Cristian quiere operarse

La familia de este niño chiclanero afectado por una grave cardiopatía congénita lleva más de dos años buscando ayuda para intervenir a su hijo

Cristian, fotografiado junto a cientos de tapones de plástico recogidos.
Arturo Rivera San Fernando

09 de noviembre 2014 - 05:01

Cristian Jiménez Reyes tiene ocho años y una gravísima cardiopatía congénita sin tronco pulmonar y con deficiencias en la comunicación interventricular que le fue diagnósticada a los seis meses de nacer. Hay pocos casos como el suyo, apenas tres en toda España. Su vida ha sido sumamente complicada. De la mano de sus padres lleva años recorriendo un laberinto interminable de pruebas, hospitales, médicos, intervenciones quirúrgicas (hasta seis, cinco de ellas cateterismos)... Gracias a ellos -y con la ayuda de los mejores especialistas- ha conseguido salir adelante. Cristian, a pesar de sus limitaciones, va al cole en patinete -puesto que no puede esforzarse andando- y su familia intenta que lleve una vida normal, como un niño cualquiera. Pero su historia de superación tiene todavía por delante el mayor reto porque precisa de una delicada y compleja operación quirúrgica, una intervención -advierten- que apenas se ha llevado a cabo en España.

"Los médicos se lo dijeron hace dos años. Ya entonces era urgente. Cristian debería haberse operado en unos meses", explican sus padres, Domingo y Sonia. Es posible intervenirlo aquí, en España, pero los propios profesionales que han tratado a Cristian le han hablado de otra opción, la que más garantías da: Boston, en Estados Unidos. "No es que a nosotros se nos haya ocurrido operar a Cristian allí. Es que no los han dicho los propios especialistas. Es la mejor opción", apunta su padre. Y las estadísticas no dejan lugar a dudas. Aquí, las posibilidades de éxito de la operación -dice su familia- rondan un diez por ciento. En Boston, un 90. "¿Qué haría usted si fuera su hijo?", pregunta Domingo.

El problema es que llevar a Cristian a Estados Unidos cuesta dinero. Mucho dinero. Solo el presupuesto de la operación ronda los 60.000 euros, a lo que habría que sumar unos 3.000 por cada día que permanezca ingresado en el hospital. Y Domingo, además, está parado. Apenas tiene ingresos y prácticamente todo lo que consigue va a parar a la campaña Cristina necesita tu ayuda.

Actos benéficos, papeletas, recogida de tapones de plástico se han convertido en la vida diaria de la familia de Cristian desde el día en el que le hablaron de Boston. Pero no es suficiente. No llegan. Y el tiempo pasa. "El reloj juega en contra. No podemos pasar mucho tiempo más sin operar a Cristian", advierten sus padres.

En España hay un precedente similar. Aitana, una niña de Tarazona, que ha sido intervenida con éxito en varias ocasiones en Boston. Contaron con la colaboración y solidaridad ciudadana para ayudar a costear la operación, pero también con el apoyo económico del Gobierno de Aragón. Hay incluso recortes de prensa que hablan de ello.

Por eso, los padres de Cristian han llamado también a la puerta de las administraciones en busca de ayuda. Desde la Junta, explican, se les ha remitido a Córdoba, donde los especialistas -los mejores cardiólogos de Andalucía- han empezado a estudiar el caso. "Estamos a la espera de los informes, que se los hemos pedido con urgencia", explican sus padres, que sin embargo recuerdan que tanto en Sevilla como en Barcelona les han dicho exactamente lo mismo, que Boston es la mejor opción, que da más garantías. Entretanto, el tiempo corre y la familia desespera. La situación, advierten, es cada día más complicada.

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