Chiclana vuelve a llevarse la peor parte de las intensas lluvias de ayer

Al igual que sucediera en la jornada del lunes, Chiclana volvió a convertirse ayer en la localidad gaditana más perjudicada por las intensas precipitaciones que azotaron a toda la provincia y que se acrecentaron por la tarde. También El Puerto se vio sorprendido por el fuerte aguacero caído a primera hora de la noche.

De las más de 90 intervenciones contabilizadas ayer por los bomberos en toda la provincia, casi la mitad de ellas se registraron en Chiclana. A diferencia del lunes, ayer no fueron necesarios desalojos de viviendas, aunque sí fueron muy numerosos los achiques de agua en garajes, comercios, domicilios particulares y la red viaria, donde grandes charcos dificultaron enormemente el tráfico rodado.

Un día más, decenas de coches se quedaron atrapados en las carreteras chiclaneras. Durante toda la mañana, las precipitaciones en la localidad no fueron excesivas; sin embargo, a partir de las cuatro de la tarde y hasta cerca de las cinco las precipitaciones, en momentos con granizos, fueron intensas y no dieron tregua para que desaguara tanta cantidad de agua a través de las alcantarillas.

La Policía Local hacía lo que podía para vigilar y regular la circulación en numerosas carreteras anegadas, tanto en el casco urbano -en especial en el acceso al polígono Urbisur- como en zonas del extrarradio, sobre todo en La Rana Verde. Los bomberos, por su parte, tuvieron que achicar agua a la entrada del colegio Isabel la Católica y emplearse a fondo para desaguar en la Cuesta del Matadero, las calles Galicia, Reina Fabiola, Rioja, Cuzco, Avenida de los Enamorados, Camino del Pato Silvestre, Callejón Huerta del Rosario y prolongación del Marquesado. Los achiques de vivienda se localizaron en Callejón de la Pedrera, Camino Montellano, calle Soria, callejón de los Maduros, Arquillo del Reloj, la céntrica Plaza de España, calle Alamillo y en Puerto Serrano, 37. Asimismo, vecinos de la calle Cabo de Gatas, en Majadillas Bajas, tuvieron que llamar a los bomberos para que derribaran un muro que hacía de contención del agua y que ponía en peligro de inundación a cerca de 20 casas. Los Gallos, el Camino de la Soledad y El Pilar también padecieron una vez más los chubascos y algunos vecinos colocaron tablas en las puertas de sus casas para que no accediera el agua. Del mismo modo, el parque empresarial de Las Salinas, frente al McDonald's, quedó totalmente anegado, al igual que otras zonas del centro donde se divisaban torrentes de agua. Todo ello obligó a cortar al tráfico durante un tramo de la jornada el acceso a la ciudad por la Avenida del Mueble.

En El Puerto, la lluvia llegó a alcanzar sobre las 20.00 horas una intensidad de más de 66 litros por metro cuadrado. Rayos, truenos y relámpagos se sucedieron con leves intervalos durante buena parte de la tarde, siendo sin embargo la lluvia lo más preocupante ya que en la cortina de agua impedía que las alcantarillas evacuasen el agua al mismo ritmo que caía.

Zonas como la avenida de la Bajamar o la avenida del Ejército, además de muchas calles más, quedaron cubiertas de agua. Sí fue necesario, según explicó el concejal de Policía Local, Carlos Montero, cerrar al tráfico el camino de servicio de La Florida, ya que el torrente de agua que traía hacía peligrosa la circulación. También hubo que achicar agua de una vivienda de la avenida de la Bajamar, en otra de La Caridad así como en el patio del hospital San Juan de Dios, que se encontraba cubierto de agua.

Pero lo más grave quizás fue el estado en el que quedó la travesía de la antigua N-IV, entre la rotonda del parque de bomberos y Valdelagrana, que obligó al filo de las diez de la noche a cortar al tráfico el acceso al casco urbano desde las dos direcciones. También antes varios vehículos habían quedado atrapados en la rotonda situada antes del centro comercial El Paseo, a la altura de la Valenciana, que se encontraba cubierta de agua y en la que quedaron retenidos hasta quince vehículos a la espera de que dejara de llover y los bomberos pudieran evacuar el agua. También fue necesario cortar al tráfico el Camino del Juncal y los vehículos fueron desviados por rutas alternativas.