La Iglesia, entre el Ayuntamiento y la Junta
Buenas relaciones con la administración regional frente a los desencuentros con la local
Ayer tarde, tras conocerse el nombramiento del sustituto de Antonio Ceballos como obispo de Cádiz, el Ayuntamiento emitió un comunicado en el que, tras dar la bienvenida a la ciudad al nuevo prelado, mencionaba las estrechas relaciones mantenidas con Ceballos. Un comunicado muy 'vaticano'. Cuando el PP llegó al poder municipal, en 1995, ya llevaba como obispo un año. Ha sido, así, una larga relación. Larga y complicada relación aunque hoy, unos y otros, sonrían. Los primeros encontronazos no tardaron en llegar. El Plan Urban incidía de lleno en propiedades de la Iglesia y especialmente en el antiguo palacio del obispo. Durante varios años las dos instituciones chocaron en cuestión de proyectos, plazos, inversiones y usos futuros de los edificios a rehabilitar.
Más allá del Urban, el soterrado choque se trasladó a otros templos diocesanos. El Ayuntamiento se reunía y firmaba convenios con órdenes religiosas y cofradías de la ciudad, pero no cerraba acuerdos directos con el Obispado. Lo mismo pasó con el proyecto urbanístico solicitado por la Diócesis para la trasera del Hospital de Mujeres, vetado durante años hasta que finalmente se incluyó en el nuevo planeamiento de la ciudad, aún pendiente de entrar en vigor.
El penúltimo episodio tuvo al templo del Oratorio de San Felipe Neri como protagonista. El Ayuntamiento ofreció apoyo para su restauración durante años, pero la Iglesia optó por firmar un acuerdo con el Consorcio del Bicentenario. A falta de una ruptura oficial de las relaciones, a partir de este momento apenas si se produjeron encuentros entre ambas partes. La tan necesaria reunión entre la alcaldesa y el obispo se dilató durante largo tiempo, mientras que destacados miembros del gobierno diocesano, tanto religiosos como seglares, no tenían acceso a sus homólogos en el Ayuntamiento. La prohibición de encender las velas en el viacrucis diocesano celebrado este mismo verano fue para muchos un capítulo más de este enfrentamiento.
Curiosamente, mientras se han mantenido malas relaciones con un gobierno conservador, la Diócesis encabezada por Antonio Ceballos ha logrado en el gobierno socialista de la Junta una conexión muy directa.
Aunque es cierto que la administración regional no se ha implicado en la restauración de la Catedral, en manos del Ministerio de Fomento, sí ha aportado millones de euros a la recuperación de una buena parte del patrimonio religioso de la ciudad. Tal vez sea la de Santa Cruz, la Catedral Vieja, la operación de mayor calado financiada por la Junta, en la que aún quedan algunos retoques. Pero ha sido en el Oratorio y en la conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812 donde más estrecha ha sido la relación entre el Obispado y la Junta de Andalucía.
Desde un primer momento Antonio Ceballos tuvo claro que la Iglesia debía implicarse en esta conmemoración. Ayer mismo dijo que él había "sembrado" lo que otros se encargarán ahora de recoger. Frente al silencio de otras instituciones e incluso las críticas de los sectores más converdores de la propia Iglesia, el obispo apoyó el proyecto de la Junta de un complejo constitucional del que formaría parte el propio Oratorio.
Ahora, aún le queda por firmar un convenio con la Junta, que está pagando actuaciones en el Seminario y en el Hospitalito, para el futuro uso del Oratorio, que se mantendrá como templo, y una gran exposición para el Doce.
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