La Junta detecta un caso sospechoso de viruela del mono en Cádiz
El SAS eleva a diez el número de positivos pendientes de confirmación del Centro Nacional de Microbiología en Andalucía
Todos son hombres jóvenes en aislamiento domiciliario y con evolución favorable
La Junta de Andalucía ha detectado el primer caso sospechoso de viruela del mono en la provincia de Cádiz, con lo que se eleva a diez el número de positivos en la comunidad autónoma a la espera a la espera de la confirmación del Centro Nacional de Microbiología, y todos ellos son hombres jóvenes que están en aislamiento domiciliario y con evolución favorable. Los casos son siete en la provincia de Málaga y uno en las de Sevilla, Córdoba y Cádiz.
El consejero de Salud, Jesús Aguirre, ha descartado en rueda de prensa hablar de un brote de viruela del mono en Málaga porque los casos no están relacionados entre ellos por las investigaciones que se han hecho hasta el momento. El caso que había en Granada se ha descartado con los nuevos protocolos, ya que se trataba de una mujer, contacto estrecho, que no ha tenido repercusión clínica después de unos días.
Aguirre ha explicado que las personas a partir de 45 y 48 años están vacunadas principalmente por la viruela humana, que es efectiva en un 85% para prevenir la del mono, y ha detallado que los diez casos están por debajo de esa edad. La Junta está haciendo un seguimiento de todos los casos y haciendo la trazabilidad para buscar y aislar a contactos estrechos.
El consejero de Salud ha pedido al Gobierno central una compra centralizada de vacunas como en otros países, ya que los expertos les trasladan que es "muy importante" para convivientes estrechos, sobre todo para inmunodeprimidos, para que creen anticuerpos. Ha señalado que los principales reservorios del virus no son solo los simios, sino también los roedores salvajes y domésticos, por lo que ante cualquier caso se está intentando hacerle también una cuarentena a las mascotas si son roedores.
El consejero ha detallado un informe de los técnicos que se ha expuesto ante el Consejo de Gobierno, en el que se detalla que la cepa es la variante más leve de las dos que existen, que es una enfermedad "autolimitada" con un periodo de incubación de 6 a 16 días y que los síntomas son cansancio, fiebre, erupción en cara, brazos, manos y genitales.
La enfermedad dura entre dos y cuatro semanas y normalmente desaparece sin problema, salvo que haya complicaciones o se trate de inmunodeprimidos, y la transmisión es por contacto estrecho, con un contacto con fluidos corporales "de forma directa y prolongada".
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