José Antonio Rodríguez Poch sustituye a Javier Herrador al frente del Astillero Bahía de Cádiz de Navantia

Cambios de calado en la cúpula de Navantia en la Bahía de Cádiz. Javier Herrador, hasta ahora director del astillero Bahía de Cádiz, ha sido nombrado nuevo director comercial de Navantia, un puesto que estaba vacante desde la marcha de Sofía Honrubia a finales del año pasado. Herrador será sustituido por José Antonio Rodríguez Poch, que compatibilizará la dirección del astillero Bahía de Cádiz con sus responsabilidades al frente de los programas de Defensa en la Bahía de Cádiz y la construcción de las corbetas para Arabia Saudí.

José Antonio Rodríguez Poch es ingeniero de Organización Industrial y lleva varias décadas vinculado a Navantia, siendo uno de sus directivos más reconocidos en la Bahía de Cádiz. Hijo y nieto de trabajadores de la Bazán, en sus primeros años trabajó en el departamento de producción de Bazán San Fernando y participó en numerosos proyectos de buques. En 1996, fue nombrado responsable de Sistemas electrónicos y de combate en el departamento de ingeniería.

En 2005, le designaron jefe de proyectos de los Sistemas de combate del astillero de San Fernando y Navantia, donde entre otras cosas, fue el responsable de las relaciones técnicas y contractuales con los principales suministradores de armamento y sistemas de combate de diferentes buques militares. Desde 2012, ocupa el puesto de director comercial del área de Buques Militares de Navantia, siendo uno de los responsables de las negociaciones que se llevan realizando en los últimos años con diferentes países interesados en la tecnología militar española desarrollada por Navantia.

Por su parte, Javier Herrador se incorporó en 1997 al Centro Tecnológico de Astilleros Españoles en Madrid, pasando por las áreas de Ingeniería, Comercial y Operaciones hasta recalar en febrero de 2019 en la dirección del Astillero Bahía de Cádiz.

En sus dos años en la bahía ha sido determinante para posicionar a Puerto Real en la construcción de plataformas off-shore, al defender que este astillero no es rentable únicamente con la construcción de barcos. También ha gestionado con éxito las difíciles relaciones con Arabia Saudí en el programa de las corbetas, sorteando los problemas generados por la paralización del astillero durante seis semanas por la pandemia. En su haber también se encuentra la entrega en tiempo y plazo de los programas off-shore de Puerto Real a pesar de la dura huelga del metal del pasado verano. Sin embargo, no ha podido cerrar ningún nuevo contrato de construcción de barcos para Puerto Real, a pesar de que es inminente la puesta en marcha del BAM-IS: