Conil construirá un pequeño Novo Sancti Petri en La Fontanilla
El municipio tiene dos grandes alojamientos pendientes de obra y su planeamiento reserva cuatro parcelas hoteleras más junto a la playa · El tramo costero de dos kilómetros concentrará hasta 2.000 habitaciones
La playa de La Fontanilla, en Conil, el primer gran hallazgo de los viajeros alemanes en la Costa de la Luz a mediados de los sesenta, está inmersa en un proceso de desarrollo urbanístico que transformará su fisonomía con la construcción de grandes hoteles vacacionales y varias decenas de casas más. El proyecto no es nuevo. Está detallado en el Plan General de Ordenación Urbanística -PGOU- del municipio de 2003, pero es ahora cuando afronta su plena ejecución con el desembarco de la cadena mallorquina Hipotels. Entre La Fontanilla, justo al norte del pueblo marinero, y la playa de la Fuente del Gallo, Conil dispone de alrededor de dos kilómetros de costa en los que planea levantar un pequeño Novo Sancti Petri.
Es posible recorrer esa distancia a pie, partiendo, por ejemplo, del parque de la Atalaya y la Avenida de la Marina, la calle en pendiente en el extremo norte del pueblo en la que hoy se concentra su principal oferta hotelera. Allí se levantan los dos negocios del grupo andaluz Fuerte Hoteles, que suman 470 habitaciones; el Husa Conil Park (173); el hotel Costa Conil (59), de propietarios locales; y el pequeño Cortijo La Fontanilla, de la familia de origen alemán Von Knobloch, que abrió sus puertas en los sesenta en medio de un privilegiado erial y permitió a los primeros turistas germanos conocer la costa española virgen e inédita.
Los hoteles de La Fontanilla se reparten en una pronunciada loma que cae al mar y, por eso, son casi invisibles a pie de playa. En parte de su perímetro, están rodeados por un paseo ajardinado y una arboleda de pinos, cipreses y eucaliptos, entre otras especies, que se extiende desde la vasta finca del Cortijo hasta casi la misma arena. Los Von Knobloch plantaron este bosquecillo hace varias décadas, pero la estampa tiene ahora los días contados. Planos en mano, el alcalde de Conil, Antonio Roldán (IU), confirma que ese espacio verde coincide con la parcela de 50.000 metros cuadrados adquirida por Hipotels a la familia Von Knobloch para construir su séptimo hotel en la provincia. "No hay ningún tipo de protección para ese sitio", observa el regidor jandeño.
La cadena del empresario mallorquín Juan Llull prepara en Conil toda una demostración de solvencia iniciando un proyecto tasado en más de 40 millones de euros en plena crisis inmobiliaria, financiera y también turística, cuando no hay quien esté dispuesto a poner ladrillo sobre ladrillo en el país. El Ayuntamiento y la compañía están solventando los últimos trámites previos a la emisión de la licencia de obras, informó Antonio Roldán.
El negocio tendrá una categoría de cuatro estrellas y 330 habitaciones. Es posible hacerse una idea de sus características: Hipotels es propietaria de cuatro grandes hoteles para pasar las vacaciones en Chiclana, Barrosa Palace, Barrosa Garden, Barrosa Park y Playa La Barrosa, y uno más en Conil, el histórico Flamenco, reformado entre 2007 y 2008 con una inversión de seis millones.
Las obras en la parcela de 50.000 metros cuadrados de La Fontanilla se prolongarán dos años. Hipotels confía en disponer del nuevo negocio en la temporada de 2011 y prevé contratar una plantilla de 150 trabajadores. El alcalde subraya las "bondades" de la operación: "Es una buena noticia para el pueblo, es empleo y es riqueza de la mano de un empresario muy contrastado".
Junto a los terrenos adquiridos por Hipotels, las obras de urbanización, la construcción viales y la habilitación de servicios básicos casi han finalizado en un espacio que reúne varias decenas de parcelas de uso residencial. Hay alguna vivienda aislada de diseño moderno recién construida. Al menos dos están ahora en obras. Y también hay suelos en venta, rezan los carteles. Es la estampa de la segunda línea de La Fontanilla, porque la franja costera, una enorme explanada de hierbas y arbustos que se prolonga hasta El Roqueo, está reservada para la construcción de hoteles en el planeamiento urbanístico de Conil. Exactamente, el documento clasifica tres grandes parcelas de uso turístico frente al mar, y una cuarta más pequeña y retranqueada. Equivale a espacio para otras 750 habitaciones; que serán unas 2.000 en el tramo costero. "Es un sitio próximo al pueblo, que permite que los clientes visiten el centro y no sólo el hotel. Ese es el modelo turístico por el que este ayuntamiento ha apostado", argumenta Roldán.
Las parcelas pertenecen a dos propietarios locales, informó el alcalde. Diversas fuentes del sector han apuntado el interés fehaciente de Hipotels por hacerse con alguno de estos terrenos para completar su expansión en Conil. De hecho, el responsable de la empresa en la Costa de la Luz, José Ruiz, declaró hace dos meses en la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur 2010) que la intención de la compañía es continuar su expansión en el municipio jandeño "con dos o tres hoteles más" siempre que se den las "condiciones oportunas" de localización y de lógico convenio con los propietarios del suelo, aunque reseñó que "no hay nada cerrado" en Conil salvo el proyecto de inminente comienzo.
El alcalde tampoco aporta más información al respecto: "Llull vendrá a presentar el proyecto y entonces podremos hablar con él tranquilamente y conocer sus planes. Hay que dejar a las empresa trabajar", señaló.
La última parcela hotelera con expectativas de desarrollo en el municipio se encuentra a pocos metros del entorno de La Fontanilla, justo detrás del estrecho diseminado de casitas del acantilado de El Roqueo. La promotora gaditana Towsur inició en octubre de 2008 la construcción de un apartahotel de 113 apartamentos junto al Garbí Costa Luz (197). Los trabajos comenzaron ante la urgencia por el vencimiento de los plazos administrativos municipales, pero problemas de financiación paralizaron la obra poco después. Una oficina abandonada en un módulo prefabricado y una pequeña estructura de cemento, quizás los cimientos de una futura recepción, son los restos del naufragio.
Fuentes de Towsur Inmobiliaria informaron de que el proyecto hotelero ha quedado en manos de SA Nostra, la caja de ahorros de Baleares, que participa en la iniciativa desde su origen y que se encargará de su desarrollo a través de su promotora Netmobilia. Netmobilia, contactada por este medio, no aportó información sobre sus movimientos en Conil, pero las fuentes consultadas se mostraron convencidas de que las obras se retomarán cuando la crisis ofrezca una tregua.
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