“La cercanía de los soldados ha creado más expectación por conocernos”
Fuerzas Armadas | Subdelegado de defensa en Cádiz
El coronel de Infantería de Marina Ángel Javier Umbría, nuevo Subdelegado de Defensa en Cádiz, quiere acercar las Fuerzas Armadas a rincones de la provincia sin presencia militar y que la han descubierto con operaciones como la Balmis
El nuevo subdelegado de Defensa en Cádiz, Ángel Javier Umbría, confiesa que su vocación por ser infante de Marina nació aquí. Ha estado en Bosnia y Kabul y ha tenido destinos en el Tercio de Armada y el Tercio Sur, del que estuvo al mando. “Mis primeros meses están siendo muy positivos”, dice ilusionado en su despacho, con unas maravillosas vistas a la Alameda. “Estoy conociendo a las autoridades provinciales y a los alcaldes. Voy por 15 y creo que son 45”, apunta. Y es que mantener una relación fluida y de confianza con el resto de instituciones gaditanas es importante para el cargo que estrena, como interlocutor del Ministerio de Defensa en la provincia.
–Ser Subdelegado es muy diferente al resto de misiones como infante de Marina ,¿no?
–Sí, es una labor muy diferente a las que normalmente hacemos en las misiones operativas de las que vengo. No obstante, creo que en la carrera militar como cambiamos de destino cada pocos años, nos acostumbra a hacer tareas diferentes. He pasado por unidades operativas, varios Estados Mayores, enseñanza militar, responsabilidades en operaciones, no sólo en España sino fuera, en Bosnia y Afganistán; he estado en logística y he gestionado recursos. Al final, desarrollas una flexibilidad que te ayuda a adaptarte. Y, ahora, la ilusión contribuye aún más a esa adaptación. Le estoy poniendo mucha.
–Cuenta que estuvo en Afganistán, ¿se esperaba un final así para el misión con la vuelta de los talibanes?
–Sinceramente no. Estuve hace muchos años, en 2008, y esto ha sido una sorpresa. Lo he visto por la prensa, como cualquier otro español, y no me lo esperaba. Todos los compañeros que hemos perdido allí...Me da mucha pena.
–Para quien no lo sepa, ¿qué hace una Sudelegación de Defensa?
–Mucho. Básicamente es un órgano de gestión en el que se administran diferentes servicios y funciones del propio Ministerio de Defensa dentro de la provincia. La primera, difundir la cultura de Defensa, estar presente en la vida cultural de la provincia, escuchar, aportar. Otra de las funciones, muy importante, es el reclutamiento del nuevo personal militar, concretamente de la Tropa y la Marinería. Todos se examinan aquí. Y, además, trabajamos en la incorporación laboral de los soldados que finalizan su compromiso con las Fuerzas Armadas y regresan a la vida civil. La gestión del patrimonio de Defensa es otra labor esencial. También realizamos la inspección de calidad de los contratos del Ministerio con las empresas radicadas en Cádiz. Y tenemos responsabilidades en la seguridad industrial en cuanto a la información clasificada que tienen que manejar, por ejemplo con Navantia.
–Pues, por partes, se refería usted a la labor con los soldados de 45 años y tienen que abandonar las Fuerzas Armadas, ¿son ya muchos aquí?
–El número de reservistas de especial disponibilidad, como se denominan, está creciendo en Cádiz. Ahora, estaremos en unos 480. Estamos pendientes de ellos, tenemos una relación frecuente, les hacemos llegar todas las ofertas laborales de las que tenemos conocimiento. Por ello, me reuní recientemente, entre otros, con el presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz.
–¿Por qué cree que Cádiz está siempre arriba en los ranking de reclutamiento?
–Cádiz es una provincia con un una importante presencia militar, por eso la opción de ingresar en las Fuerzas Armadas se ve como una opción más cercana. Y no lo digo sólo desde el punto de vista geográfico, si no también, afectivo. Primero porque una vez dentro es más fácil que un militar gaditano obtenga un destino cercano a su hogar, por lo que le resultará más agradable y, segundo, porque la presencia de tantas familias vinculadas a la institución militar contribuye al conocimiento y al aprecio de ésta. Si eres más conocido, te conviertes en una opción más atractiva.
–¿Y no influye quizás que sea una provincia con tanto paro?
–Bueno, hay otras provincias también con muchísimo paro donde no somos tan populares y reconocidos. Creo que la tradición y la presencia son muy importantes.
–¿Es más fácil difundir ahora Cultura de Defensa, con la buena imagen de las Fuerzas Armadas tras operaciones como la Balmis, en la pandemia?
–Sí. La imagen de las Fuerzas Armadas está en un buen momento. Se acaba de publicar en los medios una encuesta que nos da un grado de aceptación importante, y eso me satisface profundamente. Creo que las últimas actuaciones han contribuido a hacernos más cercanos. Y es bueno que los españoles sientan que estamos ahí para servir. Es posible que la cercanía y la presencia de los soldados haya creado cierta expectación por conocernos más y mejor, y creo que somos una “herramienta” eficaz, no sólo para nuestra misión principal si no para cualquiera que pueda surgir y nos encomienden. Está bien que los españoles lo sepan.
-Entiendo que esta difusión será uno de sus objetivos, ¿cuáles son los principales que se plantea?
–El principal es ser útil a Cádiz y a sus ciudadanos. Para ello, quiero trabajar en la difusión de la cultura de Defensa, como le digo. Me gustaría llegar a todos los rincones de la provincia, incluidos aquellos donde hay menos presencia militar y, por tanto, tienen menos contacto con la institución. Esos pueblecitos de la Sierra, por ejemplo, que tan bien nos han acogido durante la operación Balmis, creo que han descubierto las Fuerzas Armadas y me propongo que no caiga en el vacío. También mantener una relación fluida y cercana con todas las instituciones de la provincia, en lo que ya trabajo. Al fin y al cabo, soy un interlocutor de todo aquel que necesite algo del Ministerio de Defensa. Y no menos importante, mejorar los servicios públicos que da la propia Subdelegación: ser más fluidos, cercanos y, si puede ser, más cómodos.
–¿Con cuánto patrimonio cuenta Defensa en la provincia?
–Con un importante patrimonio militar. Creo que es de las provincias que tienen mayor patrimonio. Principalmente es de la Armada y del Ejército de Tierra, en la Bahía de Cádiz y el Campo de Gibraltar. Además de las bases y acuartelamientos que están en uso, existen también terrenos e inmuebles que el Ministerio estima que ya no son necesarios para la defensa, por lo que se ponen en venta. Por poner un ejemplo, el verano pasado han salido a la venta 28 locales en San Fernando y varias parcelas en Vejer, Algeciras y San Fernando, que se venden mediante subasta pública y venta directa. Ahí tenemos una labor importante en la gestión.
–¿Siguen los planes de trasladar la sede a otras dependencias?
–El traslado de esta Subdelegación está contemplado en un plan nacional de concentración de unidades militares en ciertas dependencias. Está en vigor, hasta lo que yo sé, pero la parte que nos afecta no está ejecutada y no está previsto que se haga en el corto y medio plazo. Por tanto, de momento, nos vamos a quedar aquí y yo me alegro mucho porque, además, este edificio ha tenido uso militar desde que se construyó en 1733 y me daría mucha pena que nos fuéramos.
Un 20% más de aspirantes de Tropa en dos años
La provincia siempre ha estado al frente en número de candidatos en las diferentes convocatorias para entrar en las Fuerzas Armadas, desde Tropa y Marinería. El subdelegado lo corrobora con datos: En dos años, desde 2019, ha aumentado un 20%. “La tendencia al alza se da en todo el país, pero es ligeramente superior en nuestra provincia”, señala. En los dos ciclos de este 2021, se han inscrito 4.406 candidatos. También crece el interés para el gaditano que desde la vida civil se quiere incorporar como suboficial y oficial. La provincia representaría el 8% del total de candidatos en el país en este caso.
Un “gaditano de corazón” desde los 10 años
El coronel de Infantería de Marina Ángel Javier Umbría Baspino se siente “gaditano de corazón”. Recuerda con mucho cariño la primera vez que llegó, con diez años. “Viajaba con mis padres y recuerdo que me impresionó mucho cruzar el puente Carranza”, rememora. Aquí nació su vocación por ser infante de Marina, con su padre, destinado en el buque Castilla, que estaba en la Punta San Felipe, con los soldados con sus mochilas por la carretera, “creo que la de Cádiz-San Fernando”, y también, confiesa, con sus excursiones con el colegio a la Sierra. “Me ayudaron a aficionarme al campo y a la vida al aire libre que es el ambiente natural de la infantería”.
1 Comentario