Navantia Cádiz retoma las obras de los cruceros con el 'Allure of the Seas'
El buque de Royal Caribbean llegará en los próximos días al astillero de la capital para ejecutar la varada frustrada por la pandemia de coronavirus
Los grandes cruceros vuelven a la Bahía. El Allure of the Seas se dirige al astillero de Navantia Cádiz para ejecutar la varada prevista para mediados de marzo y que fue aplazada por el estallido de la pandemia de coronavirus. El buque de la naviera Royal Caribbean zarpó el pasado sábado del puerto de Southampton donde ha estado recalando cada diez días durante los casi dos meses que ha estado navegando en círculos por el mar de Irlanda, y contempla entrar a finales de esta semana en el dique cuatro de la factoría de Navantia en Cádiz, el único de este astillero que tiene capacidad para acoger a uno de los mayores cruceros del mundo, con 362 metros de eslora y 47 de manga.
Aunque el planteamiento previo a la pandemia era una reforma similar a la ejecutada en otoño en el Oasis of the SeasOasis of the Seas, el armador ha decidido aplazar la renovación de las cabinas y centrarse en los elementos de propulsión y navegación, según ha indicado el presidente del comité de empresa de Navantia Cádiz, José Gallardo, que ha señalado que la estancia del buque en el astillero se prolongará en torno a unos treinta días. “La reforma del hotel no se va a hacer, algo lógico dada la situación del negocio de los cruceros”, ha expresado Gallardo, en alusión a la paralización que está sufriendo este sector, con los viajes suspendidos en todo el mundo a causa de la pandemia.
Esto implicará que la mayor parte de los trabajos sean ejecutados por trabajadores de plantilla de Navantia y de la industria auxiliar de la Bahía, limitando la presencia de subcontratas extranjeras. “Supone un reto y una oportunidad para demostrarle al cliente la capacidad de nuestra industria”, incidió el presidente del comité de empresa.
Tras semanas de incertidumbre sobre esta importante obra, Royal Caribbean confirmó la pasada semana su intención de ejecutar la reforma en el astillero de Cádiz, lo que supone un espaldarazo a la industria del metal de la Bahía en un momento de gran incertidumbre económica. El Allure of the Seas es un viejo conocido del astillero, ya que Navantia Cádiz realizó hace cinco años una revisión a fondo que implicó la sustitución de una de sus hélices, entre otros elementos.
Mientras tanto, el astillero de Cádiz sigue trabajando en otros dos buques. La fragata Navarra se encuentra en el dique uno tras reaundarse la reparación interrumpida por la declaración del estado de alarma. Y a finales de semana abandonará la factoría el ferri Cecilia Payne, de la naviera Balearia, tras someterse a una operación de mantenimiento programado. Cabe recordar que este catamarán fue transformado hace dos años en Cádiz después de que Balearia lo adquiriera a Irish Ferris, su único propietario desde su botadura en 1999.
De cara al futuro, la factoría tiene asegurada la varada del Juan Carlos I, el buque insignia de la Armada. Según el presidente del comité de empresa, también se está negociando la reparación de un nuevo crucero. el Celebrity Constellation, y la del mayor barco del mundo especializado en la instalación de tuberías submarinas, el Solitaire, aunque ninguna de estas dos operaciones está aún cerrada.
También te puede interesar