Condenada a 18 años de prisión la mujer que asesinó a su marido en Chiclana con un rodillo
Tribunales Cádiz
La Audiencia de Cádiz le ha retirado la patria potestad de sus dos hijos menores.
El día del crimen la procesada actuó "de forma impulsiva y en cortocircuito" tras sufrir maltrato físico y psíquico por parte de su esposo.
Cádiz/La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a 18 años de prisión a la mujer que asesinó a su marido en Chiclana en 2018 tras golpearle la cabeza con un rodillo de amasar mientras dormía. La sentencia se ha hecho pública este miércoles después de que la semana pasada un jurado declarase a la acusada culpable.
En base al veredicto del tribunal popular, la procesada ha sido condenada como autora responsable de un delito de asesinato con alevosía en el concurre, por una parte, la agravante de parentesco y, por otro, las atenuantes de confesión y arrebato.
Asimismo, la Audiencia de Cádiz le ha retirado la patria potestad de sus dos hijos menores de edad. También le ha prohibido acercarse a Chiclana durante 20 años y le ha impuesto el pago de una indemnización total de 260.000 euros a favor de los niños y de sus abuelos paternos.
La resolución judicial, que no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), recoge como hechos probados que Inmaculada R. L. mantenía una relación análoga a la conyugal con Abraham B. R., fruto de la cual nacieron dos hijos .
El día 20 de septiembre de 2018 Abraham descubrió una infidelidad de Inmaculada a través de un mensaje de Whatsapp, lo que provocó desde ese momento una situación de tensión y desasosiego en la pareja.
Como consecuencia del mensaje, Abraham le tiró el móvil a la piscina, le obligó a pedir perdón a sus padres de rodillas y envió mensajes de Whatsapp a sus cuñados para decirles que su hermana era una puta y que le había estado engañando durante 18 años. Asimismo, la vigilaba y controlaba de forma constante, "tanto que sus compañeras de trabajo, sus hermanos y su vecina percibieron que el estado de ánimo de Inmaculada había cambiado de forma extrema y que su situación emocional y psíquica no era sanas", precisa la sentencia.
Entre los días 21 y 22 de septiembre de 2018, "Abraham, que se sentía engañado, le causó a la acusada hematomas en los brazos derecho e izquierdo, en el glúteo izquierdo, en la pierna derecha así como hematomas circulares en la cara interna de ambos muslos".
El día de los hechos, el 26 de septiembre de 2018, la pareja mantuvo relaciones sexuales. Después la mujer se marchó del dormitorio mientras que su marido se quedó acostado y adormilado en la cama, de lado y con la cabeza girada hacia la derecha.
Ese 26 de septiembre sobre las seis de la tarde, prosigue la resolución judicial, Inmaculada aprovechó que Abraham estaba dormido para coger un rodillo de amasar de madera y golpearle "repetidamente y desde atrás en la cabeza". Asimismo, cogió un cuchillo de cocina de unos 14 centímetros de hoja y se lo clavó en el cuello. Acto seguido, uso nuevamente el rodillo para agredir a su marido otra vez en la cabeza, en la mano izquierda y en el abdomen. Por último, colocó el rodillo en el cuello de Abraham y ejerció presión contra el mismo para asfixiarlo.
Como consecuencia del ataque, Abraham sufrió "un importantísimo traumatismo cráneo encefálico abierto" con hemorragia subaracnoidea generalizada, así como hemorragia externa e interna secundaria a la acción del arma blanca, lo que le ocasionó la muerte, "que fue acelerada por la utilización un mecanismo asfíctico". La sentencia señala que la víctima no presentaba ninguna lesión defensiva, ni Inmaculada tenía lesiones derivadas de la defensa de Abraham.
La resolución judicial da por probado que los días previos al crimen la mujer se encontraba "bajo un estrés emocional relacionado con el trato que recibía de Abraham, consistente en amenazas, maltrato físico y psicológico y humillaciones públicas y privadas desde el viernes 20 de septiembre de 2018, lo que la llevó a un estado emocional intenso con angustia, miedo e ira que se manifestó impulsivamente y en cortocircuito, de manera que escapó, en parte, de los controles de su voluntad", pues tenía levemente afectadas sus capacidades cognitivas y volitivas.
Tras los hechos, aún en estado de shock y sin que se dirigiese contra ella ningún proceso penal ni investigación alguna, Inmaculada confesó el crimen. Primero, a un vecino que era guardia civil jubilado y luego, de forma inmediata, a los agentes que acudieron a su domicilio.
Para el cumplimiento de la condena impuesta por la Audiencia de Cádiz, se le abonará a la mujer todo el tiempo que ha estado privada de libertad por esta causa de forma provisional, es decir, tres años y medio. Ademas, la magistrada ha acordado prorrogar la prisión preventiva de Inmaculada hasta la mitad de la pena a cumplir, esto es, hasta el 26 de septiembre de 2027.
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