Galería del crimen | Capítulo 22
Por el honor de nuestra vecina
Los sanitarios no sólo se han enfrentado desde el inicio de esta crisis a la lucha contra el coronavirus, sino a la falta de equipos de protección y distribución de mascarillas que no cumplen los requisitos establecidos. Una práctica que se ha producido por parte de administraciones como el Ministerio de Sanidad y la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, aparte de donaciones como las de la asociación de Jesus Candel Spiriman.
La demanda es a nivel mundial y en la lucha por hacerse con estos productos de primera necesidad se ha flaqueado en los filtros a la hora de comprobar su eficacia. De modo que a Cádiz han llegado hasta tres partidas defectuosas que han tenido que ser retiradas por Sanidad.
La primera que se quitó de en medio el pasado 14 de abril por el ministerio fue un modelo nivel FFP2 de protección del fabricante Garry Galaxy contenidas en envases verdes por no cumplir las especificaciones técnicas de la norma UNE 149: 2001+A1:2010.
Estas mascarillas fueron distribuidas a buena parte del territorio nacional y fueron utilizadas aquellos días en hospitales de la provincia de Cádiz como parte de los equipos de protección individual (EPIs) para profesionales que trabajan en primera línea contra el coronavirus, como por ejemplo Urgencias, UCI, y en la planta de Infecciones y que también se han repartido para los dispositivos de apoyo conocidos como DCCU, y el servicio de Urgencia de Atención Primaria.
El segundo golpe llegó con un lote distribuido por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, tratándose de varios lotes del modelo KN95 Mask de las marcas Elite y Purgivor que numerosos profesionales usaron. Entre ellos, unidades como medicina interna, infecciosos o hematología, también se han usado en la UCI del Clínico de Puerto Real o en hemodinámica en Jerez. En el hospital de La Línea también se han usado.
Las tres muestras que han sido analizadas corresponden al lote número 20200316 Purvigor.
Hay farmacéuticos que están explicando que las mascarillas KN95 protegen más que las FFP2, ya que filtran el aire un 95% por un 92 de estas.
El tercer lote, también repartido por la Junta de Andalucía, y que procede de una donación particular, es el modelo INUAN KN95, que no cumple como FFP2. Según la información remitida por el SAS a las organizaciones sindicales estas mascarillas “no han sido proporcionadas por la Subdirección de Compras ni por las Centrales de compras provinciales, siendo una donación particular directamente a los trabajadores”. Concretamente, son del tipo de mascarillas donadas por las asociación Justicia por la Sanidad que preside el médico granadino Jesús Candel, conocido como Spiriman.
En total estas últimas han sido unas 36.000 mascarillas, según informó ayer la Junta, de las que unas 20.000 se distribuyeron y han sido retiradas, y 16.000 se paralizaron en el centro de logístico antes de repartirlas.
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