Fallece en la Antártida un capitán de fragata afincado en la provincia

Javier Montojo cayó al mar desde el 'Hespérides' y su cuerpo fue hallado seis horas después

Vivía en Cádiz tras pasar por Rota y La Isla

El capitán de fragata Javier Montojo, fotografiado en la Antártida.
El capitán de fragata Javier Montojo, fotografiado en la Antártida. / Armada Española
Redacción/Agencias

04 de marzo 2018 - 01:52

Cádiz/El capitán de fragata Javier Montojo Salazar falleció la noche del viernes en la Antártida tras caer al mar por causas que se desconocen desde el buque oceanográfico Hespérides. Natural de Ferrol (La Coruña) y de 53 años de edad, el militar fallecido llevaba varios años afincado en la provincia de Cádiz, donde deja esposa y una hija de 15 años. Su última residencia estaba fijada en la capital gaditana, aunque antes había pasado por Rota y por San Fernando, ya que su penúltimo destino había sido el Observatorio de Marina de San Fernando. De ahí pasó a la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa, con sede en Madrid.

Javier Montojo Salazar participaba en uno de los habituales proyectos de investigación científica que el Hespérides realiza cada año en la Antártida. Su cuerpo fue recuperado y el buque, que ya había terminado su campaña y abandonaba la Antártida, se dirigió hacia Ushuaia, al sur de Argentina. El Gobierno español inició ayer las gestiones para agilizar la repatriación del cadáver y fuentes de la familia del fallecido confiaban ayer en que los restos mortales puedan llegar a España el próximo jueves.

El cadáver será repatriado y su familia calcula que llegará a España este jueves

En un comunicado, la Armada Española explicaba ayer que el militar fallecido "navegaba a bordo del Hespérides cuando desapareció en las proximidades de la base Juan Carlos I en la isla Livingston". Cuando horas después se conoció su desaparición se inició la búsqueda en el mar "con todos los medios disponibles". Seis horas después, el cuerpo ya sin vida de Javier Montojo Salazar fue localizado y recuperado.

"Actualmente los restos mortales del capitán de fragata se encuentran a bordo y el buque navega a Ushuaia para proceder a su repatriación", añadía la Armada en la tarde de ayer. Y también afirmaba que el de ayer era "un día muy triste". "Descanse en paz", concluía la Armada en un hilo de Twitter tras trasladar sus condolencias a la familia y amigos del capitán de fragata desaparecido.

El Ministerio de Defensa español también lamentaba esta pérdida: "Todo nuestro cariño y apoyo a los familiares, amigos y compañeros del capitán de fragata Javier Montojo Salazar", señaló en un tuit este departamento gubernativo.

El Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) Hespérides es uno de los referentes de la investigación española en la Antártida y lleva casi tres décadas trasladando material y personal a las bases del país en la zona. Aunque tiene su puerto base en Cartagena, el Hespérides ha recalado varias veces en Cádiz. No en vano, en estas tres décadas los gaditanos y personas afincadas en esta provincia, tanto militares como científicos civiles, que han formado parte de ests expediciones anuales a la Antártida.

Un oficial que dejó huella en La Isla y en el Observatorio

En noviembre de 2015, el capitán de fragata Francisco Javier Montojo estaba al frente de la sección de astronomía del Real Instituto y Observatorio de la Armada (ROA) que se asienta en San Fernando. Como tal, entre sus cometidos, se encargaba de coordinar y supervisar uno de los proyectos más llamativos de todos los que se desarrollan en este centro científico de la Marina: el seguimiento y control de la basura espacial, que de hecho había pasado a ser una de las principales ocupaciones de esta sección. Fue, de hecho, entrevistado por Diario de Cádiz para desglosar los contenidos de este singular programa, como se refleja en la página de la hemeroteca que se reproduce en la parte superior. Este oficial, natural de Ferrol según los datos que ayer proporcionó la Armada al Ayuntamiento isleño, residió durante varios años en San Fernando, ciudad a la que, dada su condición de marino y al estar destinado en el Observatorio, estuvo inevitablemente vinculado y en la que residen familiares muy cercanos. No obstante, había fijado su última residencia en la capital gaditana, donde vivía con su mujer y su hija. Su último destino estuvo en Madrid, en la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa. De ahí que la noticia de su inesperado fallecimiento causara un gran impacto en La Isla y suscitara numerosas muestras de condolencias. La alcaldesa, Patricia Cavada, expresó su pesar a través de las redes sociales, en las que ofreció también el apoyo del Ayuntamiento a la familia. También lo hicieron, entre otros, el primer teniente de alcaldesa, Fran Romero, y el presidente del PP, José Loaiza. Desde El Puerto, el Comité para la Divulgación de la Ciencia y el Espacio (Codice), al que pertenecía este marino, lamentó igualmente la pérdida. /A.R.

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