“Lo único que busco es sentirme bien conmigo mismo, no hay más”

Ley Trans

Rafael Rodríguez, un vecino de Medina que ha intentando modificar, por ahora sin éxito, su género registral e inscribirse como mujer, denuncia las trabas que está encontrando para ejercer el derecho que le otorga la nueva Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans

"Mamá, ¿tú sabes que soy una niña?"

Rafael Rodríguez, en Medina Sidonia. / Manuel Aragón Pina

Medina/Cuando Rafael se pone en contacto con este medio para contar lo que le está pasando, opta por ofrecer tu testimonio desde el anonimato, sin fotos, sin nombre. Transcurridos unos días, Rafael cambia de opinión: “He pensado que voy a dar la cara, quizás así ayude a otras personas que se encuentren en la misma situación que yo”, explica convencido. “Considero que es necesario visibilizar lo que está ocurriendo”.

Rafael Rodríguez es un funcionario de 43 años nacido en Sevilla y afincado en Medina Sidonia. Casado y padre de dos niños, quiere modificar su género registral e inscribirse como mujer en virtud del derecho que le otorga la recién aprobada Ley de igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, esto es, la conocida como Ley Trans.

En los trámites que ha podido llevar a cabo hasta ahora, Rafael ha avanzado más bien poco, por no decir nada, y no es porque la nueva legislación no lo ampare, sino porque los juzgados y los funcionarios no cuentan con las herramientas necesarias y suficientes para gestionar el cambio registral de género.

“¿Que por qué quiero cambiar de género? Muy sencillo, a estas alturas de mi vida lo único que busco es sentirme bien conmigo mismo. No hay más. No quiero cambiar de nombre ni modificar mis órganos sexuales. No deseo acudir al vestuario de mujeres en mi puesto de trabajo ni que me llamen ‘elle’ ni ‘ella’. Insisto, sólo quiero sentirme bien con lo que soy”, expone.

Desde pequeño Rafael sabía que algo se escapaba de su propio entendimiento. “Sufrí mucho acoso escolar en el colegio. Los niños notaban que yo era diferente. Me gritaban ‘mariquita’ porque no jugaba al fútbol y siempre estaba con las niñas en el recreo. ¡Claro! Como que era una más. En el instituto mejoró la cosa y hoy mi vida es completamente plena. En mi trabajo, con los amigos, la familia... Mi esposa me apoya al cien por cien en todo este proceso, a pesar de que podría haber afectado a nuestro matrimonio. Creo que actualmente hay temas que están más que superados. Algún retrógrado quedará, pero la sociedad, en general, normaliza ya asuntos de esta índole”.

“Animo a otros hombres en edad adulta a que se atrevan a dar el paso, nunca es tarde”

Pese a ello, no es ajeno a la polémica suscitada entorno a la Ley Trans. “No comprendo a los hombres que afirman que se cambian de género para aprovecharse de las ventajas de ser mujer. ¡Pero si es justo lo contrario! Las mujeres tienen menos derechos reconocidos y tienen que salir a reivindicarlos a diario. Es más, soy consciente de que al cambiar de género paso a formar parte de un sector de la población que sufre discriminación”.

Recientemente se ha viralizado un vídeo de una persona que asegura que con simplemente acudir a su cita en el Registro Civil y solicitar un cambio de sexo se ha convertido legalmente en una mujer. “Es un bulo. La norma no contempla hacer un cambio de sexo registral en un sólo día. El trámite requiere que la persona comparezca primero para solicitar el cambio y que en un plazo máximo de tres meses vuelva a comparecer para ratificar su decisión”, explica Rafael, quien no critica los tiempos legales establecidos pero sí las trabas que, asegura, se está encontrando para formalizar su petición.

“Según el artículo 44.2 de la Ley Trans, la rectificación registral puede llevarse a cabo en cualquier Registro Civil, pero en la práctica no es así. El pasado 15 de marzo acudí al Juzgado de Paz de Medina, donde me dijeron que no existía un formulario tipo para mi petición. Después, al ver mi identificación, me remitieron al Registro de Sevilla por haber nacido allí. Y ya por último, me advirtieron que un Juzgado de Paz no era el órgano competente para realizar un cambio de género y que debía dirigirme a los juzgados de Chiclana”, cuenta Rafael para matizar que, “pese a todos esos peros”, consiguió que le admitieran a trámite en Medina la documentación que tenía que aportar para su modificación registral de género.

“Pasados varios días, llamé por teléfono al juzgado de Medina para saber qué pasaba con mi caso y me contestaron que habían trasladado el asunto a Chiclana. Llamé al Registro Civil de Chiclana y me indicaron que no habían recibido nada aún, que el envío se había realizado por correo ordinario (ni siquiera certificado) y que eso podía tardar. Incomprensible. Entonces plantee la posibilidad de presentar yo, directamente, la documentación. Me respondieron que no”, continúa explicando Rafael, que el pasado viernes volvió a llamar a los juzgados de Chiclana. “Por fin me confirmaron que había llegado mi solicitud, con fecha de entrada de 27 de marzo. Ahora tengo que esperar la citación para la primera comparecencia. Pregunté cuánto tardaría esa cita y me contestaron que, al menos, un mes”.

“Entiendo que la Ley Trans es reciente, es comprensible que surjan dudas, ahora bien, se ha aprobado de forma incompleta, pues no se han habilitado las herramientas suficientes para que las personas que así lo deseen puedan ejercer el derecho que les concede la nueva norma”, critica este vecino.

Al hacer público su caso, Rafael confía en ayudar a otras personas que se encuentren en su misma situación. “Espero abrir puertas al colectivo y que se agilicen los trámites en el cambio de género. Es necesario que se sepa que esta gestión no es tan fácil como la pintan al no existir un protocolo claro. Del mismo modo, reivindico el derecho de las personas trans a realizar la rectificación registral en cualquier localidad, ya sea una gran ciudad o un pueblo pequeño. La ley debe ser igual para todos en todas partes”, insiste.

Del mismo modo, Rafael hace un llamamiento para que “otros hombres se atrevan a dar el paso, y no me refiero sólo a chavales adolescentes que estén empezando a descubrir su identidad, si no a personas adultas que quieran cambiar de género. Nunca es tarde”.

Por el momento, Rafael ha denunciado los problemas que ha tenido para cambiar de género ante la Delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Medina, ante el Ministerio de Justicia y ante el Defensor del Pueblo. La solución, de momento, está por llegar.

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