Imputada la dueña del criadero de caballos de Chiclana por abandono

La dueña del criadero de caballos de Chiclana que estaba siendo investigado por la Guardia Civil por supuesto maltrato ha sido ya formalmente imputada. Así lo adelantaron ayer a este diario fuentes cercanas al caso, que explicaron que a la responsable del criadero, María del Carmen S.B., se le acusa de un supuesto delito de abandono de animales. Y es que los análisis practicados a los cadáveres de los dos caballos que murieron hace unos días en la finca han confirmado que los ejemplares fallecieron "por inanición".

Efectivos del Seprona de la Guardia Civil abrieron hace escasa fechas diligencias tras recibir denuncias de que los animales estaban en malas condiciones en una finca de Chiclana dedicada a la cría de equinos, radicada en la zona del Pago Melilla. Según los denunciantes, los animales se hallaban "en muy malas condiciones", sin recibir apenas alimentos y "con evidentes síntomas de desnutrición".

Este diario pudo hablar hace unos días con la ahora imputada, quien sin embargo dijo ser la encargada, y negó el supuesto maltrato a los caballos que había denunciado los vecinos. Precisamente ese misma jornada personal de la Junta de Andalucía se había desplazado hasta la finca para retirar los cadáveres de dos equinos que habían fallecido. Según dijo la mujer a este periódico, ambos caballos, según le había notificado el veterinario que los había asistido, habrían fallecido a causa de una infección "provocada por beber agua o comer hierba en mal estado".

María del Carmen S.B. aventuró que los denunciantes pudieran haber observado días atrás a estos dos caballos, que habitualmente se encontraban junto al resto pastando en la loma, sin poderse sostener ya sobre las patas, a causa, según ella, de la enfermedad, que deparó que finalmente los llevaran a las cuadras donde murieron.

Muy poco después de esto, el Seprona se desplazó a la zona junto con un veterinario, para continuar investigando el supuesto maltrato que ahora se habría confirmado con las pruebas practicadas a los cadáveres de los ejemplares y con la inspección del resto de equinos de la finca .

El Seprona, así las cosas, ha interpuesto una denuncia en el Juzgado, dando traslado de las diligencias ya practicadas que han deparado la imputación de la responsable del criadero.