"El Consistorio no contesta sobre la EDAR al Defensor del Pueblo"

La denominada Plataforma Vecinal por el Traslado y Derribo de la Obsoleta, Contaminante y Mal Ubicada Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Sanlúcar (Plavedar) se ha quejado de que el Ayuntamiento no ha respondido a sendos requerimientos del Defensor del Pueblo Andaluz en torno a este asunto.

La institución autonómica informó días atrás a dicha organización que, al igual que el pasado mes de octubre, "seguimos sin obtener respuesta del Ayuntamiento de Sanlúcar a las cuestiones que en su momento le planteamos", relativas a una queja registrada por la propia plataforma. Ante el "silencio" persistentes del Consistorio, el Defensor del Pueblo comunica a Plavedar en la misma carta que ha dirigido un nuevo escrito a la Administración local reiterándole su requerimiento. Así las cosas, emplaza al colectivo vecinal a una próxima misiva "en cuanto obtengamos respuesta" del Cabildo.

La plataforma lamenta que "el Ayuntamiento ni siquiera conteste al Defensor del Pueblo Andaluz, pese el problema tan importante que tenemos con la depuradora", en palabras de uno de sus portavoces, Mariano Galán.

Plavedar mantiene su "profunda preocupación por el estado insostenible" de la depuradora y reclama al Consistorio y Aqualia, la empresa concesionaria del ciclo integral del agua en la ciudad, que "sean transparentes ante la población e informen claramente sobre el estado terminal de la EDAR y las medidas de cuidados paliativos que aseguran que están adoptando y que prevén adoptar hasta su traslado a La Algaida". La plataforma sigue demandando al Cabildo que "ponga fecha próxima a la clausura y derribo" de la estación.

Argumenta, entre otras cosas, que "el actual estado de deterioro de los sistemas y equipos de la depuradora debido a la corrosión por ácido sulfhídrico durante casi un cuarto de siglo es una bomba de relojería que constituye un impacto medioambiental muy grave que afecta a la salud de todas las familias de Sanlúcar, al menos en un ámbito de dos kilómetros, es decir, las dos terceras partes de la población". Pide que cesen las emisiones de ácido sulfhídrico y los "repulsivos olores".