Cualquier mitin pasado fue mejor para los socialistas

Protagonismo inesperado de Pizarro en un acto que no reunió a la multitud de otras ocasiones

F. S. Zambrano / Cádiz

28 de febrero 2011 - 05:01

La mayoría de los dirigentes socialistas que intervinieron en el acto de ayer conminaron a los militantes asistentes a echar la vista atrás para recordar todo lo bueno realizado por el PSOE para garantizar el progreso. Pero ese ejercicio de retrotraerse en el tiempo tiene también un efecto negativo, porque permite asegurar que cualquier mitin pasado fue mejor y que el de ayer no será precisamente uno de los que pasen a la historia de los celebrados por este partido en la capital gaditana.

Puede ser por mil razones diferentes, pero, repasando los mítines del PSOE en el Palacio de Congresos de Cádiz, cualquiera encontrará pocas similitudes con, por ejemplo, el acto de presentación de Rafael Román como candidato a la Alcaldía de Cádiz para las elecciones municipales de 2003, o con el que protagonizó el entonces líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, en la precampaña de las generales de 2004 o, sin ir más lejos, con el celebrado en este mismo recinto a principios de 2008 para la presentación en sociedad de Alfredo Pérez Rubalcaba como cabeza de lista de este partido por la provincia de Cádiz para las últimas elecciones generales.

No es que ayer hubiera asientos vacíos. Pero tampoco se vivieron fuera del salón donde se celebró el acto los atascos de militantes y simpatizantes queriendo acceder al interior, ni se instalaron pantallas en el exterior para seguir las intervenciones. Hasta los autobuses llegados desde las diferentes comarcas de la provincia parecieron ser mucho menos. Como menor era la euforia que reflejaban los rostros de los militantes socialistas cuando abandonaban el Palacio de Congresos.

El acto de ayer, eso sí, sirvió para atestiguar dos cosas: que el PSOE de Cádiz mantiene su idilio con Rubalcaba, al que le profesa cariño y admiración a partes iguales, y que Luis Pizarro está viviendo una segunda juventud. Y es que el buqueinsignia del socialismo gaditano se convirtió el el protagonista inesperado del mitin al arengar con una fuerza inusitada a la militancia. Precisamente ahora que no ostenta cargo orgánico en la dirección del PSOE andaluz, Pizarro fue con mucha diferencia el que más dardos envenenados lanzó contra el PP y, en especial, contra su líder en Andalucía, Javier Arenas, aunque refiriéndose a él siempre por su segundo apellido, Bocanegra. Sus intervenciones fueron las que más aplausos arrancaron en una militancia que, aunque ni mucho menos está resignada ni derrotada de antemano, sí tiene el miedo en el cuerpo. Eso es innegable.

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