La Bahía, la última de la lista

Plan estratégico

Los primeros números del plan estratégico de Navantia relegan a los astilleros gaditanos frente a Ferrol y Cartagena tanto en inversión como en plantilla

Un operario de Navantia Puerto Real, durante una protesta años atrás. / Julio González
F. R.

28 de octubre 2018 - 05:00

Cádiz/En el año 1963, John Huston dirigía una película en el que su protagonista encargaba a un amigo investigar los nombres de una lista. Quería saber si seguían vivos. Descubrió que todos habían muerto en extrañas circunstancias y él, Messenger de apellido, era el último. Acabó muriendo también, casi sin que nadie se diera cuenta. La película llevaba por nombre El último de la lista.

En esa misma circunstancia parecen encontrarse los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz, una situación que para muchos en los centros de trabajo tiene ya una definición clara: discriminación a la Bahía de Cádiz. Así de contundente.

Este periódico ha tenido acceso a esos números que figuran en un incipiente plan estratégico. En primer lugar, la carga de trabajo. Se indica que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para la Armada española se distribuyen en 4.000 millones de euros para la comarca de Ferrol, ya que incluye el presupuesto para las fragatas F-110 que se construirán en el astillero público gallego; 4.000 millones de euros para Cartagena, porque incluye el dinero para los submarinos S80; y tan sólo 200 millones de euros para la Bahía de Cádiz, a repartir entre el nuevo Buque de Acción Marítima (BAM) de Investigación Subacuática y el buque logístico y de transporte de tropas para el Ejército de Tierra.

El segundo pilar es el de inversiones para los astilleros. Según esos números, los planes de la empresa prevén 500 millones para Ferrol por sólo 90 para la Bahía. Y el tercer pilar es, tal vez, el más preocupante: la plantilla. Según afirman, se prevén 1.400 empleados de plantilla para la Ría de Ferrol, por tan sólo 770 en la Bahía de Cádiz.

Aquí, el presidente del comité de empresa de Puerto Real, Antonio Noria, ha querido dar detalles a este periódico. Hay que tener en cuenta que, actualmente, entre los tres astilleros gaditanos la plantilla se aproxima a las 1.600 personas. “Con la construcción de los petroleros, en Puerto Real hemos llegado a sumar entre industria auxiliar y plantilla alrededor de 4.000 personas trabajando cada día.Hoy sólo quedan 1.800 compañeros de contratas y somos 450 de plantilla. En junio no quedará ninguno de empresas auxiliares y de plantilla iremos bajando progresivamente conforme se alcancen los 63 años”, explica.

El problema, dice Noria, lo tiene Puerto Real y lo tiene la Bahía. Asegura el sindicalista que no hay documentos oficiales que la dirección de la compañía o la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) les haya hecho llegar del plan estratégico que se está negociando (aunque con parón de por medio) para gestionar el futuro de los astilleros públicos en los próximos años. Sin embargo, admite Noria, “es seguro” que los planes de la empresa en ese plan estratégico “van por ahí”. Esos planes hablan de inversiones millonarias para Ferrol y Cartagena, pero no para Cádiz. Y hablan de plantilla suficiente para ambas comarcas gallega y murciana, pero no para la gaditana.

Dice el comité que la actual propuesta de Navantia supone una “discriminación flagrante” para la Bahía que se evidencia, admiten, en los tres pilares en los que se sustenta el plan estratégico. Visto así puede parecer una salida de tono, cuando ahora el debate nacional e incluso internacional, gira en torno a las corbetas de Arabia Saudí y los cinco años de trabajo asegurados (parece que ahora sí) para el astillero vecino de San Fernando.

Para el presidente del comité, la situación es muy delicada porque “nadie habla de construcción civil, cuando se están construyendo barcos civiles en muchos astilleros de Europa. Y después se apuesta por la carga militar pero se pierde el contrato de Australia, se pierde el de Canadá, que lo han ganado los mismos, los ingleses de BAE Systems, y se abandonó el de Brasil cuando estaba a punto de salir. Esto tiene un responsable que es el actual director de Operaciones”.

De hecho, son muchos los astilleros que en toda Europa están en estos momentos construyendo barcos civiles, desde ferrys de tamaño medio, a cruceros. Y no hay que irse muy lejos. En el astillero de Barreras, en Vigo, llevan años con ello.

Por eso, Noria insiste en que el futuro de la Bahía pasa por la construcción dual, con barcos militares para la Armada española, y sin renunciar a la construcción civil de barcos de mediano y gran porte. Tampoco se olvida de las plataformas de energía eólica marina.

De momento, la plantilla de Puerto Real da un margen a los dirigentes de Navantia y la SEPI. Han comenzado una ronda de reuniones “con quien nos quiere escuchar”. Los últimos fueron los diputados y senadores del PP. “Creo, por lo que nos llega, que políticamente han comenzado a moverse para cambiar estos números, porque sería incomprensible”, dice Noria.

“Lucharemos como siempre”

Noria insiste en que “la Armada en este país manda mucho, y si el Gobierno no empuja para que la Armada nos encargue barcos en un astillero que tiene el mejor posicionamiento de Europa y cuya calidad, tanto de instalaciones como de mano de obra está contrastada, al final lo que están haciendo es dejar morir a Puerto Real. Pero no lo vamos a permitir, lucharemos como lo hemos hecho siempre”.

Cree que la preferencia de la Armada por la Ría de Ferrol y la construcción de barcos militares se fundamenta en “la historia compartida en los últimos siglos, no en aspectos reales y objetivos”. De hecho, recuerda, en La Carraca (San Fernando) “se han hecho barcos militares desde hace siglos”.

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