Gary Cooper que estás en los mares

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El Almirante de la Flota explica en el Foro de Cádiz la necesidad de una Armada con medios "como peón del tablero" para lograr con la "disuasión" el objetivo de un mundo más seguro

Juan Rodríguez Garat, en un momento de su intervención, ayer noche en la Casa Pemán.
Juan Rodríguez Garat, en un momento de su intervención, ayer noche en la Casa Pemán. / Lourdes De Vicente
Pedro Ingelmo

14 de diciembre 2016 - 08:32

Cádiz/El flamante Almirante de la Flota, el ferrolano Juan Rodríguez Garat (1956) ve su oficio como el de "un sheriff del mar". En ese sentido, remite a un clásico de Hollywood, el Solo ante el peligro, aquella película en la que Gary Cooper no encontraba ayuda de nadie para defender la convivencia de un poblado del Oeste, para defender un modo de vida. Y hila fino para cerrar el círculo de la metáfora: "Ante el debate de los Presupuestos, no nos dejen solos". Fue la forma que tuvo de pedir medios, que no haya recortes, al Gobierno. Y eligió para hacerlo el Foro Cádiz que, periódicamente, con el apoyo de la Fundación Cajasol, el Grupo Joly y el Casino Gaditano pone sobre la mesa un tema y un personaje para el debate. El de ayer levantó interés y el salón de actos se llenó de público, entre ellos muchos miembros en activo y también jubilados de la Armada.

Es sabido que para pedir hay que decir para qué. Rodríguez Garat se dedicó a ello. Es decir, la Flota es útil. "Puede haber españoles que piensen que la nuestra es una institución arcaica, que estas condecoraciones que llevo con orgullo son como dinosaurios. Españoles que preguntan quién es nuestro enemigo..." Para quien no esté en el mundo, al parecer tenemos unos cuantos. El primero, según el AlFlot, "la propia naturaleza humana", el Jekyll y Hyde que hay dentro de cada uno de nosotros, o dicho en sus palabras, "hay una Teresa de Calcuta y un John el Decapitador, un poco de cada uno de ellos hay en todos nosotros".

Pero como eso puede ser muy vago, Rodríguez Garat concretó. Sólo es posible de este modo entender las atrocidades del Estado Islámico, y de la guerra en general, en Siria e Iraq, o las mafias que trafican con personas que quieren salvar el Mediterráneo en Libia o, yéndonos no tantos años atrás, hechos tan cercanos y tremendos como la matanza de Srebrenica. Contra todo eso, la Flota actúa como "un peón del tablero" en el escenario mundial. Y los peones son necesarios para ganar partidas.

Puso su propia experiencia para explicar cómo se puede funcionar en este tipo de situaciones. En una de las fragatas en las que estuvo destinado le tocó acudir a un conflicto caliente ya algo olvidado, pero que en su día pudo provocar un serio problema. El avispero se encontraba en Osetia del Sur, en el Mar Negro como teatro de operaciones. Rusia apoyaba a insurgentes y la OTAN al Gobierno. Allí obtuvo la información Rodríguez Garat de que un alto mando del ejército ruso llegó a decir que le bastarían quince minutos para arrasar toda la flota desplegada aliada. Pero aquello no dejó de ser una balandronada. El mantenimiento de las posiciones permitió que unos y otros se retiraran sin disparar un cañón. "Es la disuasión. La disuasión consiste en añadir incógnitas a un problema, que el oponente tenga dudas. Ese es nuestro trabajo. exportar estabilidad". Vendría a ser, dijo, como "la tapa de una olla a presión. Es verdad que se escapa vapor y esos son los conflictos que hoy vivimos de terrorismo o de grandes migraciones. Pero la tarea de la disuasión es regular esa olla, que no explote y, a ser posible, enfriar el agua".

E, insistió, para eso hacen falta medios. No se puede disuadir si no se cuenta con medios que impongan algo de respeto "a una batería de misiles libia o a un destructor ruso". Y no se quejó de los medios. Considera que en la actualidad la Armada cuenta con una dotación de medios "adaptados al escenario de seguridad de hoy" y con el personal adecuado: "Es una profesión atractiva y no tenemos problemas en cubrir desde la oficialidad hasta la tropa". Lo que él pide es no tener menos porque en Occidente "tenemos la filosofía de vive y deja vivir, pero no todo es, desgraciadamente, tan sencillo. Vivimos un reverdecer del espíritu tribal, como se está viendo en los resultados de algunos referéndum y elecciones. De repente ha llegado un miedo al extranjero, el por qué vienen a nuestra casa, lo que se ha originado por las migraciones masivas. Esas migraciones están causadas por los conflictos que salpican el mundo. Y tratar de actuar sobre esos conflictos es un reto para que el mundo sea más seguro y también menos tribal".

Y es que los retos no son pequeños. Enumeró unos cuantos y se mostró orgulloso de que muchos de ellos tengan que ver con actos humanitarios. "Por experiencia sé que los servidores públicos, nuestros soldados, que intervienen en estos dramas humanitarios regresan como mejores personas". Ahora mismo la Flota colabora en el Norte de Libia en la llamada Operación Sofía para tratar de evitar la actividad de las mafias que trafican con seres humanos en el Mediteráneo. Y, aunque no sería su principal función, la Armada española también salva directamente vidas. 7.000 personas rescatadas del agua, de una muerte segura, por los marinos españoles.

De primera mano vivió el éxito de la Operación Atalanta. "Los piratas somalíes habían puesto en jaque el tráfico marítimo en el Índico. Llegó a ser un problema no ya de seguridad para los barcos que allí operaban, sino también para la propia economía. El despliegue realizado allí ha conseguido que desde hace ya algunos años no se produzca ningún secuestro o asalto de barcos españoles". Este caso sería un buen ejemplo de cómo la Flota, además de humanitaria, también puede ser rentable.

Considera el Almirante de la Flota que todos estos peligros enumerados no sólo están en el exterior, también pueden estar dentro. Como su exposición estaba salpicada de experiencias propias, recordó una reciente visita a la Sagrada Familia de Gaudí que realizó a título particular. Asegura que quedó maravillado con su interior, pero rápidamente se le vino a la cabeza aquel vídeo que había visto en algún momento del Estado Islámico amenazando con destruir este templo. Él, como amante del arte, quiso terminar su charla con una nueva puntada a su teoría inicial: el para qué servimos. "Si uno no es capaz de crear belleza, tiene que ser al menos capaz de protegerla". Para eso anda por ahí el Gary Cooper de los mares, porque para Rodríguez Garat su oficio tiene también su necesaria dosis de épica.

Aquel equipo de futuros almirantes, los Jolinicocos

Jesús Rodríguez Garat, gran seguidor del Racing de Ferrol, formó parte de la alineación de un equipo mítico, los Jolinicocos, cuando no contaba con más de trece años. Y lo es porque todos los integrantes de ese equipo acabaron en la Armada y no sólo eso, acabaron de almirantes. Pese a ello, Rodríguez Garat, reconoció que él no era muy bueno dándole a la pelota. Era mucho mejor, según narró en la presentación el director de Diario de Cádiz, David Fernández, con las matemáticas, con lo que también forjó cierta leyenda con sus cálculos mentales que, entre otras cosas, le llevaron a ser el número uno de su promoción. Rodríguez Garat ha llegado a Almirante de la Flota con una de las más espectaculares hoja de servicios de la Armada.

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