologías lleguen a conectar con el caballo e interactúen con el ejemplar no solo desde la perspectiva deportiva. Ana Martínez, gerente del centro, menciona que es muy interesante ver cómo un caballo interacciona con las personas en función de su edad. "Son animales muy nobles de los cuales puedes aprender muchas cosas", asegura.
"El principal objetivo es cambiar la forma de ver a los caballos, estos tienen muchos beneficios, pero a día de hoy se les trata como objetos de competición y se les doma muchas veces a la fuerza. Queremos que no solo se les asocie a ese ámbito competitivo, sino también considerarlos como un animal de compañía", concluye la responsable del centro.
"La hípica no es nada cara"
La principal dificultad a la que se enfrentan los centros hípicos de Chiclana es la subida de pienso y paja debido a la guerra de Ucrania, de hecho, María Mora dice que "ahora pagan 7.000 euros por un pajar tres veces más pequeño, cuando antes su valor era de 5.000 euros".
En lo que respecta a la promoción de esta industria, la mayoría de los jinetes opinan que es necesario poner en marcha algunas iniciativas que fomenten y visualicen este deporte a través de la televisión o la radio. Además, piensan que lo ideal sería que el Ayuntamiento de Chiclana realizara algunas actividades o cursos durante el año para que los más pequeños se involucren en este mundo. "Es cierto que algunos campeonatos, como el Sunshine Tour, sí que lo promueve, pero lo hace de forma privada, por lo que faltaría esa promoción a nivel federativo", asegura María Mora Aranda.
Otra necesidad que reclaman es más "ayudas a los deportistas por parte de las federaciones", aunque existen subvenciones para los jinetes, no están lo suficientemente publicadas y difundidas. "Muchos de ellos tienen que darse a conocer por su cuenta".
José María Martínez, del Royal Center, cree que lo importante es inculcar la hípica y resalta que "no es nada cara, como mucha gente se piensa, cualquier chico puede montar una vez a la semana por 50 euros al mes. La equitación ya no es tan elitista, independientemente del tipo, ya sea doma, salto o completo, como hace años, ahora cualquiera puede acceder a un paseo a caballo o dar clases de formación".
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