Comienzan los tratamientos aéreos para luchar contra la lagarta peluda en la provincia
Medio Ambiente
El objetivo es proteger la masa arbórea del Parque Natural de los Alcornocales
La Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul ha comenzado este lunes los tratamientos aéreos para luchar contra la lagarta peluda (Lymantria dispar) en la provincia. En concreto, las tareas para combatir este insecto desde el aire se realizan en el Parque Natural Los Alcornocales, utilizando el fitosanitario biológico Bacillus thuringiensis.
El delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Oscar Curtido, ha indicado que “dentro del compromiso adquirido por esta Consejería y tras los encuentros para informar al sector y administraciones hemos iniciado hoy los tratamientos aéreos para combatir la lymantria, como se realiza en otras ocasiones, para proteger la masa arbórea del Parque Natural Los Alcornocales, con el producto autorizado para luchar contra la lagarta peluda”.
Con anterioridad se han mantenido reuniones previas en las que ha estado presente el delegado y en las que se ha informado sobre la situación y los tratamientos para combatir la lagarta peluda, dirigidas al sector y a los ayuntamientos, propietarios de fincas, empresarios y profesionales en Alcalá de los Gazules y Jerez. En esta última en la sede de Asaja en Jerez estuvo presente además el director general de Política Forestal y Biodiversiad de la Junta de Andalucía, Juan Ramón Pérez Valenzuela.
En estos encuentros se informó del uso del Bacillus thuringiensis al no estar autorizados otros productos, aunque se haya solicitado una autorización desde esta Consejería al Gobierno de España, dada la situación. A este respecto y, tras la respuesta desfavorable recibida, se ha vuelto a pedir al Gobierno central que autorice el uso de Dimilin para actuar con mayor contundencia en la lucha contra la lagarta peluda.
Concretamente, se ha solicitado al Ministerio de Transición Ecológica que autorice al Ministerio de Agricultura para que éste pueda informar favorablemente a la Junta de Andalucía sobre la utilización de este producto. Desde esta Consejería se está a la espera de respuesta a este respecto.
En este contexto, el delegado territorial de esta Consejería se ha reunido hoy con Ana Villaescusa, presidenta de la junta rectora del Parque Natural Los Alcornocales y en representación de esta junta rectora, y con el director conservador de este espacio natural protegido, Juan Manuel Fornell.
En este encuentro se ha informado sobre las actuaciones que se van a desarrollar en este parque con respecto a la lymantria, además de detallar trámites y las peticiones de colaboración al Gobierno de España. Asimismo, se ha mencionado que no hay expedientes para adelantar el periodo de descorche.
Los trabajos aéreos iniciados y las labores terrestres que están previstas posteriormente en la zona del Campo de Gibraltar van dirigidos a controlar esta especie y a preservar la masa arbórea (alcornoques especialmente y encinas). Las tareas de tratamiento se suelen desarrollar cada año mientras que el ciclo de las orugas lo permita, así como las condiciones meteorológicas relacionadas sobre todo con el viento.
Desde hace años se realizan tareas de seguimiento, prevención y control de agentes nocivos de los montes, entre ellos, la lagarta peluda (Lymantria dispar), un insecto muy voraz que puede llegar a consumir las hojas del arbolado y ocasionar considerables daños en las masas forestales cuando se desarrolla en forma de plaga. Este lepidóptero es capaz de incrementar su número y convertirse en plaga en un corto plazo de tiempo y las orugas pueden dispersarse con el viento, circunstancia que favorece la aparición de focos en zonas muy distantes. Por todo ello, se considera fundamental establecer un sistema de seguimiento intensivo que permita anticipar y prevenir esta situación evitando los daños al arbolado y sus aprovechamientos.
Asimismo, desde esta Consejería se incide en que se espera una respuesta rápida y favorable por parte del Gobierno de España sobre la utilización del producto solicitado para poder actuar con mayor firmeza y evitar la proliferación de la lagarta peluda y, con ello, el daño medioambiental y el problema socioeconómico que se generaría para el sector del corcho.
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