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El crucero Freedom of the Seas permanece amarrado en el muelle Alfonso XIII del puerto de Cádiz a la espera de que amaine el temporal para entrar en el dique cuatro de Navantia Cádiz para iniciar una varada de algo más de un mes de duración. Royal Caribbean, propietario del buque, invertirá más de cien millones de euros en esta reforma.
Además de revisar los elementos de propulsión y el estado del casco, la intervención contempla ampliar el número de cabinas y la instalación de dos toboganes acuáticos gemelos denominados The Perfect Storm así como el rediseño de la piscina y los espacios de restauración.
A pesar de que el crucero no ha entrado en el astillero, ya se han iniciado las primeras tareas y en breve se va a proceder al desmontaje de parte de las lanchas salvavidas ya que los plazos son muy estrechos, según han indicado fuentes del comité de empresa. El objetivo es realizar esta tarde la maniobra de entrada en el dique seco si las condiciones meteorológicas lo permiten. El armador prevé retomar las operaciones del crucero el 8 de marzo desde San Juan de Puerto Rico con viajes de siete días por el Caribe.
El Freedom of the Seas fue botado en 2006 y en su momento fue el mayor crucero del mundo, aunque posteriomente fue superado por los cruceros de la clase Oasis, también de Royal Caribbean. Tiene capacidad para alojar a 4.500 pasajeros y más de 1.300 miembros de la tripulación. Con 338 metros de eslora y una altura de 63 metros hasta la quilla divididos en 19 cubiertas, sus dimensiones sólo le permiten entrar en el dique cuatro de Navantia Cádiz.
La reforma del Freedom of the Seas coincide con la presencia en la bahía del Celebrity SilhouetteCelebrity Silhouette, cuya varada se ha derivado al astillero de Puerto Real, que cuenta con uno de los mayores diques secos de Europa.
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