Irene se pierde en su berenjenal

El cese de la edil sanluqueña María José Valencia acelera el adiós de Pilar Sánchez, que deja a la líder del PSOE en minoría en la Diputación

Irene se pierde en su berenjenal
Irene se pierde en su berenjenal
F. Sánchez Zambrano Cádiz

14 de febrero 2013 - 05:01

Si algo ha repetido hasta la saciedad Irene García desde que fuera elegida secretaria general del PSOE a mediados del año pasado es que su partido debía huir de cualquier enfrentamiento interno para centrarse de lleno en encontrar soluciones a los problemas, muy graves, que sigue padeciendo la sociedad gaditana. Pero del dicho al hecho, como casi siempre, hay un trecho que en el caso del PSOE gaditano cada vez se asemeja más a un abismo. Porque el cese de Pilar Sánchez, lejos de solucionar un problema a la jefa de los socialistas gaditanos, abre de par en par las puertas a otro quebradero de cabeza para Irene García que se centraría -una vez más- en el Grupo Socialista de la Diputación de Cádiz.

Hay una evidencia que confirman todas las fuentes socialistas consultadas: extraoficialmente Pilar Sánchez había mostrado su intención de dimitir de todos sus cargos desde que a finales de septiembre abandonara la secretaría general del PSOE de Jerez. Pero cada vez que planteaba esta cuestión se encontraba con un no rotundo por parte de la dirección provincial del partido, que sabía que la ex regidora jerezana era clave para que Irene García mantuviera la portavocía del Grupo Socialista en la Diputación que tanto le costó conseguir.

Y es que el hueco que dejará Pilar Sánchez en la Corporación provincial está reservado para el primer suplente del PSOE en el partido judicial de Jerez, que no es otro que el portavoz municipal de este partido en San José del Valle, Antonio González Carretero. Este dirigente en ningún caso está alineado con el sector griñanista que hoy manda en el PSOE de Cádiz. Es más, Carretero ha llegado a tomar parte de algunas de las reuniones celebradas por el sector crítico del partido para analizar el devenir de esta formación política.

Por eso, cuando González Carretero tome posesión de su acta, los diputados críticos -a priori- volverán a ser mayoría en el Grupo Socialista de la Diputación (siete frente a los cinco oficialistas que comanda Irene García). Y, por esta misma razón, podrían arrebatar a la alcaldesa de Sanlúcar la portavocía en cuanto quisieran, simplemente firmando un documento al respecto y obviando las directrices del partido. Pero, ¿darían este paso para propiciar un castigo de tanta dimensión a su mismísima secretaria general? Lo lógico es pensar que no... pero en la vida interna del PSOE de Cádiz hace ya tiempo que "lo lógico" no existe.

En cualquier caso, y una vez que Pilar Sánchez dimita de todos sus cargos, Irene García tendrá que acostumbrarse a vivir los dos años y pico que quedan del actual mandato corporativo sabiendo que tiene sobre su cabeza la espada de Damocles de su posible destitución como portavoz.

Lo curioso es que todo esto le pasa después de que se haya perdido en un berenjenal que ella solita ha plantado. Porque parece más que cantado que el adiós de Pilar Sánchez está íntimamente vinculado a la decisión que adoptó el pasado viernes el Grupo Socialista del Ayuntamiento de Sanlúcar, liderado por la propia Irene García, de destituir como delegada de Vivienda a su única concejala cabañista, María José Valencia, después de que prestara declaración en la Comisaría de Cádiz en la investigación del supuesto fraude del plan Bahía Competitiva.

Aunque desde fuera la medida fue entendida por muchos como un simple ajuste de cuentas -porque Valencia, a día de hoy, no está imputada judicialmente-, el gobierno sanluqueño lo vendió como un intento de que no afectara al Ayuntamiento un escándalo ajeno. Pero, en declaraciones a este periódico, la propia María José Valencia echaba en cara a su alcaldesa y secretaria general su "doble vara de medir" al destituirla a ella y no hacer lo propio con Pilar Sánchez, sumida en varios procesos judiciales mucho más avanzados.

Ahora, en aras a erradicar cualquier atisbo de corrupción y para que nada le salpique, Irene García da vía libre a Pilar Sánchez para que deje la política activa. Pero poner el listón tan alto tiene sus riesgos porque ¿continuarán las destituciones a todo dirigente del PSOE que sea imputado? Si es así, Irene García puede seguir con la poda en su propia ejecutiva provincial, en la que hay hasta cinco miembros imputados (tres de Arcos y dos de Jerez). Y es que el berenjenal sigue creciendo.

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