Navantia finaliza la construcción en la Bahía del último buque para Venezuela
El astillero de Puerto Real entrega esta tarde el cuarto y último POVZEE, de nombre 'Kariña' · En los cinco años de construcción, casi 400 empresas han realizado pedidos por valor de 447 millones
A las cuatro de esta tarde, el astillero de Navantia Puerto Real entregará a su propietario el buque llamado Kariña. Con este acto se pondrá fin a la estrecha relación que, desde el año 2006, mantienen la compañía pública de construcción naval y la Armada de Venezuela, con cuyo Gobierno se firmó en 2005 la entrega de ocho buques: cuatro Buques de Vigilancia Litoral (BVL) y otros cuatro Patrulleros Oceánicos de Vigilancia de la Zona Económica Exclusiva (POVZEE). El Kariña es el último de esta serie.
Con la relación comercial entre ambas partes en el aire, ya que Navantia aún no tiene nombrados a sus nuevos responsables, lo cierto es que la construcción de estos ocho buques han supuesto el empleo de mucha mano de obra en los astilleros de Puerto Real y San Fernando, especialmente, de industria auxiliar. Los cuatro POVZEE nacidos de estas instalaciones son el Guaiquerí, el Warao, el Yecuana y el que se entrega hoy, el Kariña. En cuanto a los BVL, han salido el Guaicamacuto, el Yavire, el Naiguatá y está pendiente de culminación el Tamanaco. Este último debe construirse en las instalaciones caribeñas de los astilleros venezolanos de Dianca, dentro del acuerdo de transferencia de tecnología.
Desde que se iniciara la construcción del primero de estos buques, entre los diques de Puerto Real y San Fernando han participado 396 empresas (entre suministradoras e industria auxiliar) empleadas en pedidos desde alguno de los dos astilleros. Estos pedidos a las mencionadas empresas han supuesto un importe de 447,074 millones de euros. El número total de pedidos lanzados a estos negocios ha sido de 11.495 y el número de líneas de pedido lanzadas a las mismas, de 82.670. Además, el número de códigos empleados (lo que se traduce en materiales diferentes), ha sido de 12.364.
Según datos de la compañía española, y tomando en consideración el análisis que se realiza en los BAM, se calcula que cerca del 80% de ese importe se desarrolla con proveedores nacionales, y el 60% realizado directamente con empresas de la provincia de Cádiz o que tienen delegaciones abiertas en la misma.
Mención aparte merece el trabajo desarrollado en las instalaciones de San Fernando. Allí, según los datos de Navantia, la construcción de los cuatro Buques de Vigilancia Litoral (tres buques entregados y uno construido a nivel de bloques con prearmamento) comenzó en diciembre de 2006 con el corte de chapa y culmina en enero de 2011, con la entrega del tercero.
Durante las fases de más carga de trabajo en la construcción intervinieron en el área de producción unas 900 personas de industria auxiliar, más 200 de personal de plantilla. Este pico de empleo se produjo entre los años 2009 y 2010. Según Navantia, han intervenido en obra directa en la construcción unas 20 empresas auxiliares principales (que participan en más del 50% del periodo de construcción) y unas 40 secundarias. Además, se calcula que se han realizado por parte de la industria auxiliar unos dos millones de horas de trabajo. Un último dato: en el suministro de equipos han intervenido más de 150 empresas.
En total, según las cifras que maneja la propia Navantia, para la finalización de estos siete buques han sido necesarias más de ocho millones de horas de trabajo, 8.092.300 horas exactamente, incluyendo las horas directas propias tanto de producción como de Ingenieria, que suponen 1.841.400 horas, como las horas externas: 5.260.600 de horas subcontratadas y de servicios auxiliares a la producción y 1.409.800 horas de servicios inducidos.
Estos datos ponen de manifiesto el elevado nivel de empleo y producción desarrollado en los astilleros de Puerto Real y San Fernando. De hecho, como ya han expuesto en más de una ocasión los sindicatos, entre plantilla y contratas han trabajado estos años en los diques gaditanos cerca de 7.000 personas. Por eso, la negociación entre los gobiernos español y venezolano para ampliar esta relación comercial es de vital importancia para Navantia, en un momento en el que flaquea la relación con la Armada española.
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