Multitudinaria despedida al juez decano de El Puerto, López Marchena, que se traslada a Cádiz

El magistrado se hará cargo en breve de las riendas del Juzgado de Instrucción 2 de la capital

R.R.

22 de diciembre 2011 - 08:29

Un centenar de personas acudió ayer al almuerzo de despedida en honor de Miguel Ángel López Marchena, juez decano de El Puerto, con motivo de su inminente traslado a Cádiz. A la comida, celebrada en El Puerto, asistieron, entre otros, el alcalde de El Puerto, Enrique Moresco, el decano del colegio de Abogados, José Manuel Jareño, la juez decana de Cádiz Nuria Orellana, el comisario portuense, Enrique Jiménez, el inspector jefe provincial de la Policía Autonómica , Juan Expósito, el jefe de Vigilancia Aduanera en Cádiz Santiago Villalba, el jefe de la Policía Local portuense, Manuel Cuenca, y agentes tanto de los Greco como de la Udyco, junto a compañeros de los Juzgados portuenses, funcionarios y procuradores y letrados.

El magistrado ofreció un pequeño discurso en el que rememoró su llegada a los Juzgados de El Puerto, su asunción del decanato, el respaldo recibido por miembros de las distintas Fuerzas de Seguridad, el apoyo encontrado en político como el popular Aurelio Sánchez Ramos y el socialista Salvador de la Encina, y el arduo y satisfactorio trabajo en la última época con el fiscal asignado a la localidad, Rafael Álvarez Cienfuegos. Tuvo López Marchena un especial recuerdo a Antonio Rivera, subdirector de Diario de Cádiz , fallecido en 2002 ( el magistrado es miembro de la tertulia constituida en honor del periodista), y por último, no desaprovechó la oportunidad para requerir a Moresco su implicación para seguir solicitando la creación de nuevos juzgados en El Puerto.

López Marchena, nacido en 1967 en Córdoba, casado con la fiscal Olga Bravo y padre de tres hijos, dos niños y una niña, solicitó su traslado a Cádiz, para cubrir la vacante en el Juzgado 2 de Instrucción tras la marcha de Sergio Escalona, al considerar que en El Puerto ya había cerrado una etapa. Al frente del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de El Puerto, con una ingente carga de trabajo, agravada por el millar de asuntos civiles de media al año, ha optado ahora por centrarse sólo en una jurisdicción, la penal, su preferida.

Tras aprobar las oposiciones a juez en 1996, tuvo su primer destino en El Puerto, en el Juzgado 1, en prácticas, para luego ya asumir la sala 3. Magistrado desde el 2002, a raíz de la elevación de rango de los Juzgados portuenses, asumió el decanato en 2007. Y desde entonces, no ha parado de reclamar más medios para mejorar el funcionamiento de la justicia. En su despedida, ése ha sido su principal lamento, no haber podido dar una respuesta más ágil a los asuntos por la elevada carga de trabajo.

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