Navantia Puerto Real construirá cinco estructuras para un parque eólico
El proyecto arrancará en el primer trimestre de 2023 y supone unos 200 puestos de trabajo directos
El astillero de Navantia Puerto Real construirá cinco estructuras de 460 toneladas cada una para un parque eólico, según ha anunciado la compañía este martes. El encargo, del que no se ha especificado el cliente, ha llegado a través de Navantia Seanergies, la nueva división de energías renovables de la empresa, e implica una carga de trabajo de 350.000 horas, lo que se traduce en "unos 200 puestos de trabajo directos".
La entrada en carga del proyecto se espera en el primer trimestre de 2023 y la entrega está prevista para el segundo trimestre de 2024. Se tratan de cinco estructuras complejas que realizan la transición entre las subestaciones y las cimentaciones fijas para parques eólicos marinos, denominadas en inglés MSF (Module Support Structures). El peso total de las estructuras es de 2.300 toneladas, con una media de 460 toneladas de peso por unidad.
“Con este contrato damos un nuevo paso en nuestra hoja de ruta para convertir Navantia Seanergies en un suministrador global de elementos de parques eólicos y ampliamos nuestra cartera de clientes. Navantia está firmemente comprometida con la carga de trabajo y el potencial de futuro de todos sus centros y este nuevo pedido nos sitúa firmemente en esa senda”, ha dicho el director de Navantia Seanergies, Javier Herrador.
Se trata del segundo acuerdo anunciado por Navantia desde que, el pasado mes de abril, presentó su marca comercial Navantia Seanergies para impulsar su actividad en el sector de las energías verdes, con foco en los mercados de la energía eólica marina offshore y el hidrógeno.
Según la compañía, este pedido refuerza la apuesta de Navantia Seanergies por el astillero de Puerto Real, que cuenta también, para 2023, con un acuerdo de reserva de capacidad para construir dos cimentaciones tipo jacket y pilotes asociados para las subestaciones de dos parques eólicos marinos en Francia.
El anuncio de este contrato llega mientras el comité de empresa del astillero protesta por la falta de carga de trabajo para la factoría. La representación sindical ha criticado a la dirección de la compañía por no pujar por la construcción de buques gaseros en un momento de gran demanda por el posible corte del suministro de gas ruso a Europa. El comité ha entablado una ronda de contactos con instituciones y partidos políticos para trasladar la situación del astillero. Precisamente, este lunes se reunió con la dirección del Partido Popular de Cádiz.
El astillero sigue a la espera de retomar la construcción naval con el inicio de la construcción del Buque de Acción Marítima-Intervención Subacuática (BAM-IS). El corte de chapa se producirá como muy pronto en el primer trimestre de 2023, fecha en la que se prevé terminar con los trabajos de ingeniería, según informó el Gobierno en una respuesta parlamentaria.
Infografía del BAM-IS que se construirá en Puerto Real
Infografía del BAM-IS que se construirá en Puerto Real / NAVANTIA
De ser así, posiblemente volverá a quedarse sin ejecutar la partida presupuestaria consignada para este programa, como ya ocurriera en 2021. El BAM-IS contaba en las cuentas del año pasado con una partida de 53,4 millones de euros a cargo del Ministerio de Defensa. De esta cantidad, no se había ejecutado ni un euro hasta el 30 de noviembre, según se recoge en el informe de ejecución presupuestaria de la Administración General del Estado hasta el 30 de noviembre, remitido por el Gobierno en respuesta a una pregunta planteada en el Congreso por el Partido Popular. No obstante, el informe señalaba que existe el compromiso de disponer de 13,3 millones, el 20% de lo presupuestado.
El proyecto del BAM-IS cuenta en los Presupuestos de 2022 con una partida superior, unos 58 millones de euros, pero a la vista de que aún está en la fase de ingeniería, es posible que esta partida presupuestaria tampoco se ejecute en su totalidad. El BAM-IS implica el desembolso de 200 millones de euros, de los que 167 corresponden a los trabajos de construcción, y el resto a la compra de equipos de exploración submarina y revisiones, según recoge el plan estratégico de Navantia.
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