Navantia-Cádiz, a todo ritmo

La factoría trabaja en el 'Skandi Aker', considerado uno de los barcos más modernos del mundo tecnológicamente · En febrero recibirá a otro de prospección sísmica

El 'Skandi Aker', en trabajos de reparación en el astillero de Navantia en la capital gaditana.
El 'Skandi Aker', en trabajos de reparación en el astillero de Navantia en la capital gaditana.
F. Rufo / Cádiz

29 de enero 2011 - 05:01

El mercado de reparaciones en el astillero de Navantia en Cádiz capital pasa por buenos momentos. Lejos de llegar a los objetivos deseados por la compañía, lo cierto es que los cinco buques que en estos días llenan los diques en esta factoría hacen que sea un buen final de enero y comienzos de febrero. Otros años, la actividad era muy inferior.

Pero no sólo las buenas noticias llegan por la cantidad de buques, sino por la calidad de los trabajos y la confianza que han depositado en Cádiz los distintos armadores. Uno de esos buques es el Skandi Aker, un barco especial que se encarga de hacer labores de mantenimiento en pozos petrolíferos. Responsables técnicos de Navantia explicaron a este periódico que, hasta ahora, esas labores las hacían siempre las propias plataformas, con instalaciones fijas que costaban mucho dinero y se usan relativamente poco, una vez cada dos años y medio o una vez cada cinco. Este barco, sin embargo, al poderse desplazar, puede hacer el servicio para varias plataformas y optimiza el coste.

El navío pertenece a dos compañías: la noruega Dofcon ASA , uno de los mayores constructores de barcos como éste que se denominan supplier; y Aker Solutions, que es el constructor del barco y tan sólo es propietaria de la torre de perforación del barco, que es lo que lo hace especial. Este barco recibió el premio al barco del año 2010, en un evento celebrado en Hamburgo.

En el dique gaditano se realizarán las labores convencionales de varada (pintado, etc). Pero, además, como reformas especiales, se van a hacer obras de mantenimiento en la hélice de proa y en la hélice azimutal. Además, se ejecutarán pruebas de carga especiales de 440 toneladas para la grúa de popa que trabaja en los pozos petrolíferos, para conseguir re-certificarla. Para ello se ha construido una cama especial de 14 por 8 metros que será rellenada con peso propio, con chapa del taller y otros pesos, hasta llegar a las 440 toneladas. El barco estará algo más de un mes en el dique.

Este barco, al trabajar con plataformas petrolíferas, tiene un sistema que se llama posicionamiento dinámico, es decir, que es capaz de estar en la misma posición en el mar sin moverse un sólo metro con distintas hélices hasta con olas de 15 metros. Las hélices se van moviendo solas para que el barco no se mueva de la posición. Es, según los responsables de Navantia, uno de los más modernos tecnológicamente que ha pasado por las instalaciones gaditanas. Es, como expresaron, "el Ferrari de los barcos".

Pero no es el único. También se encuentra en el dique de Cádiz uno de los ferrys de Balearia, en el que realizarán labores de pintura, de mantenimiento y solucionar un problema localizado en un estabilizador. También se montarán unas defensas en la popa del barco para las balsas de emergencia que, según estos expertos, no estaban muy bien diseñadas de origen y el armador ha solicitado una modificación para hacerlas más seguras. En total estará unos 10 días, para salir de Navantia probablemente el lunes.

Otra de las grandes actuaciones que se acometerán en la factoría en próximas fechas es la instalación de un módulo para una hélice azimutal en un barco de prospección sísmica. Llegará el día 16 de febrero y pertenece a la que está considerada como la mejor compañía del mundo de este tipo de navíos, PGS, y sería el segundo con el que se trabaja en la capital gaditana. El primero llegó en 2009, el Ranform Vanguard.

La actuación consistirá en cortar el casco en la popa, extraer el bloque antiguo y, en la misma maniobra, con una plataforma autotransportable de la que dispone Navantia-Cádiz, se dará al vuelta y se subirá el módulo nuevo. Se encajará de una sola pieza y en una sola maniobra, se soldará y se montará la hélice nueva.

Además, instalarán una hélice de propulsión adicional para aumentar la capacidad de prospección del buque. Estos barcos llevan instalados unos cables con unos sensores y cuanto más propulsión tenga, más cables podrá utilizar y, por tanto, más metros cuadrados prospeccionan de una vez. Esa hélice pesa 80 toneladas. Este mismo trabajo, como indicaron los responsables de Navantia, se ha hecho en EEUU, Japón y en Cádiz. Con los únicos que repite la compañía propietaria es con el astillero gaditano por su eficacia en tiempo y en coste.

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