Maxima culmina su desinversión en Cádiz con la venta de Cash Diplo a antiguos directivos de Supersol

La enseña cuenta con 23 centros Cash&Carry en España, de los que tres se encuentran en Rota, Chiclana y San Fernando

Exterior del Cash Diplo situado en Chiclana. / D. C.
Alejandro Martín

27 de noviembre 2020 - 13:52

El grupo lituano Maxima ha vendido los últimos restos del grupo Supersol que quedaban en su propiedad, al deshacerse de Cash Diplo, que cuenta 23 centros Cash&Carry en España, tres de ellos situados en la provincia de Cádiz (Rota, Chiclana y San Fernando).

La empresa ha anunciado este viernes el traspaso a una sociedad participada por directivos de Supersol y Cash Diplo que "cuentan con una amplia experiencia en el sector y en la compañía y que han diseñado un plan de negocio orientado a hacer crecer las operaciones ante los retos actuales".

El traspaso se completará en febrero de 2021, aunque la matriz "se hará cargo de las inversiones necesarias para la separación y organización de los servicios que hasta ahora eran prestados a Cash Diplo por Supersol". "Igualmente, facilitará una línea de crédito a largo plazo para asegurar la continuidad de la enseña", ha indicado.

Cashdiplo S.L.U. registró unas ventas en el año 2019 de 149 millones de euros y que opera con 23 centros Cash&Carry localizados en las Islas Canarias, Península, Ceuta y Melilla. La compañía cuenta con unos 300 empleados y opera con más de 700 proveedores nacionales y regionales para suministrar productos de calidad a sus clientes, la mayoría de los cuales pertenecen a los sectores Horeca y minorista de alimentación. Cashdiplo opera bajo las marcas Cashdiplo y Cashdiplo family.

Con esta operación, Maxima se desprende de los últimos activos que le quedaban del grupo Supersol. A finales del mes de agosto, Carrefour anunció la adquisición de 172 supermercados que operaban bajo la marca Supersol por un importe de 78 millones de euros. Esta operación, que se preveía materializar a principios de 2021 tras la autorización de los reguladores, no abarcaba a Cash Diplo.

Vínculos con Cádiz

Supersol tiene su origen en Cádiz. Desciende de la que fue la primera gran superficie de Cádiz junto a Simago y Soriano –ambas en el casco antiguo–, Hipercádiz, situada en la Zona Franca y que cerró sus puertas en 2014. Hipercádiz fue adquirida por el empresario Antonio Muñoz, que sería años después presidente del Cádiz, a Pepe Soriano, su creador. La venta de Hipercádiz permitió a Muñoz cambiar el concepto de hipermercado, con el que había triunfado, por el de los supermercados de barrio. Así nace la marca Supersol.

Teniendo como socios a los hermanos Acosta, el crecimiento de Supersol fue meteórico y pasó de cinco empleados a 600 y empezó a extenderse primero por la provincia y, posteriormente, por toda la región. Compró a sus socios su parte, pero volvió a vender al tener el capital justo. Lo hizo sin problema a un grupo inversor que quería una mayor expansión. Fue esa expansión la que le llevó a Muñoz a vender la cadena. “Querían una expansión que yo no podía seguir y por eso me vi obligado a vender”, afirmaba.

El grupo de origen canario Hiperdino sería el que se quedaría con los centros de distribución de Supersol y mantendría su marca en Andalucía, al tiempo que vendía otra parte d ellos a Dia en 2006. Los cambios de aqccionariado de Hiperdino, que pasó a llamarse Dinosol, fueron constantes.

En 2012, Dinosol se deshace de Supersol. El comprador es Agile Finance, brazo inversor de la cadena de distribución lituana Maxima. Esta operación se debió a una casualidad. El magnate Dalius Misiunas, presidente de Maxima, veraneaba en Málaga y era un asiduo de un establecimiento Supersol. Le gustaba el supermercado y quiso quedarse con él.

Con una cúpula casi íntegramente lituana y con dificultades para hacerse entender con las otras cadenas de mando española y los proveedores, los trabajadores recordaban el choque cultural con los directivos de la matriz lituana por su trato rudo. Estas asperezas se fueron limando con el tiempo. Desde la adquisición de Supersol, Maxima ha inyectado hasta 150 millones de euros para reflotar el supermercado, buscando dar dar un giro a su negocio y entrar en competencia con las distribuidoras de los descuentos al estilo de Lidl. Sin embargo, la matriz no ha logrado equilibrar las cuentas y lleva años en números rojos.

Finalmente, la compañía decidió presentar el ERE después de cerrar 2018 con nueve millones de euros en pérdidas. Un año después de la última reestructuración, Maxima tiró la toalla con Supersol y pasa el testigo a Carrefour.

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