“Cádiz ha sido de las más favorecidas por las medidas sociales del Gobierno”
José Pacheco | Subdelegado del Gobierno
“La diferencia de esta crisis con la de 2008 es que desde el minuto uno hemos centrado las miradas en las personas más desfavorecidas”
-¿Cómo concilia el sueño un subdelegado del Gobierno en plena pandemia?
-Pues la clave está en tener la conciencia tranquila. En saber al final del día que has hecho todo lo que estaba en tus manos por intentar mejorar. A veces sale, a veces no, en ocasiones hay que dejar tareas para el día siguiente, pero al menos tienes que quedarte con que por ti no ha sido. Es la única manera.
-Está teniendo un mandato bastante complicado. Se encontró al llegar una crisis migratoria, luego una pérdida de autoridad en el Campo de Gibraltar con aumento de la violencia, traslado de narcos a otros puntos de la provincia. ¿Alguien le advirtió del giro que iba a dar su vida?
-Pues no, jaja. Esto demuestra que la provincia de Cádiz es muy compleja y había mucho por hacer, porque cuando llegamos en 2018 el problema migratorio se veía venir. Las cifras de años anteriores nos iban diciendo que estaban cerrando las fronteras por el resto de Europa y que todas las rutas se estaban trasladando al sur de España. Se podían haber hecho cosas pero no se hicieron y nos encontramos con que no había una política migratoria en firma. Luego está el tema del narcotráfico o la inseguridad ciudadana del Campo de Gibraltar, donde había que restituir de alguna manera el principio de autoridad, eso lo he aprendido de la mano del Ministerio del Interior. En cuestión de meses se vieron los resultados con un Plan Especial de Seguridad para la comarca, metiendo dinero, metiendo más personal, más agentes, y trabajando por el Campo de Gibraltar sin descanso. Todo eso me ha servido para aprender. Y sigo aprendiendo.
-¿Y cómo era su día a día durante la pandemia? ¿Estaba en comunicación permanente con el Gobierno en Madrid?
-A partir del 14 de marzo, cuando se declara el estado de alarma, la comunicación es constante. Hay mucha relación y coordinación. Primero a nivel provincial. Yo tenía reuniones de coordinación con Diputación, Junta y Ayuntamiento de Cádiz, por ser la capital, prácticamente dos veces a la semana. Luego fue evolucionando a una por semana. Teníamos también reuniones de los ocho subdelegados con la delegada del Gobierno en Andalucía, donde poníamos en común todas las necesidades que teníamos, las incertidumbres, buscando soluciones, para tener criterios unificadas. Y también había reuniones nacionales, menos eso sí, pero sabíamos cómo iba evolucionando la pandemia. Mucha coordinación.
-¿Ha estado teletrabajando?
-Casi siempre estaba aquí en Subdelegación. Teletrabajaba por las tardes noches, porque tampoco me iba a quedar aquí a dormir. Pero casi todos los días veníamos los miembros de mi equipo para atender a las preguntas que nos hacía la ciudadanía. Una media de 300 preguntas diarias. Cada vez que había un cambio de fase los primeros días eran vertiginoso, porque había muchas dudas. Hemos estado aquí sábados y domingo incluso y luego en casa seguíamos.
-¿Y con los alcaldes ha mantenido un contacto fluido?
-Sí. Para mí eso era fundamental. Habilitamos una línea exclusiva para alcaldes porque para mí eso era una prioridad, tener una comunicación constante, fluida y cercana con ellos. Habilitamos una cuenta de correo electrónico que contestaba a través del móvil porque a veces no me daba tiempo devolver todas las llamadas perdidas que me entraban. No me daba tiempo contestarlas todas. Así que les dije que me escribieran por correo. Había muchas dudas. Había alcaldes que querían cerrar sus pueblos, que tenían miedo de que llegaran personas a segundas residencias, sobre todo en pueblos costeros, el tema de la apertura de las playas... Yo hacía un poco de nexo con ellos para que tomaran decisiones coordinadas, porque no tenía mucho sentido cerrar una playa y que todo el mundo se fuera a la de al lado.
-¿Ha habido algún tipo de tirantez entre algún alcalde en concreto que no haya sentido esa atención constante por parte de Subdelegación?
-En ese sentido no. Porque ellos saben que si no les contestaba en el momento lo hacía unas horas más tarde, cuando verdaderamente podía. Sí que es cierto que alguno tenía expectativas provocadas por sus propios miedos, como puede ser por ejemplo Alcalá del Valle con el problema de los ancianos. Es lógico que el alcalde estuviera agobiado y preocupado, y quería poco menos que fuera allí el ejército, la UME, Policía, Guardia Civil... en fin, hay que ir viendo de quién es la competencia, interviniendo poco a poco, pero es verdad que el hombre pasó sus malos momentos. Había alcaldes que me decían que sus ciudadanos les pedían cerrar el pueblo porque tenían 0 contagios, pero yo les explicaba que es que eso no se podía hacer, que era ilegal. Había que buscar soluciones alternativas.
-¿Y la situación actual cuál es?
-Pues en Cádiz la situación sigue siendo buena. Es un virus nuevo, aprendemos de él sobre la marcha. Pensamos que el calor haría que bajaran los contagios pero vemos que no. ¿Por qué aquí hay menos incidencia?, pues no lo sé. No sé si será por los vientos u otro motivo, pero eso es una realidad.
-¿Algún experto le ha sabido explicar por qué Cádiz y Huelva parecen tener un índice menor de contagios?
-No, nadie. Lo que yo sí trasladaría a la gente es que a pesar de que los datos son optimistas no se relaje. Que siga usando mascarillas, que mantenga la distancia, que siga con los lavados de manos, que podamos disfrutar del verano estos meses y ojalá siga así la cosa los próximos meses. Creo que podemos disfrutar sin bajar la guardia. Hay que incorporar estas rutinas. Yo llevo mal no poder dar un abrazo, soy muy de tener contacto con la gente, lo llevo regular, pero hay que acostumbrarse. Sólo así, mientras que no haya una vacuna eficaz, vamos a poder ser capaces de disfrutar de nuestra vida a la vez que contenemos el virus. Entiendo que hay situaciones más complicadas, pero hay que hacer el esfuerzo.
-¿Complicadas como el ocio nocturno? ¿Le han dado desde Madrid algún tipo de indicación sobre este aspecto para controlar los rebrotes?
-En Madrid se habla sobre todo de trasmitir el mensaje de la responsabilidad individual. Además es que es el único válido. En la fase 2 ya lo decía a los alcaldes. Había más movilidad y les decía que era imposible tener un guardia civil o un policía controlando quién lleva la mascarilla puesta o no. Hay que hacer las cosas por responsabilidad propia, igual que reciclamos porque tenemos un compromiso con el medio ambiente, no porque nos vayan a poner una multa. Pues esto es como diez veces más. Esto es un compromiso con la vida. Que sepas que si no te pones la mascarilla no es tanto que tú no te vayas a contagiar como que tú puedes estar contagiando a otras personas. Cada uno tiene que cuidar de sí mismo pero también de los demás.
-¿Se han portado bien los gaditanos en todos estos meses?
-Sí, en general sí. Estoy muy contento, muy satisfecho con la respuesta de la gente, que ha tenido un comportamiento ejemplar. Es muy duro estar 70 días encerrado en una casa una familia entera, a lo mejor con niños pequeños. Acuérdate de ese confinamiento en Semana Santa, con todo cerrado, con los trabajadores en sus casas. La gente lo ha hecho, se ha portado. Si tenía que salir una vez a la compra lo hacía. Es verdad que se vieron imágenes en redes sociales llamativas. En Semana Santa se veían colas de supermercados y la gente alertaba, pero es que ante cuatro días de fiesta, un Miércoles Santo, la gente sale a comprar. Y si hay que hacer la cola en la calle, y con un metro y medio de distancia, pues claro, es más larga. Pero era algo lógico. Decía la gente que no estaba respetando y eso no era cierto. La gente ha sido muy respetuosa, salvo excepciones puntuales de gente que no respetaba las franjas horarias.
-Con la que dieron con la celebración del ascenso del Cádiz y al final no ha habido repunte.
-Nada, serán los vientos. De todas formas fueron imágenes alarmantes. Y fue una falta de responsabilidad que afortunadamente no ha tenido consecuencias. A mí me dolió que en medios de comunicación nacionales e internacionales nos pusieran como ejemplo de mala praxis a la altura del Oporto o el Liverpool. Lo comenté cuando hicimos la segunda junta local de seguridad.
-¿Y no se podría haber organizado ese dispositivo la primera vez?
-¿Y era previsible que la gente se iba a comportar así?
-Yo creo que sí era previsible. Igual con ese dispositivo, cerrando las calles adyacentes al estadio no se hubieran dado esas imágenes. Posiblemente confiaron demasiado en la gente.
-Pues seguramente. Lanzamos mensajes a todo el mundo, en medios, en redes sociales, diciendo que se quedaran en casa, y pensamos que iban a responder con más responsabilidad. Aun así hicimos un dispositivo de seguridad para evitar aglomeraciones pero en ningún momento pensamos que tenía que ser tan estricto como para encapsular el estadio, que fue lo que sí hicimos la segunda vez. ¿Confiamos en la responsabilidad de la gente? Sí. ¿Pensamos que los mensajes y la presencia policial sería suficiente? Pues también. Y descubrimos que no.
-Y actuar sobre la marcha hubiera sido aún peor.
-Claro. Esa noche había gente que me decía subdelegado actúe, meta la caballería... Yo estaba en contacto constante con el comisario. Me decía: si quiere entramos, pero esto va a ser una batalla. Y además había mujeres, niños muy pequeños, si entran los antidisturbios hubiera habido heridos. Simplemente había que confiar que aquello durara lo menos posible y luego cuando quedara menos gente instarla a que se fuera disolviendo.
-¿Le preocupa el conflicto que hay entre el Ayuntamiento de Cádiz y la Policía Local que ha provocado que no haya agentes patrullando las playas de la capital?
-Hombre la verdad es que sí. Es preocupante y lo he hablado con el alcalde. Aparte de Cádiz otros ayuntamientos están teniendo conflictos con sus policías locales pero lo están llevando de la mejor manera posible, buscando refuerzos o llegando a acuerdos. Creo que la responsabilidad ahora mismo del alcalde de Cádiz es llegar a acuerdos por todos los medios. Aquí hay que gastar muchas horas de negociación, y si tienes un conflicto a nivel interno con tu gente, ya sea Policía Local o otros funcionarios claves en la gestión de la pandemia, gastar todas las energías posibles en solucionarlo cuanto antes. Sí que es verdad que habrá cosas en las que nosotros podamos echar un cable, desde Policía Nacional, cuando nos pidan ayuda, cuando haya un problema de seguridad ciudadana, pero estos agentes no están para patrullar la playa ni regular el tráfico. Debería ser su principal preocupación ahora mismo.
-Ahora que menciona a la Policía Nacional, hay sindicatos policiales que se han quejado de la situación que vive la Comisaría Provincial por el número de agentes, las jubilaciones, bajas, incluso afirman que nadie quiere venir destinado a Cádiz. No sé si desde el Ministerio del Interior se tiene conocimiento de esta circunstancia y si tienen alguna medida prevista para completar el catálogo que evite que tengan que venir agentes de otras comisarías a prestar servicios a la capital.
-Bueno, Madrid lo sabe, y ha trabajado desde el principio por intentar reforzar los catálogos en la provincia de Cádiz. Lo que ocurre es que cubrir plazas de manera permanente son tareas administrativamente lentas. Lo deseable es que las plazas estuvieran cubiertas de manera definitiva. Si no se cubren hay que buscar otras alternativas. Me consta que el comisario provincial y el de Operaciones, su segundo de a bordo, están trabajando en reorganizar los servicios para que precisamente todos los servicios estén cubiertos.
-¿Cómo va el traslado de la Comisaría Provincial?
-Pues ahí va. Lo primero que hice al llegar fue visitar la sede del Pirulí, que ya llevaba retraso con respecto a los anuncios que había hecho el Gobierno anterior, que vino a decir que era para cuatro meses. Pero cuando vi las condiciones en que están en el Pirulí me puse como objetivo que la Policía saliera de allí cuanto antes. Son condiciones de una muy temporalidad, pero no para que se eternice como ya va camino. La opción más rápida era volver a la Comisaría anterior, que ya había experimentado una inversión millonaria grande y se había quedado ahí pendiente de esa segunda obra que estaba por licitar. Así que sacamos la licitación para terminar lo que quedaba, pero cuando fui a visitar la obra por febrero, que ya le quedaba nada para entregarla, me dicen que han descubierto que hay que ampliar el proyecto porque faltaban unas cosas. No es por dinero, no es por voluntad, de hecho ya se ha sacado la licitación de ese añadido que faltaba y el Gobierno sigue insistiendo en que esa comisaría tiene que estar cuanto antes. Ni es por dinero ni por falta de gestión del Gobierno, pero los plazos son lentos y el hecho de tener que ampliar la obra nos va a suponer un retraso de algunos meses. Lo de la pandemia tampoco ha ayudado. Espero que más bien pronto que tarde tengamos la comisaría funcionando, y luego ya, con más tiempo, iremos viendo el tema de Plaza de Sevilla que no está rechazado pero que hablamos de algo a mucho más largo plazo. Mínimo ocho años, si no hay retrasos claro.
-Y eso que a algunos sindicatos policiales tampoco les gusta esa opción de Plaza de Sevilla.
-Así es, porque piensan que no reúne las condiciones de edificabilidad, que sería construir una comisaría nueva pero con carencias desde el principio.
-En la última visita del ministro Marlaska comentó la intención de Interior de ampliar el Plan de Seguridad Especial para el Campo de Gibraltar. ¿Hasta donde llegaría?
-Pues cogería incluso parte de Málaga y Huelva. Toda la zona limítrofe con Cádiz.
-Porque han detectado que los narcos también están operando en estas provincias.
-Eso es buena señal. Quiere decir que lo que estamos haciendo en el Campo de Gibraltar está dando resultados. No hay más que abrir el Diario todos los días y ver cómo se suceden las operaciones policiales contra el narcotráfico en la que se ataca a los grandes clanes. El trabajo que se ha hecho es muy eficaz porque además se está actuando desde el ámbito financiero. Se trajo la ORGA, que es la Oficina de Recuperación y Gestión de Activos, que depende del Ministerio de Justicia y se dedica, entre otras cosas, a investigar las redes de empresas pantallas y por dónde se mueve el dinero, para atacar al narco donde más le duele, en su financiación. Se ha hecho un análisis sobre este Plan Especial y con esos resultados se ha diseñado este segundo Plan que está dotado con 48 milllones de euros y que prácticamente triplica la cantidad del anterior y en el que se va a intervenir a lo largo de toda la provincia.
-¿Tienen la sensación de que los capos han intentado aprovechar la pandemia para meter más droga por nuestras costas?
-Lo han intentado, pero durante la pandemia incluso hemos visto noticias de incautaciones y se han interrumpidos intentos de alijos. A nosotros nos sorprendía incluso. Porque con el confinamiento era más fácil verlos. Ni Guardia Civil ni Policía Nacional han bajado la guardia.
-Algo que siempre le ha preocupado mucho y que ha hecho mucho hincapié, ha sido la violencia de género, ¿cómo ha afectado el confinamiento a este problema social?
-Al principio analizamos las denuncias y vimos que empezaron a disminuir. Eso hizo saltar las alarmas. A partir de finales de marzo iniciamos una campaña de concienciación grande, se implementaron nuevas medidas para intentar llegar a las mujeres a través de llamadas que no dejan registros, sms, whatssapp, para que las víctimas pudieran denunciar. Incluso en la campaña se dijo que si se detectaba a una mujer en la calle para pedir ayuda que todo el mundo estuviera preparado y se la atendiera. A algunas les preocupaban los hijos y hasta las mascotas que utilizaban a veces como rehenes, y recuerdo que en la campaña se decía que se iba a llegar a la casa para rescatar a todo quien pudiera ser un rehén.
-El Colegio de Economistas decía en un informe esta semana que la provincia va a tardar un par de años en recuperarse económicamente de la pandemia. ¿Ha trasladado al Gobierno esta preocupación de los empresarios?
-El Gobierno siempre ha tenido muy claro cuales son las necesidades de la provincia de Cádiz, lo ha tenido desde que el presidente llegó a Moncloa. Sabía que había que tener un especial miramiento por la provincia, que había que dotarla de planes de empleo porque liderábamos cifras de paros. Siempre ha estado Cádiz en cuanto a paro por encima de la media nacional. Eso lo saben en Madrid. Han sido conscientes de ellos. Lo están con el tema Navantia y Airbus, que son las empresas tractoras, sobre todo en la Bahía de Cádiz, y de la que dependen otras muchas auxiliares, y la suerte de estas dos grandes empresas va a ser la suerte de las demás. Están trabajando incesantemente con ellos, pero también están muy pendientes del resto de los sectores. Y creo que todas las medidas que ha implementado el Gobierno durante la pandemia han sido teniendo en cuenta eso, para España en general, pero Cádiz ha sido de las que más se ha beneficiado de todas las medidas. La forma en que el Gobierno de España ha encarado la crisis del coronavirus no ha tenido nada que ver con la forma en que se hizo ante la financiera de 2008. Esta es una crisis en la que desde el minuto 1 teníamos la mirada puesta en los sectores más desfavorecidos, es la primera vez en la historia por ejemplo que los autónomos reciben ayudas por cese de actividad. El tema de los ERTE ha sido una medida de protección, para garantizar que los trabajadores puedan volver después a sus puestos de trabajo. Todos los consejos de ministros había un paquete de medidas y todas eran proteccionistas. Cádiz se ha visto muy beneficiada. La última medida fue el Ingreso Mínimo Vital. El 26 de junio se ingresó de oficio en Cádiz a más de 4.000 prestaciones, los ERTE creo que han sido 220.000, una de las provincias que más ha recibido de toda Andalucía.
-Como docente y amante de la educación ¿qué panorama ve de cara a la vuelta a las aulas?
-Yo tiendo a ser optimista, creo que se va a poder hacer, pero que también hay un gran trabajo por delante de aquí a septiembre también es cierto. Creo además que la Junta lo está haciendo para que el 1 de septiembre, o el 15, que es cuando llegan los alumnos, esté todo preparado. Pero no podemos dormirnos en los laureles. Esto genera incertidumbre tanto en el profesorado como en los padres y madres. Yo vengo del mundo de la docencia y mantener la distancia de seguridad en una clase es casi imposible, y va a ser complicado dar clases con mascarillas, pero igual hay que hacerlo. Aunque hay que empezar ya a hacer cosas. Creo que en el día de ayer la comunidad legislaba en el BOJA y creaba un comité de expertos de reconocido prestigio para hacer un seguimiento a nivel sanitario y evidentemente lo que se tenga que implementar en los colegios van a ser medidas que determinen los expertos sanitarios.
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