Editorial: Andalucía se engancha a la recuperación
LOS datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2015 son positivos sin ningún tipo de dudas. En España, el paro descendió con fuerza (678.200 desempleados menos) y el empleo creció con fuerza (525.100 puestos de trabajo más). Sin embargo, donde es llamativa, incluso espectacular, esta mejora es en Andalucía. Nuestra comunidad lidera la estadística nacional aportando uno de cada tres parados menos y uno de cada cuatro empleos generados.
Como siempre, se puede ser crítico con los datos y señalar las partes más negativas: la existencia de un paro estructural con más de 700.000 parados de larga duración, la abundancia de empleo temporal y agrario, una tasa de paro juvenil de un 55%, las 600.000 personas que no tienen ningún tipo de prestación económica, etcétera. En total, el número de parados en nuestra comunidad asciende a 1.193.300. Sin embargo, insistimos en que es el momento del optimismo y si es cierto que la tasa de paro sigue siendo altísima, del 29,83%, también lo es que es la primera vez que baja del 30% desde 2011. En un solo año el paro ha bajado un 14,5%, lo cual es una cifra en absoluto desdeñable.
Estos datos tan positivos nos vienen a indicar que, con algún retraso, Andalucía se ha unido por fin a la recuperación económica que viene experimentando España desde hace dos años. Las cifras que hoy registra nuestra comunidad son las mismas que se observaban en otros lugares del territorio nacional el año pasado.
La EPA de 2015 nos demuestra sin paliativos que España ha entrado en el camino de la recuperación, pero también nos recuerda que este crecimiento se puede ver amenazado por factores externos e internos. Respecto a los primeros (bajada del precio del crudo, crisis en China, problemas en las bolsas, etcétera), poco podemos hacer. Sin embargo, sí podemos actuar, y mucho, sobre los problemas internos, que son principalmente de naturaleza política. Urge en primer lugar formar un Gobierno solvente en lo técnico, creíble en el exterior y duradero en el tiempo que pueda llevar el timón del país en los próximos años, que van a ser muy complicados. Este Gobierno debe solucionar, o al menos neutralizar cuanto antes, el problema catalán, que se ha convertido en uno de los principales repelentes de la inversión extranjera. Debemos dar cuanto antes el mensaje al mundo de que España es un país estable y unido. Lo contrario lo pagaremos caro. Por tanto, una vez más haremos un llamamiento a los responsables políticos para que, cuanto antes, acaben con esta situación de incertidumbre. La EPA de 2016 puede ser muy diferente.
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