Colectivos conservacionistas reclaman la recuperación de la antigua laguna de la Janda

Entre 150 y 200 personas pertenecientes a diversos colectivos conservacionistas han vuelto a reivindicar con una marcha, la recuperación de las 6.165 hectáreas de los terrenos que ocupó hasta mediados del siglo pasado la antigua laguna de la Janda y que el Tribunal Supremo (TS) de España en 1967 ya catalogó como Dominio Público Hidráulico.

Con motivo de la conmemoración, el pasado 2 de febrero, el Día Mundial de los Humedales, los grupos y asociaciones AEMS-Ríos Con Vida, AGADEN-Ecologistas en Acción, Asociación de Amigos de la Laguna de la Janda, Ecologistas en Acción, Fundación Savia, Greenpeace, Red Andaluza de Nueva Cultura del Agua y SEO/BirdLife, han realizado una marcha de protesta que recorrió una pequeña parte de lo que fue este humedal que da nombre a la comarca jandeña.

Con esta tercera marcha, reclamaron que la Junta de Andalucía y el Gobierno de España cumplan con su obligación de defender, recuperar y restaurar estos terrenos de dominio público actualmente cultivados por empresas privadas sin contar con concesión administrativa para ello, según han expuesto miembros de estos colectivos.

La marcha discurrió por terrenos de los municipios de Barbate y Vejer, por el camino de servicio del canal Colector del Este de la laguna de la Janda. Se inició junto a los dos enormes desagües que vacían la laguna en el caso de que, de nuevo, pudiese acumular agua y se terminó a unos cinco kilómetros laguna adentro.

La laguna de la Janda fue el mayor humedal de España y le da nombre a toda una comarca gaditana, pero hoy es desconocida hasta para los propios jandeños, según se ha expuesto. Ocupa más de 9.000 hectáreas, de las cuales, según sentencia del Tribunal Supremo, 6.165 hectáreas son de Dominio Público Hidráulico (DPH). Y es desconocida porque fue desecada por sucesivas obras que duraron hasta los años 80 del siglo pasado, ya que se colocaron presas en los tres ríos que la alimentan, río Barbate, río Celemín y río Almodóvar, y se fabricaron dos enormes tuberías de desagüe que llevan sus escasas o esporádicas aguas a las marismas del Barbate y de ahí al mar. Lo sorprendente de todo esto, para estos colectivos es que “una sentencia del Tribunal Supremo no se haya ejecutado y nadie haya pedido su ejecución”.

En este sentido, las organizaciones convocantes, después de todo tipo de entrevistas, escritos, peticiones y manifestaciones, están decididas a recurrir de nuevo a los tribunales para pedir la ejecución de la sentencia y la recuperación definitiva de la laguna de la Janda.