Galería del crimen | Capítulo 22
Por el honor de nuestra vecina
San Fernando/Reporteros sin Fronteras mide la libertad de prensa en España y su contexto en el mundo. Números y factores para calibrar este derecho y, por ende, la democracia de un país, que con el último informe de la entidad decae en el ranking cuatro puestos, para pasar del 32 al 36, por la precariedad de los profesionales, entre otros factores.
El Teatro de Las Cortes de San Fernando, donde el 10 de noviembre de 1810 se promulgaba el Decreto IX de Libertad política de Imprenta, ha acogido por el Día Mundial de la Libertad de Prensa la presentación del análisis de Reporteros Sin Fronteras, que también muestra su apoyo a la candidatura de la ciudad para ser sede de la Conferencia Mundial de Libertad de Prensa de la Unesco. "Por este día intentamos hacer acciones que reivindiquen este derecho fundamental. A veces son concentraciones, el año pasado la reivindicación estuvo dedicada a compañeros fallecidos haciendo su labor", comenta Lorena Mejías, presidenta del Colegio de Periodistas de Andalucía, que apuesta por que La Isla sea "la primera ciudad española en convertirse en capital mundial de Libertad de Prensa según la Unesco".
El informe de 2023 advierte de un empeoramiento de la situación de los periodistas que redunda en la calidad del periodismo en España, que "retrocede cuatro puestos" en el índice mundial que todos años realiza la ONG con 180 países. El país baja del 32 al 36, sin abandonar, eso sí, el 30% de países del mundo donde hay libertad de prensa.
"Hicimos una radiografía en tiempo real de la situación de los periodistas que trabajan para medios de España en la guerra de Ucrania y la mayor conclusión es que su precariedad aumentaba la vulnerabilidad de su trabajo. Eso que hemos comprobado mediante encuesta, cuyo resultado fue desolador. Hoy aquí repetimos esa cuestión para explicar por qué España retrocede: como consecuencia de la precariedad en la que viven los periodistas, la falta de medios con las que trabajan y un entorno económico nada favorable que empeora sistemáticamente año a año", explica su presidente en España, Alfonso Bauluz.
Los periodistas asistentes a la presentación incidieron en el tema de la precariedad, y recordaron las palabras de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que advirtió que el salario medio de 21.000 euros no permite vivir dignamente en muchas partes de España para aclarar que incluso muchos periodistas cobran por debajo de esas cifras. "El periodista es vulnerable porque tiene unas condiciones de trabajo ínfimas, con las que es difícil ejercer el periodismo de acuerdo a la ética. Denunciamos esta situación", reconocía el responsable del colectivo.
En la influencia en esta clasificación del marco legal, la organización se detiene en la Ley Mordaza, y en el hecho de que no se hayan derogado los aspectos más lesivos para la libertad de prensa, "al no haberse cumplido las expectativas de eliminación".
A eso se suma la "politización de los medios", apunta Bauluz, que considera que se trata de un punto en el que "hay que hacer autocrítica muy severa. Los medios son incapaces de diferenciar opinión de información, incluso nos meten entretenimiento como información". De hecho, la entidad apoya el reglamento de libertad de prensa presentado por la Comisión Europea, que exige la transparencia en el nombramiento de los responsables de los medios públicos de comunicación, la transparencia de la utilización de los fondos públicos para campañas institucionales en los medios de comunicación o medidas contra el uso de software espía. También incluye la defensa frente a demandas estratégicas "que solo pretenden callar al periodista y al medio".
Esta situación de politización deteriora la calidad de la información, merma el prestigio de los periodistas y de los medios y provoca un menor aprecio entre la sociedad, "convirtiendo al periodista en blanco de las críticas, muchas veces injustas e infundadas". "Cunde en la sociedad que un periodista no es una persona honorable. Y se produce hostigamiento", advierte.
Se trata un fenómeno que se produce en muchos países, sin diferenciación entre estados totalitarios y estados democráticos, tiene que ver con la polarización. En ese sentido se ponen los ejemplos del Trumpismo en la campaña de 2016 y durante su presidencia en Estado Unidos o el millón de seguidores del primer ministro de India, Narendra Modi, que impiden que cualquier crítica permanezca en las redes sociales "por el acoso es sistemático y la persona lo único que puede hacer es desaparecer". Es el modus operandi que tienen muchos otros grupos políticos: "Fijan al periodista como enemigo de la sociedad".
En ese contexto "España pierde 1,34 puntos, pero se mantiene entre los países donde prevalece la libertad de prensa, un grupo que lideran los países nórdicos, con Noruega a la cabeza por séptimo año, Irlanda que se aúpa al segundo o Finlandia que retrocede "por la condena a dos periodistas por revelación de secretos", un endurecimiento contra el periodismo influenciado por la situación de conflicto con Rusia al tener frontera, matiza el responsable de Reporteros sin Fronteras. "¿Por qué estos países nórdicos se mantiene arriba? Porque sus ciudadanos son conscientes de la importancia libre, que es económicamente viable y están dispuesto a sostenerla mediante el pago de los servicios que prestan, con remuneraciones que permiten que los periodistas puedan vivir de su trabajo", expone.
En el lado opuesto continúan China, Corea del Norte y Vietnam, junto al caso de Irán donde las protestas sociales se han cobrado 70 detenciones de periodistas y algunas ejecuciones. "Ha empeorado la libertad de expresión, de información y de prensa", señala rotundo.
Sobre la situación de los periodistas en el contexto de la invasión de Rusia a Ucrania. Reporteros sin Fronteras es tajante al dejar claro que "Rusia ha exterminado la prensa independiente". Hay colaboradores, fuentes, medios en el exilio que siguen informando gracias a fondos, "pero los medios al servicio del Kremlin no hacen periodismo", asume Alfonso Bauluz. El panorama es diferente en Ucrania, describe, donde hay mucho nerviosismo de las autoridades de cara a la ofensiva que preparan, "y tienen entre ceja y ceja a los Freelance". A eso se suma que de los muchos periodistas que han viajado allí, no todos tienen la capacidad para trabajar en una zona en conflicto, con experiencia, con seguridad. Los jóvenes asumen más riesgos. "Pero no ha impedido de manera sistemática que los periodistas extranjeros informen. Nos preocupa la falta de acceso a las fuentes. Pero la prensa está trabajando. Ha documentado los crímenes de guerra", precisa.
En el informe global, se pone el acento en los peligros que enfrente la libertad de prensa provenientes de la "industria del engaño", "la confabulación de grupos con intereses políticos, religiosos, económicos y otros con el uso de herramientas digitales, como las redes sociales, el hostigamiento cibernético y otros elementos, ahora vemos los peligros del uso de la Inteligencia Artificial para falsificar imágenes y hacer difícil su distinción", describe Alfonso Bauluz. "Cuando hay otros intereses se puede hacer que se pase por periodismo lo que no lo es", sentencia.
Una parte de esta cuestión se centra en las plataformas digitales que han desatendido sus obligaciones sobre el mal uso, entiende Reporteros sin Fronteras. En ese sentido, preocupa la compra de Twitter por Elon Musk "que se ha convertido en arenas movedizas para los periodistas". El grado elevado de confianza que tenía el emisor de mensajes institucionales a través de una cuenta verificada como fuente se pierde, al eliminar ese sistema de verificación y sustituirlo por otro sin credibilidad.
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