Findango: Liquidez alternativa para empresas

Findango es una ‘fintech’ especializada en ofrecer financiación a corto plazo a empresas viables que buscan un complemento rápido y fléxible a los servicios que presta la banca

Mar Turrado, fundadora y CEO de Findango.
Mar Turrado, fundadora y CEO de Findango. / Miguel Gómez
Alejandro Martín

28 de agosto 2022 - 06:00

Bajo el paraguas de la etiqueta fintech se agrupa un conjunto de empresas surgidas en los últimos años como alternativa a la banca tradicional basadas en un uso intensivo de la tecnología. Findango sería una de ellas, aunque su fundadora y CEO, Mar Turrado, insiste en que en este caso el componente humano que aporta su plantilla de 26 trabajadores sigue siendo mucho más importante que el tecnológico. La razón estriba en que está orientada a facilitar financiación a empresas para garantizar sus necesidades a corto plazo y no a particulares, donde es más sencilla la digitalización “basada en términos estadísticos y en algoritmos”.

“En cambio, el negocio empresarial es muy complejo. Tenemos a clientes apalancados 25 veces su Ebitda y podemos trabajar con ellos porque miramos otros factores. Tenemos que entender su situación, el sector en el que se mueven y si es cíclico o no. Por ejemplo, si analizas el balance de una bodega cuando compra uva para la campaña, en ese momento se encuentra en su máximo endeudamiento pero luego va a caer rápidamente. Todo eso hay que tenerlo en cuenta”, explica Turrado.

Findango ofrece soluciones de financiación a corto plazo como créditos, líneas de crédito, descuento de facturas o confirming. “Somos un complemento a la banca. Las empresas deben diversificar sus fuentes de financiación igual que sus proveedores. Nosotros trabajamos de forma distinta a la banca. Somos más rápidos, porque en 48 horas le decimos al cliente si podemos trabajar con él y como. También tenemos más flexibilidad y nos adaptamos más a sus necesidades. Y somos un poco más caros porque nuestro fondeo es de inversores internacionales”, desgrana.

La financiación procede de firmas extranjeras como Blantyre Capital, un instrumento de inversión lanzado por ejecutivos procedentes del fondo KKR. Precisamente, es en el mercado anglosajón donde este tipo de compañías especializadas en financiación alternativa cuenta con más tradición, aunque en España está encontrando un nicho de mercado tras el proceso de concentración financiera vivido en la última década. “Cuando lancé Findango, me reuní con todos los bancos españoles, muchos inversores y family office, pero les daba miedo el negocio. Al final me fui a Londres y Nueva York y logramos la financiación para empezar”, recuerda la directiva.

Findango, que abrió recientemente despacho en Andalucía, cuenta actualmente con una cartera viva de 100 millones de euros en España, “de los que aproximadamente el 15% corresponde a empresas andaluzas”, agrega la fundadora de la firma. El objetivo que se marca a final de octubre es aumentar la cartera a 120 millones, mientras trabaja en paralelo en lanzar una ronda de capital entre inversores para captar 300 millones de euros que se destinarán a la concesión de más financiación.

Financiación no bancaria

Al tratarse de préstamos entre particulares, las empresas que acceden a estas líneas de financiación no ven modificado su perfil de riesgo bancario, ya que no se declaran al Cirbe (Central de Información de Riesgos del Banco de España), una base de datos en la que constan, prácticamente, todos los préstamos, créditos, avales, y riesgos en general que las entidades financieras tienen con sus clientes.

Sin embargo, Findango no busca ser proveedor único de financiación sino complementario. “Para nosotros es crucial que nuestros clientes tengan una situación equilibrada con la máxima diversificación financiera. De hecho, no hemos perdido ningún cliente, aunque sí hemos salido de alguno porque la situación se deterioró demasiado y no somos magos”, indica la ejecutiva.

El perfil de empresa con la que trabaja Findango en Andalucía es una firma que factura entre cinco y 300 millones de euros, y la operación media ronda entre un millón y cinco millones de euros. “Para nosotros el tamaño no es problema. La clave es que tenga ventas, ya que como mínimo le podemos ofrecer descuento de facturas”, agrega.

A modo de ejemplo, Turrado señala el caso de un cliente, especializado en la limpieza de instalaciones industriales, que captó un contrato de una cementera. “El problema que tenía es que la cementera le pagaba a 180 días, por lo que no podía contratar a nuevos trabajadores, y la banca no le ampliaba las líneas de crédito porque decía que ya tenía suficiente. Si nosotros no le anticipamos la financiación, no habría podido coger el nuevo contrato”, sostiene.

De cara a los próximos meses, la ejecutiva es optimista pese a que reconoce que la alta inflación, los costes de la energía y el alza de los tipos de interés van a ralentizar la economía. “El entorno de recesión es cada vez más nítido pero tengo bastante confianza en que la economía española siga creciendo, aunque no tan fuerte como pensábamos cuando salía de la pandemia”, apunta. “Hay importante problemas de suministro y ralentización de la demanda, pero las empresas españolas están en general bien organizadas y tienen capacidad de exportación, algo muy relevante ahora que el dólar se está fortaleciendo”, subraya.

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