“La eólica off-shore ofrece estabilidad y trabajo para Navantia Puerto Real”

Manuel Braza | Director de Navantia Puerto Real y de Subestaciones y Plataformas Off-shore de navantia seanergies

El responsable del astillero puertorrealeño defiende que la Bahía “no puede perder” este tren y asegura que hay grandes posibilidades para ganar contratos a corto y medio plazo

Nace Navantia Seanergies, la gran apuesta por el futuro de la energía eólica y el hidrógeno

Manuel Braza, director del Astillero de Puerto Real y del Negocio de Subestaciones y Plataformas Off-Shore de Navantia Seanergies. / Jesús Marín
Alejandro Martín

06 de junio 2022 - 06:00

Manuel Braza es el director del Astillero de Puerto Real desde el pasado mes de octubre, puesto que compagina con su responsabilidad al frente del Negocio de Subestaciones y Off-shore de Navantia Seanergies, la nueva marca creada por la empresa naval para aglutinar su actividad en eólica marina e hidrógeno verde, una clara pista de los planes de Navantia para esta factoría. Braza señala que no se renuncia a la construcción de barcos en este dique, pero insiste en que la eólica marina es “un tren que no se puede dejar escapar”. Lo sabe bien ya que participó activamente en la dirección del programa East Anglia One para Iberdrola, y de la plataforma para el campo Johan Sverdrup contratada por las empresas noruegas Aibel y Equinor, dos de los trabajos culminados con éxito en Puerto Real, la mejor tarjeta de presentación para ganar nuevas adjudicaciones.

– ¿Qué es Navantia Seanergies?

– Navantia Seanergies es la apuesta de Navantia por las energías verdes. Es la continuación de lo que Navantia inició en 2013, ni más ni menos que una alternativa a la caída de pedidos de la construcción militar y civil. En ese momento se puso el foco en la energía eólica y dos años después se consiguieron los primeros contratos para Iberdrola. A día de hoy hemos llegado con once contratos conseguidos para cinco países, más de 900 millones de euros facturados y se han generado una media de 1.200 puestos de trabajo. Todo eso bajo el paraguas de la diversificación, que era un complemento a nuestro negocio tradicional de construcción naval. Navantia Seanergies es la apuesta de Navantia para formar parte de ese mercado y dar respuesta a lo que el mundo está demandando que es la descarbonización del planeta, la transición hacia las energías verdes.

– ¿Qué aporta Puerto Real a Navantia Seanergies?

–Además de la historia y la experiencia en la construcción naval, tiene unas instalaciones formidables. Por un lado, ese know-how es aplicable a la eólica off-shore. Básicamente son estructuras de acero, y en el caso de las subestaciones, con sistemas que son comunes con una instalación naval. Y por otro lado, es un astillero con casi 1,2 millones de metros cuadrados de superficie, donde se incluye más de 300.000 metros cuadrados de talleres cubiertos, una gran capacidad de pintura en cabina y una potente capacidad de elevación… En definitiva, un potencial industrial como pocos astilleros de Europa pueden ofrecer y que se pone al servicio del desarrollo de grandes proyectos de eólica marina. Si a esto sumamos la capacidad del astillero de Fene, Navantia Seanergies está poniendo a disposición del mercado casi 2,2 millones de metros cuadrados de instalaciones industriales.

–Al revés. ¿Qué aporta Navantia Seanergies al astillero de Puerto Real?

– Con los programas de eólica marina off-shore estamos ante una oportunidad de oro para tener un producto estable para el astillero de Puerto Real y todo el marco industrial naval de la Bahía de Cádiz. Puerto Real no ha tenido en los últimos años un producto definido. Lo mismo hemos construido un gasero, un petrolero que un barco militar. Yo veo que en este tren en el que nos podemos montar, podemos tener un producto claro para el astillero que puede dar muchos años de estabilidad en el trabajo, empleo y riqueza en la Bahía de Cádiz.

Manuel Braza, durante la entrevista en su despacho en Navantia Puerto Real. / Jesús Marín

–¿Qué perspectivas hay en este negocio?

– Enormes. Actualmente estamos inmersos en más de 70 ofertas vivas, desde subestaciones a plataformas flotantes, que es el futuro de la eólica off-shore, cimentaciones, monopiles… Toda esa globalidad de productos de la que tiene necesidad el mercado para poder conformar esos grandes parques eólicos que se están diseñando. Ese es el futuro que tenemos por delante. Dentro de lo que es Navantia Seanergies, nos hemos fijado alcanzar una facturación del entorno de los 350 millones de euros anuales.

"Estamos inmersos en más de 70 ofertas vivas, desde subestaciones a plataformas flotantes”

– Navantia se mueve de la mano de la industria auxiliar. ¿Qué fortalezas tiene en la Bahía de Cádiz y dónde tiene que mejorar?

– La industria auxiliar es fundamental para Navantia Seanergies y nos tienen que acompañar en este camino. Yo soy partidario de hablar de empresas colaboradoras porque ahora son actores principales en estos procesos. Las empresas de la bahía son empresas expertas, con alta cualificación y grandísimos profesionales, aun así, han de actualizarse. Tenemos que ser más competitivos, modernizar y automatizar los procesos. En definitiva, tenemos que ser más eficientes.. Ahí fuera hay unos competidores que nos amenazan.

– ¿Cómo se logra?

– Eso se logra con lo que he dicho antes. Modernizarnos, automatización, inversión en nuevas tecnologías y digitalización de procesos. En definitiva, conseguir una mayor eficiencia operativa.

– Otros sectores sufren falta de mano de obra cualificada. ¿Aquí también hay cuellos de botella?

– Así es. Esto ya lo hemos sufrido en el pasado reciente. Hemos tenido proyectos donde se han dado una serie de circunstancias coyunturales que nos han impedido encontrar profesionales cualificados en el mercado. Está poniendo el dedo en la llaga. Tenemos unas instalaciones magníficas con un gran potencial y un gran conocimiento, pero todo eso tiene que venir acompañado de todos los recursos humanos que se necesitan para desarrollar estos programas. En ese sentido, analizamos las necesidades de cada proyecto y las integramos. Y prevemos que allá por 2024 podemos tener problemas de recursos si no se toman medidas a tiempo en cuanto a formación de profesionales.

"La industria auxiliar debe actualizarse, ser más eficiente. Ahí fuera hay unos competidores que nos amenazan”

–Las administraciones tienen mucho que decir, no sólo las empresas.

– Efectivamente. Yo lanzo la necesidad. Sé que las administraciones están involucradas y que hay proyectos de formación para poder contar con los profesionales necesarios.

– ¿Con quién competimos para captar contratos?

– De momento estamos compitiendo principalmente con Europa porque aquí es donde se están desarrollando los proyectos de eólica off-shore europeos. Es cierto que en el sudeste asiático hay movimiento. Pero debemos tener en cuenta que todo lo que se construye para Europa desde fuera de Europa tiene un importante impacto en la huella de carbono debido al transporte, que los clientes están evaluando y teniendo en cuenta a la hora de la toma de decisiones para contratar los proyectos.

–La guerra de Ucrania está impulsando la descarbonización de la economía. ¿Hay aquí una oportunidad para Navantia?

–Sin duda. Aunque la guerra, que es en primer lugar un drama humanitario, genera una gran incertidumbre y frena las decisiones para acometer proyectos de inversión, también es cierto que esta situación ha llevado a las instituciones europeas a acelerar el proceso de independencia energética. Esto es una oportunidad porque los objetivos de energías renovables marcados en Europa para el año 2030, alcanzar los 60 GW desde los 12 GW actuales, no son fáciles de cumplir, y lo que está sobre la mesa es acelerar este proceso y lograr objetivos aún más ambiciosos.

"En 2024 podemos tener problemas si no se toman medidas en cuanto a formación de profesionales”

–¿No es paradójica esta apuesta por la eólica off-shore en un país donde no se ha hecho nada de eólica marina? ¿Hay perspectivas de negocio en España?

– Hay perspectivas de negocio. Tenemos zonas como Canarias o Estrecho y Alborán donde a futuro está previsto construir parques eólicos. Es cierto que todavía están en estudio y desarrollo. Pero confiamos que en 2023 se activen los procesos para iniciar los primeros parques de Canarias. Y ahí estará Navantia Seanergies.

– ¿Dónde encaja Puerto Real en la alianza con Harland & Wolff o el proyecto que se presentó en Las Palmas?

– Por su envergadura, los proyectos de eólica flotante que manejamos no se pueden llevar a cabo en su totalidad por un solo astillero. Hay que crear una cadena de suministro de fabricación de componentes para ser transportados a un centro donde se conformen las estructuras. Ahí es donde entran otras instalaciones como las que menciona, donde se podrían construir tanto componentes como unidades flotantes completas.

– ¿La apuesta por Seanergies es una renuncia a la construcción de barcos en Puerto Real?

–En absoluto, no se renuncia a construir barcos, ni mucho menos. La eólica off-shore es una actividad plenamente compatible con la construcción de buques. De hecho, tenemos antecedentes. Hemos estado construyendo petroleros al mismo tiempo que estábamos construyendo subestaciones.

– Durante la huelga del metal se habló de su impacto en la imagen de la Bahía a la hora de captar proyectos. ¿Navantia ha percibido un cambio de actitud entre sus potenciales clientes?

– Una huelga o una interrupción del trabajo como la que sufrimos en 2020 lanza un mensaje muy negativo a los clientes y nos daña. Hay que tener en cuenta que el cliente se juega mucho en estos proyectos. Cualquier riesgo que surja durante su ejecución y ponga en peligro las planificaciones genera mucho malestar. Tras la huelga de 2020 es cierto que después de un gran esfuerzo tanto por parte de Navantia como por las empresas colaboradoras, se pudieron sacar adelante los proyectos razonablemente bien. La fidelidad en la entrega y en los plazos es fundamental. Hay que ser competitivos en precios y calidad, pero los plazos son sagrados.

"No se renuncia a construir barcos en Puerto Real. La eólica es una actividad plenamente compatible”

– El hidrógeno es la otra pata de Seanergies. ¿Hay posibilidades para Puerto Real?

– Efectivamente, tenemos dos patas estratégicas, la eólica marina y el hidrógeno. Navantia Seanergies quiere ser un actor clave en el desarrollo del hidrógeno verde. Partimos con la experiencia de lo que ya Navantia ha desarrollado en el submarino S-80 para la Armada, y es intención de Navantia ser un actor clave en el desarrollo de este vector energético. En este sentido, cabe la posibilidad de que en el futuro algún proyecto relacionado con el hidrógeno se desarrolle en Puerto Real.

– Entonces, Puerto Real se va a centrar en la off-shore.

– En principio, vamos a estar enfocados en subestaciones y plataformas off-shore.

– Guerra en el este de Europa, inflación… ¿Sigue viendo el futuro de color verde esperanza, como dijo hace casi un año?

– El futuro es verde, es esperanza y es trabajo. Veo un futuro a corto y medio plazo en el que vamos a ver el fruto del trabajo de los últimos años. El presidente de Navantia ya comunicó que antes de que acabe el año vamos a poder anunciar contratos por más de 500 millones de euros, cuando desde 2015 para acá se han facturado 900. Esta será la primera piedra de muchos futuros contratos que van a dar estabilidad y trabajo para Navantia Seanergies y Puerto Real.

– ¿2023 será el año con mayúsculas?

– Estamos viviendo una situación en la que los clientes están reservando espacios. Llevo muchos años en este negocio y pocas veces lo había visto antes. Son clientes que se ven con posibilidades de ganar adjudicaciones y tienen el temor de no tener un astillero donde ejecutarlas. Para salvar ese riesgo, están haciéndose acuerdos de reservas de espacio. Y sí, 2023 va a ser el año en el que vamos a empezar a poner Navantia Seanergies y Puerto Real en letras mayúsculas.

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