Guerra abierta por el aceite usado
Los hosteleros de Puerto Real acusan al Ayuntamiento de "amenazar con sanciones" si venden el aceite usado La Asociación de Gestores de Residuos denunciará al Consistorio
La recogida de aceite usado se ha convertido en un polémico y controvertido asunto en Puerto Real. En febrero de 2012 el Ayuntamiento de la Villa firmó un convenio con la empresa BioUniversal para la recogida y gestión de este producto. En el momento de la firma se presentaron los nuevos contenedores y el sistema que se utilizaría para que se depositase en ellos el aceite procedente de los hogares. Entonces no se habló de los establecimientos hosteleros que también forman parte del convenio, y es ahí donde empieza el conflicto.
Hasta el momento, los comerciantes puertorrealeños que utilizan este producto gestionaban el aceite usado mediante empresas autorizadas: Verdegras, Geaoil, Regrasol... y así hasta siete empresas diferentes.
Ahora, el Ayuntamiento de Puerto Real ha entregado (por tercera vez) un documento informativo a los hosteleros en el que les habla de "una nueva normativa". En él se explica que "la recogida municipal de aceites usados se hace a través de la empresa Biouniversal S. L., única empresa autorizada por el Ayuntamiento para llevar a cabo la recogida integral de aceites usados en el término de Puerto Real". Además se añade que "la negativa a entregar los aceites domésticos usados a BioUniversal, S.L. será sancionada, según la normativa".
De ahí que los hosteleros y restauradores hayan empezado a mostrar su descontento; el enfado ha sido generalizado. La principal queja radica en la merma de ingresos que van a padecer. "Nosotros entregamos el aceite a una empresa autorizada que nos los recoge desde hace más de 20 años y nunca hemos tenido problemas. Como contraprestación nos daban una cantidad económica o nos limpiaban los filtros. Ahora el Ayuntamiento pretende que se lo entreguemos a la empresa que ellos han elegido sin obtener nada a cambio. Lo más grave es que nos han amenazado con ponernos una multa de hasta 600 euros si no hacemos lo que nos dicen. Nos sentimos coaccionados", explicó el gerente de una freiduría de la localidad.
Más grave es el caso de un conocido restaurante de la villa que, debido a la gran cantidad de residuos que genera, llegaba a percibir de la empresa una media de 100 euros a la semana. "Si esto sigue así me veré obligado a despedir a uno de los camareros que contratamos para el fin de semana, su sueldo lo pagamos gracias a la venta de este aceite", aseguraba.
Pero además de lo económico, critican que las formas no han sido las más correctas. "Han venido agentes de Medio Ambiente con representantes de la empresa para advertirnos que si no hacemos lo que nos dicen vamos a tener problemas".
Según la delegada de Medio Ambiente de Puerto Real, Beatriz Parrado, "en el Ayuntamiento somos los responsables, a través de la empresa BioUniversal, de esos aceites, de su trazabilidad y su destino, que es la conversión a biodiesel. Desconocemos el destino que le puedan dar al aceite otras empresas no autorizadas y sin licencia para ejercer esa actividad en Puerto Real. Se puede dar el caso de que el destino del producto incluso haga peligrar la salud pública".
Pero se da la circunstancia de que las empresas que venían realizando este trabajo sí tienen todas las garantías legales. Uno de los casos es el de Verdegras, autorizada para la gestión, recogida, transporte y almacenamiento en el ámbito geográfico de la comunidad andaluza. "No se puede obligar a que se entregue el residuo a una empresa elegida a dedo cuando existen otras dentro del mismo ámbito en igualdad de condiciones, ya que se estaría perjudicando los intereses económicos de una empresa legalmente establecida", explicó Raúl Rivas, uno de los socios de Verdegras.
De momento, el problema, lejos de solucionarse, sigue creciendo.
Aunque los hosteleros utilizan el servicio de recogida y reciclaje de aceite usado desde hace más de dos décadas, no ocurre lo mismo con el aceite doméstico.
En los últimos años, se ha apostado por que el aceite usado en los domicilios particulares no acabe en los desagües, ya que además del evidente perjuicio para el medio ambiente, es un problema económico. Se estima que por cada litro de aceite vertido al saneamiento se encarece el coste de depuración en 2,25 euros. Para evitar que esto ocurra se han instalado contenedores en la vía pública. "Ahí los ayuntamientos sí tienen algo que decir, porque son ellos los que deben autorizar su instalación, pero no en HORECA, que viene haciendo bien su trabajo desde hace 20 años", aseguran desde Geregras (Asociación Nacional de Gestores de Residuos de Aceites y Grasas Comestibles).
Esta asociación critica que "el ayuntamiento ha unido la recogida de aceite usado doméstico con la de los hosteleros, y eso no es posible". Además, añaden que "en cualquier caso deberían haber sacado un concurso público y no firmar un convenio con una empresa elegida a dedo, al que no hemos podido acceder para ver sus condiciones, ya que no nos lo facilitan dicho documento".
El presidente Geregras, Miguel Ángel García Odriozola, explica que en este sentido la Ley de Residuos Europea es muy clara. "Un hostelero, como generador del aceite usado, puede gestionarlo de tres formas diferentes: con sus propios medios, a través de una empresa autorizada o mediante un servicio de gestión pública. El Ayuntamiento no puede bajo ningún concepto monopolizar este servicio y obligar a los empresarios a que entreguen su aceite a quienes ellos determinen".
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