Galería del crimen | Capítulo 22
Por el honor de nuestra vecina
Elecciones andaluzas | Manuel Gavira (Vox)
Cádiz/Criado entre el barrio de Santa de María y la barriada de Loreto de la capital gaditana, el abogado Manuel Gavira Florentino (Cádiz, 1969), busca 35.000 votos por la provincia para que la candidatura de Vox que encabeza meta cabeza en el Parlamento andaluz. Para ello habla sin complejos de los principios que guían un partido que, dice, es de derechas y que defiende la Constitución, los símbolos nacionales y las tradiciones de este país.
–¿No es una incoherencia que un partido que apoya el centralismo se presente a unas autonómicas?
–Puede parecer raro pero no lo veo una incoherencia. Decidimos dar el paso porque llegamos a la conclusión de que las cosas hay que arreglarlas desde dentro. No es fácil cambiar todos los problemas que hay quedándonos fuera de las instituciones. Estamos en contra de un Estado que favorece las desigualdades entre las comunidades y que permite que Andalucía sea claramente la que está peor de todas. Pero eso tenemos que combatirlo desde dentro.
–El escaño por Cádiz cuesta unos 35.000 votos. Casi nada.
–Sí, es un reto difícil pero nosotros estamos trabajando con ilusión. Las encuestas propias que tenemos nos dicen que es muy posible lograr escaño por Sevilla y por Málaga y que después existe alguna probabilidad en Cádiz y Granada.
–¿Llamarles fachas es un insulto para ustedes?
–A nosotros las etiquetas no nos importan. Yo no me considero un ultra de nada, pero si me llaman facha por defender la Constitución y los símbolos nacionales, pues vale. Y si me llaman machista porque quiero derogar una ley de violencia de género que es injusta, pues vale también. Y si soy un xenófobo por defender que haya un control en las fronteras, pues de acuerdo igualmente. A mí lo que me preocupa es que la situación en España y en Andalucía siga igual.
–Explique un poco mejor sus planteamientos sobre violencia de género y la inmigración.
–Queremos derogar la ley de violencia de género porque una ley que no es igual para todos es una ley injusta. Aquí se criminaliza al hombre sólo por ser hombre. Ojo, no queremos que esos delitos queden sin castigo. Lo que queremos es que ese castigo sea igual para un hombre que para una mujer. Y si se quiere endurecer las penas, pues se debate. Y en cuanto a la inmigración, lo que queremos es controlarla. Es que mi país es mi casa, y en mi casa entra quien yo quiera. Y cuando me voy de mi casa, cierro las puertas, no las dejo abierta. Esto es de sentido común y hay mucha gente que piensa igual que nosotros. Lo que queremos es que esa gente salga del ropero y vote a Vox.
–¿La defensa que hace Vox del centralismo supondría acabar con la Junta de Andalucía?
–En absoluto. La idea no es cerrar la Junta ni echar a los funcionarios sino posibilitar que la Administración esté lo más cerca posible del ciudadano. Lo que sí queremos es suprimir una serie de cuantiosos gastos políticos inútiles que hay.
–¿Se puede decir sin tapujos que Vox es un partido de derechas?
–En nuestro partido hay mucha gente que viene del PP, y otros que vienen de Ciudadanos, e incluso nos han llegado antiguos votantes de Podemos y del PSOE. Si nos quieren situar en la derecha por nuestros principios, adelante. No tenemos complejos. Eso es lo que le pierde al PP y a Cs, que cuando se les acusa de ser de derechas reculan. Nosotros no reculamos.
–¿Echan ustedes de menos a Franco?
–Para nada. Si defendemos la Constitución es imposible defender a Franco. Sería una incongruencia. Nosotros respetamos la historia de España pero Franco no nos interesa para nada. Es preferible mirar hacia adelante. Lo que sucede es que ir explicando a la gente lo que no es Vox resulta una tarea muy difícil y muy cansina. Nuestro presidente nacional, Santiago Abascal, dijo en el mitin de Sevilla que nosotros somos antifachas, antinazis y anticomunistas. Y a mí me gustó esa definición.
–¿Cómo intentaría convencer a un votante de derechas que duda entre Vox, PP o Ciudadanos?
–Lo primero que le diría es que ni el PP ni Ciudadanos son de derechas. Y el Partido Popular es además un partido mentiroso y cobarde. Porque Rajoy tuvo en 2011 la segunda mayoría absoluta más grande que ha habido en este país y se dedicó a hacer todo lo contrario de lo que prometió. Subió los impuestos, no tocó las leyes de apoyo a las familias, ni la ley de violencia de género. Se abrazó a Zapatero. Por eso está teniendo el PP esa fuga de votos. Ciudadanos es diferente porque esté donde esté piensa una cosa o la contraria. Y además ha estado tres años gobernando con Susana Díaz, que parece que eso se ha olvidado ya. Ciudadanos ha sido el cómplice del PSOE en Andalucía, como lo fue la IU de Valderas. El único partido que garantiza una bajada de impuestos y una sanidad y una educación pública de calidad es Vox.
–¿Y que le diría a otro votante de derechas que teme que su voto a Vox sea un voto inútil si no logran representación?
–Pues le diría que el voto más inútil es el que se le da a un partido que sabes que te va a mentir, como el PP. Eso sí es tirar el voto. Nosotros no somos un partido amable en nuestras propuestas, pero no engañamos.
–¿Qué se puede hacer desde Andalucía a favor de la unidad nacional, que tanto defiende Vox?
–No se puede olvidar que Vox es el único partido que ejerce la acusación popular en el Supremo contra los golpistas catalanes. Y hoy algunos de esos golpistas están en prisión porque a la gente de Vox nos costó dinero poner esa querella. A partir de ahí la Junta es el PSOE, que es el partido que gobierna en Madrid con el apoyo de los que quieren romper España y de los proetarras. Es verdad que Susana Díaz sí tiene sentido de España pero su partido dice con todas las letras que está en contra de la unidad nacional.
–¿Por qué lleva el PSOE casi 40 años gobernando en Andalucía?
–Porque tiene un discurso muy arraigado en la sociedad andaluza desde el primer minuto y porque los andaluces no queremos creer que hay soluciones a nuestros problemas de siempre. Porque estamos a la cabeza del paro y tenemos los municipios más pobres de toda España, y esta es la comunidad en la que menos se invierte en sanidad por habitante de toda España, y además en Andalucía es donde se pagan más impuestos de todo el país, y encima un andaluz no puede intentar trabajar en otras comunidades porque allí le piden otro idioma pese a estar en su país. Y aquí gana el PSOE porque la alternativa que tiene, el PP, está condenada al fracaso, tanto que Moreno Bonilla dimitirá el día después de las elecciones.
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