Miguel Rodríguez, ese vecino de La Colonia
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"No me considero un empresario sino un emprendedor", asegura el relojero linense que mañana recibirá con orgullo la Medalla de Oro de Andalucía
La línea/Miguel Rodríguez, el hombre que puso la barriada linense de La Colonia en el mapa, recibirá mañana, 28 de febrero, la Medalla de Oro de Andalucía. Un premio solicitado por el PSOE de La Línea que reconoce su labor como empresario. No deja de ser paradójico que el propietario de media docena de compañías de mucho peso en el mundo, entre ellas las relojeras de mayor venta en todo el planeta, no se considere a sí mismo empresario. "No me gusta ese término, lo utiliza mucha gente con la que no quiero que se me compare, yo me sigo considerando un emprendedor", reivindica con rotundidad.
"¿Que si me merezco el premio? Podría contestar con falsa modestia y decir que no, pero sí que creo que es justo, como seguramente lo merecerá también mucha gente a la que no le será entregado", asegura el relojero linense, en una entrevista concedida desde Suiza.
"La realidad es que yo salí de uno de los barrios más pobres de La Línea, la Colonia, y que a base de trabajo, de esfuerzo, de no rendirme, de muchas noches sin dormir, he conseguido tener más de mil trabajadores a mi cargo en España y unos 3.500 en todo el mundo. ¿Por qué no iba a ser justo que se me reconociera?", se pregunta.
Rodríguez se remonta en el tiempo y entiende que el momento que cambió su vida llegó a comienzos de los noventa, en el siglo pasado, cuando con un crédito "que no sabía muy bien si iba a poder pagar" adquirió Festina, el origen de toda su expansión. "Es curioso, no mucho tiempo antes había estado allí pidiendo trabajo de conductor... de lo que fuese y no me hicieron ni caso. Poco después estaba comprando la marca".
Miguel Rodríguez es un benefactor en la sombra para muchos linenses. Aunque no trasciende a la opinión pública por deseo expreso del emprendedor, de sus arcas salen muchas bolsas de alimentos para los más necesitados, especialmente cuando se acerca la Navidad, pero también el resto del año. Después está su actividad de cara al público, que pasa por la ayuda a instituciones benéficas, a la Real Balompédica, a muchos particulares que por circunstancias se ven de repente con el agua al cuello... Todos asuntos por los que prefiere pasar de puntillas. Contesta sin ambages que no le gusta hablar de esos temas. "Siguiente pregunta", espeta entre risas.
Lo que tiene muy claro el propietario de Lotus es que su premio ha llegado en un momento muy oportuno, porque siquiera por un día consiguió quitar el foco de las noticias negativas que se suceden últimamente en torno a La Línea, su ciudad natal, a la que adora.
"Ya lo he repetido hasta la saciedad, este premio no es mío, es de todos los linenses de bien, que son la mayoría, que se levantan temprano, que sacan a sus familias adelante aunque muchas veces les cuesta llegar a final de mes, que educan a sus hijos en valores...", subraya.
"Yo sé que eso no vende, que a los medios de comunicación sensacionalistas no les interesa vender la realidad, pero es ésa, los linenses de bien son mayoría y deberíamos ser los propios hijos de La Línea los que empezásemos a hacer hincapié en eso, porque nadie va a venir de fuera a hacerlo por nosotros", incide.
Miguel Rodríguez no se sorprende de que fuese precisamente el PSOE de La Línea, con algunos de cuyos dirigentes ha protagonizado más de un enfrentamiento, el que iniciase la campaña para solicitar el premio que recogerá el próximo día 28. "En el PSOE, como en todas partes, hay muchas familias", explica. "Pepe Expósito, que todo el mundo sabe que es amigo personal mío, lo puso en marcha. Yo nunca tuve nada contra el Partido Socialista, fue más bien al contrario, alguien importante en el PSOE y en su entorno llegaron a cogerme odio".
El empresario reconoce que se refiere a la exalcaldesa Gemma Araujo. "Todo fue porque en una columna de opinión en Europa Sur critiqué que le concediesen un cargo de responsabilidad institucional nada más acabar la carrera. Entendía que no estaba preparada, que era demasiado pronto para asumir esa responsabilidad y que las administraciones deben estar dirigidas por personas que hayan demostrado capacidad, como sucede en la mayor parte de los países del mundo", especifica.
El respaldo que encontró la mencionada propuesta en todos los sectores de la sociedad linense (culturales, deportivos, sociales...) satisface al dueño de Lotus, que sigue día a día a través de la prensa y de grupos de WhatsApp casi cada movimiento que se produce en una ciudad que en 2010 decidió nombrarle Hijo Predilecto a petición del entonces alcalde Alejandro Sánchez, paradójicamente del Partido Popular.
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