Hallan en Puerto Real la mayor fosa común del franquismo en la provincia
Hasta 200 víctimas de la dictadura podrían yacer en la fosa donde ya se han localizado 41 cuerpos
El trabajo que la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica Social y Política de Puerto Real ha venido realizando desde hace más de una década ha un resultado tan ansiado como temido. Los trabajos de excavación, en la zona del cementerio de San Roque que señaló el georadar, han permitido encontrar la fosa común en la que podrían yacer los cuerpos de entre 150 ó 200 víctimas de la represión franquista.
Hasta el momento son 41 los cuerpos que han encontrado en la zona de la fosa en la que se trabaja, apenas una décima parte del espacio que se cree que podría ocupar, que alcanza los treinta metros de lago por casi tres de ancho.
Esto hace que la de Puerto Real se convierta en la mayor fosa común del franquismo, intervenida en la provincia de Cádiz.
Francisco Aragón, presidente de la Asociación, aclara que los 200 fusilados no eran todos de Puerto Real. Según explica, era estrategia franquista asesinar a personas de Rota, San Fernando o Chiclana en la zona conocida como "Pino Gordo" para luego transportarlos hasta el cementerio puertorrealeño "en el coche de la basura, desde donde eran volcados a la fosa". Un montículo de restos óseos en el centro de la zona excavada reforzaría esta teoría, según los arqueólogos que trabajan en el proyecto.
El coordinador de los trabajos, el arqueólogo Jesús Román, asegura que es más que evidente que se trata de una fosa de las víctimas de la represión franquista, crímenes de lesa humanidad. "Más del 80 por ciento de los restos tienen signos de violencia, ya sean huesos rotos o impactos de proyectiles en cráneo o extremidades". También hay algunos de ellos que estaban atados de manos e incluso unos a otros.
Ayer, en el cementerio de Puerto Real, se celebraba jornada de puertas abiertas y fueron muchos los familiares de posibles víctimas los que se acercaron para comprobar el estado de los trabajos. Fueron momentos muy complicados para ellos y también para los profesionales que trabajan allí. "Esto no es un yacimiento romano, estas personas que aquí yacen tienen familias que llevan mucho tiempo intentando encontrar estos cuerpos para darles una digna sepultura y los momentos que se viven cuando vienen son muy difíciles", explicó Román.
Ahora se intenta recoger pruebas de esos episodios violentos. De ello se encargan antropólogos como Juan Manuel Guijo, que registra los detalles de la excavación. "He trabajado en varias fosas y nunca había visto una de estas características. El estudio de los restos encontrados es la prueba evidente de que estas personas no fueron tratadas con respeto. Fueron asesinadas, tiradas y posiblemente arrastradas".
La Asociación ya ha exhumado siete cuerpos, los que aparecieron en la capa más superficial, que han sido depositados en cajas a la espera del estudio genético que permita identificarlos. En las próximas semanas se espera poder hacer lo mismo con el resto de los cuerpos hallados para seguir cavando. Se cree que existe una tercera capa con más personas en la misma zona. De no ser así, se continuará abriendo la fosa hasta completar los casi 30 metros.
Una vez que se hayan encontrado todos los restos se procederá a iniciar otro proceso complicado, lento y, sobre todo, costoso. Con las pruebas de ADN que aporten los descendientes de los represaliados se intentará identificar a cada uno de los cuerpos, cuyos restos serán entregados a sus familiares para que les den sepultura de la manera que crean conveniente. "Los que no consigamos identificar, serán enterrados en el monolito que la asociación inauguró en el camposanto puertorrealeño para recordar a las víctimas de la represión", apunto Francisco Aragón.
Desde la Asociación se ha vuelto a pedir la colaboración de los vecinos de la provincia que tengan algún indicio de que algún familiar pueda estar entre los desaparecidos, para aportar datos.
Los trabajos que ahora se realizan se están sufragando con una subvención de 15.000 euros otorgada por la Dirección General de memoria Histórica de la Junta de Andalucía, el resto del proceso "también tendría que hacerse cargo la Junta de Andalucía, pero ya de oficio, y así lo vamos a solicitar desde la Asociación", consideró Francisco Aragón.
También te puede interesar