El festival La Isla del Blues llega este año a su XX edición y quiere celebrarlo a lo grande

Del Mississipi a San Fernando

Joanne Shaw Taylor encabeza un gran cartel para un sonado cumpleaños

Cartel de La Isla del Blues
Cartel de La Isla del Blues

¿Qué parece mentira? Que un festival dedicado al blues alcance las 20 ediciones en San Fernando, eso parece mentira. Celebrar dos décadas de vida, con una madurez muy digna, es en este caso la historia de un empeño prácticamente personal. La Isla del Blues se dispone a cumplir este año esa efeméride insólita. Una ocasión que ha requerido de un camino no precisamente exento de dificultades y con un promotor que ha batallado de manera intensa, y desde aquella primera vez, por mantener en el fondo de la Bahía de Cádiz una cita anual con un género teóricamente nacido en el delta del Mississipi aunque en realidad venía de mucho más lejos, de las profundidades y las costas africanas de las que fueron arrancados con crueldad los portadores de esa música tan extraordinaria.

José Peinado es ese promotor con un camino marcado tal vez por el destino y por la época en la que le tocó escuchar sus primeras notas. En sus primeros recuerdos musicales afloran los compases de Jimi Hendrix, Santana, Grand Funk, la Creedence, Cream... “Cuando todo el mundo escuchaba en la Isla a Marisol y Palito Ortega, yo escuchaba en la sinfonola de un bar a Aphrodite's Child...”, explica, mientras recuerda la influencia que tuvieron en sus gustos las emisiones de la radio norteamericana de la Base de Rota.

José Peinado

“Cuando todo el mundo escuchaba en la Isla a Marisol y Palito Ortega, yo escuchaba en la sinfonola de un bar a Aphrodite's Child...”

Y si a todo eso le sumamos un encuentro de película con unas estrellas del género, se comprende que el festival era inevitable: una tarde, José estaba preparándose para abrir el Blues Bar (qué otro nombre, si no) que había puesto en Bahía Sur con el dinero recibido por una baja incentivada, allá por la primera reconversión naval. Entonces asomó un tipo por la puerta con una mujer, y José no daba crédito al reconocerlo: “¡Era Donald 'Duck' Dunn!, una leyenda”. El hombre que preguntaba si el local estaba abierto formaba parte de los Blues Brothers, la mítica banda que tres días después actuaba en la localidad, y José los tuvo a todos, a los compositores de canciones para Otis Redding, para la Motown, tres noches seguidas en su local. Como para no quedar marcado después de cervezas y fotos.

Lamentó tanto entonces no tener instalaciones ni micrófonos para que esos excelsos músicos tocaran en su local espontáneamente como le aseguraron, que al poco tiempo ya estaba programando actuaciones en directo, de artistas muy destacados en muchos casos. Ya era promotor.

Así que en el año 1997, en la época en la que aún se programaban grandes conciertos, se lanzó a la gran aventura que pretendía aunar su gusto personal con la universalidad de la música de raíz negra.

No le salió mal, el Festival nacido en ese año adoptó al tercero ya el nombre oficial de La Isla del Blues, robado del título de una crónica publicada en El País y prolongó su éxito en racha ascendente durante varios años, siempre en el Parque Laulhé de San Fernando. Artistas como Hook Herrera, Angela Brown y Big Jack Johnson... con presentadores como el Gran Wyoming y Pablo Carbonell.

Carteles de las 20 ediciones de La Isla del Blues
Carteles de las 20 ediciones de La Isla del Blues

Pero bien entrada la primera década de los 2000 comenzaron los problemas. La crisis, tal vez. El caso es que las ayudas oficiales al festival (la gran pelea de Peinado en los últimos años) comenzaron a caer de manera significativa. El festival tuvo que suspenderse y el promotor incansable encontró refugio a su forzada expulsión en el Ayuntamiento de Cádiz, a donde trasladó su sede coincidiendo con su novena edición, y con un cabeza de cartel ciertamente mítico: Ten Years After, probablemente la estrella más grande que ha pisado estos conciertos.

Sus pasos en Cádiz fueron primero en el Teatro Pemán y luego en el Baluarte de Candelaria, dando satisfacción a los acérrimos del género pero cada vez con más dificultades, con fechas que competían con otros acontecimientos de gran tirón, con una merma continuada, otra vez, de las ayudas. En Cádiz tampoco encontró su hogar definitivo.

Con otro paréntesis por medio de un año, el festival volvió al Parque y a la Isla que lo vio nacer, ya en su edición número diecisiete, y con mejor o peor suerte, Peinado ha seguido batallando para que se mantenga y para que celebre como la ocasión merece los veinte años de vida.

“Esta va a ser la mejor de su historia”, asegura rotundo sobre la vigésima edición, que se presentará dentro de pocas fechas y que se celebrará el sábado 6 de julio. Joanne Shaw Taylor, aclamada como la número uno en el mundo del blues rock británico, encabezará un cartel que completan la Dani Wilde Band, con la voz de la propia Dani y Willi Wilde, considerado “el Jimmy Hendrix de la armónica”. Además el evento contará con la actuación de Koko-Jean and The Tonics.

El entusiasmo de Peinado no parece haberse gastado nada en estos 20 años (en realidad algunos más, teniendo en cuenta las suspensiones), y por eso quiere que esta ocasión sea especial. Para celebrarlo especialmente, ha programado, además del festival propiamente dicho, una sesión previa y gratuita en el mismo escenario, pero un día antes. “Es una forma de agradecer al público el apoyo de tantos años, y además de enriquecer aún más el festival -aclara-, pero para eso haría falta que llegaran las ayudas oportunas”.

Otra vez.

"El mejor cartel de la historia del Festival, sin duda"

Pese a que se le recuerda que por La Isla del Blues han pasado artistas como Ten Years After, Peinado insiste en que “el mejor cartel de la historia del festival” va a ser el del vigésimo cumpleaños. “Joanne Shaw Taylor, lo saben los aficionados al blues de todo el mundo, es la mejor, muy por encima de todos los demás, y con el caché más alto. Es así”.

Para terminar de hacer grande esta edición, Peinado pretende ampliar a dos días el festival, abriéndolo gratuitamente a todo el público. Este plan especial está pendiente de las ayudas públicas. “Si no, no podré hacer frente a esos gastos. Espero que las instituciones demuestren su apoyo a la cultura”.

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