Éxito del colegio Reggio con la subasta solidaria de pinturas
Todo lo recaudado se destinará a la ONG Todo por una sonrisa Se lograron vender 62 cuadros y se subastaron otros tres
El salón de actos del colegio Reggio de Puerto Real se convirtió en la tarde de ayer en "El museo de los niños". Era una iniciativa solidaria y artística que protagonizaban los más pequeños del centro educativo.
La actividad tuvo su origen en la propia didáctica del colegio publico puertorrealeños, que planteó como proyecto del pasado trimestre acercar a los alumnos la cultura y el arte, a través de la pintura. En clase trabajaron desde la pintura rupestre hasta autores modernos como Kandisky, pasando por Velázquez, Picasso, Dalí o Van Gogh.
"El profesorado propuso que cada alumno eligiese su pintores favoritos de un cuadernillo que nos facilitaron a los padres y luego pintar la obra que le resultase más atractiva de su trayectoria, haciendo su propia interpretación, claro está", explicó ayer a este periódico una de las madres delegadas, Nieves Bermúdez.
A partir ahí los pequeños se pusieron manos a la obra y el resultado fue excelente según lo que ayer se pudo ver el colegio. "No queríamos que el esfuerzo de los profesores y padres, y por supuesto de los alumnos, quedase solo a la vista de ellos. Los cuadros tenían que ser expuestos para que el resto de la comunidad educativa y la familia pudiesen disfrutarlos", dijo ayer la presidenta de la AMPA del centro, María del Mar Falcón.
El proyecto fue creciendo y decidieron que no sólo los iban a exponer sino que además iban a vender los cuadros para destinar lo recaudado a un proyecto solidario. "Lo primero de lo que nos dimos cuenta fue de que iba a resultar imposible de que nadie ajeno a los padres de las tres clases de infantil de tres años pudiese comprar uno, porque cada padre estaba muy ilusionado con comprar la obra de su hijo", señaló Nieves Bermúdez.
Así, cada una de las clases creó un cuadro de forma colectiva con la idea de realizar una subasta en la que pudiese participar cualquier persona. El primero de los cuadros que salió a subasta fue una interpretación de La noche estrellada de Vincent van Gogh, que partió del precio de cinco euros y se adjudicó por 45.
El segundo cuadro subastado fue el que crearon los alumnos basándose en el conocido Árbol de la vida, de Klimt, que se vendió por cincuenta euros. La tercera de las pujas fue la más emocionante y reñida. 64,50 euros pagaron por la interpretación de El Arlequín pensativo, de Pablo Picasso. Todo un éxito
La recaudación de la subasta, más la venta de los 62 cuadros que ayer se expusieron, irá destinada a la ONG Todo por una sonrisa, que ayer también participó en la fiesta que se organizó en el centro. Los miembros de la entidad realizaron una pequeña representación teatral con un grupo de payasos, como muestra del trabajo que hacen en los hospitales infantiles en los que trabajan, entre ellos el Puerta del Mar, en Cádiz.
También organizaron talleres para los pequeños en el patio del centro y ofrecieron información a los padres de los alumnos sobre la entidad. "Nuestro objetivo es que los niños hospitalizados, especialmente los de larga duración, puedan olvidar por un momento lo que están padeciendo, y que sus padres también puedan evadirse un rato", explicaba ayer una de las voluntarias, Josefa Moreno.
"Estamos encantados con la iniciativa porque al fin y al cabo son niños ayudando a otros niños. Es bueno que ellos conozcan lo que hacemos", finalizó.
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