Navantia se enfrenta a importantes penalizaciones si se retrasan los proyectos en marcha
Conflicto laboral en la industria auxiliar de la Bahía de Cádiz
La compañía podría perder un bonus de seis millones ofrecido por Aibel y corre el riesgo de afrontar una compensación de 300.000 euros diarios por cada día que se dilate la entrega de las upper jackets Smulders
Calidad y cumplimiento de los plazos. Éstas son las dos claves para triunfar en el competitivo mundo de la construcción naval. Navantia afronta importantes penalizaciones económicas en caso de no entregar sus obras a tiempo, una posibilidad cada vez más real si se enquista el conflicto laboral de los operarios de la industria auxiliar.
Navantia ha entregado ya doce de los 20 upper jackets encargados por Smulders para el parque eólico Moray Firth East, en Escocia, y este lunes se prevé la llegada del carguero Aura para embarcar otros dos. En caso de retraso, los promotores de este parque exigirán a Smulders una penalización de más de 300.000 euros por cada día perdido que tendría que ser asumida en su casi totalidad por Navantia, según fuentes de la empresa española. Cabe recordar que Smulders advirtió el pasado viernes de las consecuencias de cara a futuros encargos si Navantia no cumple con los plazos comprometidos.
En cuanto a Aibel, la empresa noruega que había encargado un módulo para una plataforma en el yacimiento de petróleo noruego Johan Sverdrup, Navantia corre el riesgo de perder un bonus de seis millones de euros que el contratista había ofrecido por entegar la obra antes de tiempo, y podría asumir más penalizaciones si no la finaliza el próximo 27 de octubre.
Aibel también lanzó la voz de alarma la pasada semana sobre la posibilidad de no volver a contar con Navantia de cara al futuro pese a la satisfacción con la calidad del trabajo realizado. “Este módulo es una pieza más de un gran puzle. Me temo que si no se entrega el 27 de octubre, la dirección de Aibel no recordará la calidad del trabajo, sino que llegó tarde”, señaló Knut Frolich, Project Director de Aibel, en declaraciones a este periódico.
El tercer proyecto off-shore en el que trabaja Puerto Real es un molino flotante para el parque eólico Kincardine. Su flotadura está prevista para el próximo 28 de octubre para ser remolcada al astillero de Fene a mediados de noviembre, y “los plazos están muy ajustados”, según las mismas fuentes.
En cuanto a las corbetas para Arabia, los dos hitos más próximos es el arranque de motores de la primera unidad botada hace un mes en San Fernando, y el lanzamiento de la segunda corbeta, previsto para principios de noviembre. “En caso de retraso, Navantia tendría un problema de credibilidad de cara a futuros contratos con este cliente”, indicó la empresa.
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