Moción de censura censurada
Historias de Cadiz-Herzegovina (capítulo 9)
En diciembre de 2017 el PP recuperaba la Alcaldía de San José del Valle gracias al único edil de IU pero el relevo fue anulado por la Justicia apenas dos meses después
IU logró que su edil firmara un papel con su baja como militante, frustrando así el relevo
La moción de censura fue votada y respaldada pese al rechazo del secretario municipal
El Supremo no admite el recurso del PP sobre la moción de censura en San José del Valle
Resultados de las elecciones municipales en San José del Valle 2023
El fin justifica los medios. No hay ninguna constancia oficial de que Nicolás Maquiavelo pronunciara esta histórica frase, aunque la tradición oral y escrita se la ha atribuido siempre a este filósofo y escritor italiano que vivió entre el último tramo del siglo XV y el primero del XVI. Se suele emplear para justificar que uno utilice cualquier medio, aunque no sea del todo ético, con el fin de lograr un resultado positivo. Pero no todo el mundo piensa igual, tanto porque ese resultado supuestamente positivo a lo mejor es perjudicial para otros pero también porque esos medios poco éticos que se han empleado quizás también han dejado damnificados por el camino. Hasta el Catecismo de la Iglesia Católica se rebela contra esta frase tan manida al afirmar textualmente que "el fin no justifica los medios". Y lo explica con este ejemplo: "No se puede justificar la condena de un inocente como un medio legítimo para salvar al pueblo".
En la dirección de Izquierda Unida (IU) en la provincia de Cádiz posiblemente sean más de Maquiavelo que del Catecismo. O así al menos lo demostraron cuando a finales del año 2017 se las ingeniaron para lograr frenar una moción de censura en territorio gaditano, en concreto en el Ayuntamiento de San José del Valle. Consiguieron el fin que se propusieron y que, al menos para IU, era bueno, como era que el PP no recuperara esa Alcaldía. Pero los medios empleados acabaron con una relación amistosa de más de una década con quien entonces era el responsable izquierdista en esta localidad jandeña, Joaquín Soto.
Esta sección de Historias de Cádiz-Herzegovina echó a andar a principios de este año con el objetivo de ir plasmando algunas de las muchas situaciones insólitas que la política ha dejado en esta provincia desde la reinstauración de la democracia en 1977. Y como insólito se puede calificar sin duda lo vivido en San José del Valle hace algo más de seis años. Y es que en el conjunto de los 45 ayuntamientos gaditanos se han aprobado hasta la fecha un total de 15 mociones de censura, pero la última, la de San José del Valle, ha sido la única que terminó siendo anulada por los tribunales de Justicia. Tampoco hay constancia de casos similares en Andalucía o en el resto de España.
A finales de 2017 en San José del Valle gobernaba con una mayoría muy exigua el PSOE liderado por Antonio González Carretero, que se estrenó en esta Alcaldía a mediados de 2015 tras superar al PP del entonces alcalde Antonio García Ortega por una diferencia de sólo 78 votos. El salón de plenos dibujaba un gobierno de cinco concejales socialistas y una oposición conformada por los cinco del PP y el único edil de IU. Este último, Joaquín Soto, se erigía desde la misma noche electoral en la pieza clave sobre la que debía pilotar la gobernabilidad municipal en esos cuatro años.
Al estrenarse en política, Soto optó por no casarse con nadie. No quiso darle la Alcaldía al PP, porque su partido se lo prohibía expresamente, pero tampoco quiso entregarse de lleno al PSOE, por mucho que le ofrecieran un puesto en el gobierno y un sueldo. Prefirió quedarse en la oposición, dejando que González Carretero comenzara gobernando al ser la suya la lista más votada. Y se dejó querer confiando en que los socialistas le dorarían la píldora con el fin de garantizar la gobernabilidad del municipio.
Pero ese cortejo al concejal de IU nunca llegó. Es más, al hacerse fuerte como elemento clave en el Ayuntamiento, Soto pasó a ser un estorbo para algunos. Por eso, cuando impidió con su voto que el Presupuesto municipal propuesto por el PSOE saliera adelante, empezaron a hacerle la vida imposible. "Como no tengo pruebas no puedo acusar a nadie directamente, pero aquello coincidió con que me quemaran mi coche, aparecieran pintadas contra mí en el pueblo y empezara a recibir llamadas anónimas y hasta cartas amenazantes, lo que me obligó a presentar una denuncia ante la Guardia Civil". Hoy, cuando lleva ya varios años alejado de la política, Soto aún recuerda con pena aquella experiencia vivida. Y aunque no puede acusar a nadie en concreto de aquellas amenazas y ataques, sí afirma que el alcalde, Antonio González Carretero, le ninguneó constantemente, incumpliendo todos los acuerdos adoptados entre ambos. Es más, explica que el regidor "siempre me trató con mucho desprecio, bueno, a mí y a mucha gente en el pueblo", apostilla.
Con el paso de los meses la relación con el alcalde se fue enquistando, lo que llevó a Soto a avisar en varias ocasiones a su partido de que la opción de dar un giro a la situación política del municipio era real. Enfrente tenía a un PP ansioso al que sólo le faltaba la firma de un concejal para registrar oficialmente la moción de censura. Y el ex alcalde, Antonio García Ortega, sí supo hacer ver a Joaquín Soto que en su gobierno se sentiría importante.
Y le terminó convenciendo. De ahí que el 12 de diciembre de 2017 se presentara en el Registro General del Ayuntamiento el documento oficial de la moción de censura con la firma de los cinco concejales del PP y la del único edil de IU. A Antonio García Ortega sólo le faltaba tachar un par de semanas en el calendario para recuperar la Alcaldía perdida dos años y medio atrás.
Desde las filas socialistas llegó la reacción lógica en esos casos. Tanto el alcalde como la dirección provincial que encabezaba Irene García salieron en tromba a criticar la "falta de coherencia de IU" y a pedirle a este partido la expulsión automática de su concejal. Todos en el PSOE daban por perdida la Alcaldía de San José del Valle. Sólo un milagro podía impedir el relevo... y ese milagro terminó llegando, aunque de la manera más inesperada.
A lo mejor en otras circunstancias la dirección provincial de IU hubiera mirado para otro lado pero apenas un año antes, en diciembre de 2016, otra moción de censura firmada por IU y el PP le había arrebatado al PSOE otra Alcaldía gaditana, en concreto la de Jimena. Allí el nuevo regidor pasó a ser el candidato izquierdista, pero los reproches llegados desde las filas socialistas fueron tantos que en la dirección provincial de IU no querían volver a estar en el disparadero. Y en San José del Valle tiraron de estrategia.
El mismo día en el que se registró la moción de censura ya estaban por la tarde en la localidad vallense el coordinador provincial de IU, Fernando Macías; el responsable de Organización, Jorge Rodríguez, y otros miembros de la ejecutiva provincial como Daniel Pérez. En un bar del pueblo se reunieron con el concejal de IU. Había buena sintonía, entre otras cosas porque entre Soto y Macías, entonces alcalde de Medina Sidonia, había una amistad forjada desde hacía más de una década. El concejal venía a decir que el alcalde del PSOE no podía seguir ni un minuto más en el cargo y desde la dirección provincial de IU le decían que sí, que le entendían, pero que no podían permitir que un edil de su partido favoreciera la llegada de un alcalde del PP. Y la conversación, que duró horas, llegó a un camino de no retorno: Joaquín Soto tenía que dejar el partido. Y ahí fue cuando apareció el "engaño", según lo calificó entonces –y lo sigue manteniendo aún hoy– quien era el único concejal de IU en San José del Valle.
Fernando Macías sacó un papel escrito en el que Soto renunciaba a seguir siendo militante de IU. Le pidió que lo firmara repitiéndole hasta la saciedad que ello no frenaría la moción de censura. Se trataba sólo de romper esa relación pero quedando como amigos. "Me fie de su palabra, pero me engañó como a un chino", sigue defendiendo hoy Joaquín Soto.
Y el "engaño" se tradujo en que al día siguiente, y con ese papel firmado por el concejal, los dirigentes de IU se plantaron en el Ayuntamiento y le trasladaron el documento al secretario general del Consistorio, haciéndole ver que, al no ser ya militante de IU, y de acuerdo con la legislación vigente, Soto tenía que ser considerado un tránsfuga, tenía que pasar a ser un concejal no adscrito y que, por tanto, su voto en la moción de censura no tenía validez alguna. Y el secretario sólo pudo asentir.
El pleno en el que se tenía que debatir la moción de censura se terminó celebrando. Fue el 27 de diciembre de 2017 y terminó como el rosario de la aurora. El secretario del Ayuntamiento advertía que si la moción de censura salía adelante sería ilegal, el alcalde socialista repetía que él era el regidor legítimo, la mesa de edad que presidía el pleno, compuesta por dos ediles del PP, autorizaba la votación, el Grupo Municipal Socialista abandonaba indignado el salón de plenos y finalmente Antonio García Ortega era reelegido alcalde con los votos de su partido, el PP, y el del edil de IU.
Al día siguiente ya estaba el PSOE presentando una demanda por lo contencioso-administrativo en los Juzgados de Jerez. En el PP eran sabedores de que la baja como militante firmada por Soto era un lastre, pero siempre confiaron en que la Justicia les terminaría dando la razón. Argumentaban que cuando registraron la moción de censura en el Ayuntamiento Soto era aún militante de IU, así como que el documento firmado fue un engaño.
Pero el gozo del PP tardó apenas dos meses en caer en el pozo. A Antonio García sólo le dio tiempo de asentarse en la Alcaldía y de conformar un gobierno en el que el concejal ya no militante de IU asumía hasta seis áreas municipales. Pero a principios de marzo de 2018 el Juzgado Contencioso-Administrativo número 1 de Jerez suspendía cautelarmente la moción de censura, devolviéndole el poder municipal al PSOE bajo el argumento de que, efectivamente, Joaquín Soto tenía que ser considerado un tránsfuga y, por tanto, su voto quedaba en nada. Era una resolución provisional que sería refrendada luego en una sentencia de finales de ese mismo mes y que con el paso de los meses sería validada tanto por el TSJA (en julio de 2018) como por el Tribunal Supremo (marzo de 2019).
IU lo había conseguido. El fin perseguido, que el PP no se hiciera con la Alcaldía vallense, era una realidad. Ahora bien, después de aquel episodio el PSOE logró sendas e incuestionables mayorías absolutas en San José del Valle (en 2019 y en 2023), IU no logró siquiera presentar candidaturas en esta localidad en esas dos citas electorales y, vaya paradoja, en Medina Sidonia hoy gobierna IU gracias al apoyo del PP. A saber que opinaría de esto Maquiavelo.
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