Fino o manzanilla: ¿Y tú de quién eres?

Gastronomía

Aunque nacidos de la misma uva y con un método de elaboración similar, los 25 kilómetros que separan Jerez de Sanlúcar es una distancia mayúscula para sus vinos

Cuatro de los magníficos vinos que demuestran a la perfección lo diferentes que son el fino y la manzanilla pese a tener raíces idénticas.
Cuatro de los magníficos vinos que demuestran a la perfección lo diferentes que son el fino y la manzanilla pese a tener raíces idénticas. / Julio González
Luis Esteban

24 de octubre 2021 - 19:45

El cielo de Cádiz convierte la lluvia de oro del sol en dos vinos plenos de aromas, sabores y sensaciones: el fino y la manzanilla. Portavoces de una tierra trimilenaria, una copa de manzanilla te puede hacer sentir que eres la única persona que está allí, y una copa de fino hacerte creer que fuiste tú el que la descubrió.

Pero hay que tener claro, al menos, una única cosa a partir de ahora, el fino y la manzanilla son dos vinos totalmente distintos.

El hecho de que se elaboren con la misma uva (palomino fino) y que tengan un método de elaboración similar, al final es algo totalmente secundario. Los 25 kilómetros que separan Sanlúcar de Barrameda de Jerez de la Frontera (epicentros de estos vinos) es una distancia mayúscula, cultural, social y enológicamente hablando, como para denostar la grandeza de ambos asimilándolos.

En extraordinarias zonas vinateras del mundo, como Rioja o Borgoña, una ladera o paraje separado de otro por mil metros da lugar a vinos perfectamente diferenciables, aunque el método y la uva sean la misma. Si os parece bien, podemos copetear juntos a diversas horas del día para contaros otras curiosidades de esta dicotomía líquida. Y no me preguntéis cual es mi favorito, porque no me gustan los clichés, además… ¿cuál de los dos es el beso y cuál es la caricia?

Aperitivo en la Calle Larga de Jerez

La manzanilla es el vino del aperitivo en Sanlúcar, sin discusión es la primera copa en bujíos y tabernas, mientras que, en Jerez, siguiendo los dictados de Don Manuel María Gonzalez (fundador de Gonzalez Byass y sanluqueño de cuna) una copa de oloroso prepara el aperitivo para las copitas de fino. Manzanilla Maruja (Bodegas Juan Piñero) y Fino de Jerez Single Cask (Bodegas Lustau) junto a un plato de salazones de Barbate. Y copa grande, por favor, que, aunque no estamos en una bodega, en Sanlúcar se sirve con caña y en Jerez con venencia.

Almuerzo en el Barrio Alto de Sanlúcar de Barrameda

La objetividad del que viene fuera nos hace casi siempre ver o descubrir lo que la inmediatez o el localismo nos hace obviar. Nos servimos la primera copa de Fino Ynocente (Bodegas Estevez) –y que por cierto pronto cambiará de imagen– con taquitos de jamón mientras recordamos citas de Julian Jeffs y Richard Ford, geniales hispanistas británicos, que ya diferenciaban a la manzanilla por su color más pálido y su sabor más suave, frente al fino más intenso en sus aromas y amplio en boca. En el segundo plato, tomamos un bocinegro con manzanilla La Gitana Aniversario (Bodegas Hidalgo La Gitana) y reímos porque a los ingleses también les gustaba beber el vino directamente de la bota.

Cena en la Alameda Apodaca de Cádiz

Así pues, la cena siguió versando sobre los dos soles que tiene Cádiz. Iluminan dos viñedos diferentes en su dimensión y composición, más concentrada la propiedad en Jerez y más atomizada en Sanlúcar; dos climas diversos, uno de interior más seco frente a otro más atlántico y húmedo, dos formas de entender la vida, el viñedo y hasta la poda, es decir, diferentes terruños para diferentes vinos. Unos platos de dobladillos y caballas marinadas con manzanilla La Goya (Bodegas Delgado Zuleta) y fino Colección Añadas (Bodegas Williams & Humbert) y canciones de Los Planetas que suenan en el tocadiscos. A esta hora ya no riman las palabras y la poesía esta en unas copas vacías de vino.

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