Las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda dejan la gestión del colegio
La intención es que, a partir de septiembre, la Fundación Educatio Servanda se haga cargo del centro educativo El obispo de Cádiz "velará" como patrono de la fundación
Las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda se marcharán de Puerto Real el próximo mes de junio. Según ha confirmado la congregación, una serie de problemas internos que nacen de la poca presencia de religiosas en la localidad, hacen inviable que sigan gestionando el colegio Santo Ángel. Anuncian su marcha sólo unos días después de que hayan culminado los actos de celebración del 150 aniversario de su presencia en Puerto Real, aunque el traspaso se lleva gestando desde hace ya tres años.
A partir del mes de septiembre, el colegio pasará a ser gestionado por la Fundación Educatio Servanda, que ya señala al colegio puertorrealeño como sede de la Fundación en Cádiz y Ceuta.
El traspaso se hace de forma gratuita y permanente, "con el ánimo de que dicha Fundación continúe, de ahora en adelante, la tarea de ofrecer una educación católica y de calidad a los niños y jóvenes de este centro educativo", según expresa la actual directora del colegio, Juani Ródenas.
La congregación anunció ayer a los padres que será el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, quien vele, "como patrono de esta Fundación", para que se mantenga el ideario y la identidad católica del colegio.
El traspaso en el Centro aún no se ha hecho de forma oficial. Al menos no consta como tal en la Delegación Territorial de Educación en Cádiz, donde sí reconocen que ha llegado esa noticia pero no de forma oficial. Sobre esto, la administración autonómica explica que una vez que se haga el traspaso, la Fundación deberá solicitar el permiso administrativo pertinente para impartir clases y, posteriormente, iniciar el proceso para solicitar el concierto de las plazas, en el caso de que quieran mantenerlo.
La Junta recuerda que los conciertos se revisan cada año y que "en ningún caso se va a concertar plaza en ningún centro educativo que segregue a los alumnos por género".
Ha sido precisamente este asunto el que ha desatado más polémica desde que se conoció la noticia. La filosofía de esta Fundación ultracatólica es la de ofrecer una educación de calidad y personalizada. También "mixta con atención a la diferencia". Sobre esto, explican que se tienen en cuenta las diferencias entre chicos y chicas. "Numerosos estudios elaborados en los últimos años revelan que a determinadas edades la educación diferenciada consigue extraer lo mejor de cada alumno. En las edades de primaria y secundaria, separándolos en el aula, se consigue una mayor homogeneidad que mejora el rendimiento académico de ambos", aseguran en su web.
Ayer se mantuvo un encuentro con los padres de los alumnos y éstos se mostraron interesados por conocer si se iba a separar a sus hijos. La respuesta que obtuvieron fue muy laxa y no se terminó de dejar claro. Adelantaron que "en principio" ese tema "aún no se ha tratado" y que se verán todos los detalles más adelante.
Al margen de la negativa de la Junta a concertar plazas con centros que segregan, el volumen de alumnos y el espacio del centro dificultarían las posibilidades de duplicar las aulas para dividir al alumnado según el sexo. Aunque sus principios son la segregación.
Los padres también solicitaron por escrito que se les informase de los nuevos cambios, principalmente si se iba a producir un aumento de la cuota mensual que están abonando, con el suficiente tiempo para poder decidir si mantienen a sus hijos matriculados en el centro u optan por cambiar, teniendo en cuenta que las matriculaciones comienzan en breve. De hecho, ayer mismo, varios centros educativos ya recibieron llamadas y visitas de padres que se interesaron por la posibilidad de cambiar a sus hijos de colegio.
Sí quedó zanjado es el tema de la plantilla que será subrogada al 100 por 100, "al menos los que tienen contrato indefinido, los que no, ya se verá cuando acaben los contratos", añadieron.
El encuentro de ayer terminó con las palabras del obispo de Cádiz y Ceuta, que solicitó a los padres un voto de confianza a la fundación, que llega a Puerto Real tras la recomendación y gestión del propio obispo.
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